EL PARQUE GENETICO
Publicado en La Tercera, sábado 18 de Enero 2008
Como Isaac Asimov, Crichton es mejor divulgador que escritor. Su obra está dominada por un recetario que incluye virus extraterrestres, dinosaurios resucitados, terroristas de ADN y pediatras con el rostro de George Clooney.
Michael Crichton asegura que los extraterrestres están detrás del calentamiento global. No es que el autor así lo crea, pero lo usa como metáfora para tratar lo que él sostiene es la gran farsa de los últimos años. Parece extraño que a estas alturas, y ante el evidente cambio de temperatura en nuestro planeta, alguien sea tan caradura como para declarar que no sucede nada, más aún convertir este juicio en una extensa charla. Pero Crichton lo hizo. Acota el doctor, novelista y guionista que si bien el cambio climático es obvio, ésto no tiene nada de nuevo y obedece a una mutación natural de nuestro mundo. Que es algo que ha pasado antes y que volverá a suceder. “Hoy nos estamos hirviendo, mañana tal vez no estemos congelando”.
Lo que Crichton critica no es el fenómeno, sino todo lo que hay detrás de él, su uso político y comercial; el ensalzamiento de figuras como Al Gore y John Lovelock y el terror con que las publicaciones científicas inflan el tema. Agrega el escritor que la sociedad occidental necesita de enemigos comunes, entidades adversas y malignas que los gobiernos puedan usar para disfrazar gastos militares, científicos y tecnológicos. Primero fueron los nazis, luego la URSS, después el terrorismo islámico y ahora el clima, “porque claro”, agrega en su exposición, “culparlo es más lógico que decir que nos invaden marcianos”. El dato es que el ensayo, titulado precisamente Los extraterrestres provocan el cambio climático está disponible en español y puede bajarse gratis con solo anotar el título en la barra de búsqueda de Google. Es irónico, divertido y está bastante bien escrito, harto más que muchas de las novelas de la carrera del cerebro tras ER y Tornado.
Michael Crichton es una marca registrada. Su nombre aparece en las tapas duras de sus novelas con letras más grandes que el título de la novela. Es él lo que vende, no el tema o la trama. Así al menos ha sido desde que a fines de los ochenta firmó Jurassic Park y su firma pasó de novelista del montón a “best sellerista” de primera división. Pero no debe mirarse tan a la ligera, la narrativa de Crichton tiene la gracia de girar entera alrededor de un gran motivo: la enfermedad. El mismo confiesa que se debe a su formación como médico, recalcando que efectivamente ha construido su carrera contando la misma historia una y otra vez: lo que ocurre cuando un virus ataca un sistema cerrado. Y este virus puede ser extraterrestre, como en La Amenaza de Andrómeda, su primera novela; la tecnología, como en Acoso Sexual; o el propio hombre, que es lo que sucede en Jurassic Park y Next, su último “hardcover”. La novela comercial como sala de urgencias, no es casual entonces que su obra no literaria más conocida sea precisamente una zambullida dentro de una sala de urgencias, la serie ER.
Es evidente que Michael Crichton no pasará a la historia como un gran novelista, pero si tiene un sitial bien ganado entre los divulgadores científicos más eficientes. Esa especie de narradores, alguna vez tan bien representados por Isaac Asimov, con formación en ciencia y tecnología, que usaron la novelística para hablar de estos temas, mezcla entre reportaje de revista Muy Interesante con thriller sobre-condimentado. Y en esta cancha, Crichton juega con ventaja. No es gratis que el Museo de Historia Natural de Nueva York lo haya premiado por su contribución al estudio de los dinosaurios.
Digna representante de la familia crichtoniana, Next, su novela más reciente parte teorizando acerca de los desafíos de la ingeniería genética. Datos fidedignos y densos que se transforman en una aventura de horror en un mundo ligeramente futurista en que la industria transgénica supera sus límites morales convirtiéndose en un monstruoso enemigo interno. En este sentido Next es gemela no sólo de Jurassic Park sino de la que tal vez sea la más interesante novela del autor, Los Devoradores de Cuerpos, también conocida como Los 13 Guerreros o El Guerrero Nº 13, una fantasía épica que recuenta el mito de Beowulf desde una mirada histórica. Acá Grendel no es un monstruo sino una tribu de bárbaros nórdicos molestados por unos exploradores vikingos (hombres blancos de occidente). Ellos son la enfermedad, el adversario común, tal cual los genetistas de Next y quienes revivieron los dinosaurios de la isla Nublar, misma categoría en la que Crichton también mete a los medioambientalistas. Al menos mientras no lleguen los marcianos.
Michael Crichton asegura que los extraterrestres están detrás del calentamiento global. No es que el autor así lo crea, pero lo usa como metáfora para tratar lo que él sostiene es la gran farsa de los últimos años. Parece extraño que a estas alturas, y ante el evidente cambio de temperatura en nuestro planeta, alguien sea tan caradura como para declarar que no sucede nada, más aún convertir este juicio en una extensa charla. Pero Crichton lo hizo. Acota el doctor, novelista y guionista que si bien el cambio climático es obvio, ésto no tiene nada de nuevo y obedece a una mutación natural de nuestro mundo. Que es algo que ha pasado antes y que volverá a suceder. “Hoy nos estamos hirviendo, mañana tal vez no estemos congelando”.
Lo que Crichton critica no es el fenómeno, sino todo lo que hay detrás de él, su uso político y comercial; el ensalzamiento de figuras como Al Gore y John Lovelock y el terror con que las publicaciones científicas inflan el tema. Agrega el escritor que la sociedad occidental necesita de enemigos comunes, entidades adversas y malignas que los gobiernos puedan usar para disfrazar gastos militares, científicos y tecnológicos. Primero fueron los nazis, luego la URSS, después el terrorismo islámico y ahora el clima, “porque claro”, agrega en su exposición, “culparlo es más lógico que decir que nos invaden marcianos”. El dato es que el ensayo, titulado precisamente Los extraterrestres provocan el cambio climático está disponible en español y puede bajarse gratis con solo anotar el título en la barra de búsqueda de Google. Es irónico, divertido y está bastante bien escrito, harto más que muchas de las novelas de la carrera del cerebro tras ER y Tornado.
Michael Crichton es una marca registrada. Su nombre aparece en las tapas duras de sus novelas con letras más grandes que el título de la novela. Es él lo que vende, no el tema o la trama. Así al menos ha sido desde que a fines de los ochenta firmó Jurassic Park y su firma pasó de novelista del montón a “best sellerista” de primera división. Pero no debe mirarse tan a la ligera, la narrativa de Crichton tiene la gracia de girar entera alrededor de un gran motivo: la enfermedad. El mismo confiesa que se debe a su formación como médico, recalcando que efectivamente ha construido su carrera contando la misma historia una y otra vez: lo que ocurre cuando un virus ataca un sistema cerrado. Y este virus puede ser extraterrestre, como en La Amenaza de Andrómeda, su primera novela; la tecnología, como en Acoso Sexual; o el propio hombre, que es lo que sucede en Jurassic Park y Next, su último “hardcover”. La novela comercial como sala de urgencias, no es casual entonces que su obra no literaria más conocida sea precisamente una zambullida dentro de una sala de urgencias, la serie ER.
Es evidente que Michael Crichton no pasará a la historia como un gran novelista, pero si tiene un sitial bien ganado entre los divulgadores científicos más eficientes. Esa especie de narradores, alguna vez tan bien representados por Isaac Asimov, con formación en ciencia y tecnología, que usaron la novelística para hablar de estos temas, mezcla entre reportaje de revista Muy Interesante con thriller sobre-condimentado. Y en esta cancha, Crichton juega con ventaja. No es gratis que el Museo de Historia Natural de Nueva York lo haya premiado por su contribución al estudio de los dinosaurios.
Digna representante de la familia crichtoniana, Next, su novela más reciente parte teorizando acerca de los desafíos de la ingeniería genética. Datos fidedignos y densos que se transforman en una aventura de horror en un mundo ligeramente futurista en que la industria transgénica supera sus límites morales convirtiéndose en un monstruoso enemigo interno. En este sentido Next es gemela no sólo de Jurassic Park sino de la que tal vez sea la más interesante novela del autor, Los Devoradores de Cuerpos, también conocida como Los 13 Guerreros o El Guerrero Nº 13, una fantasía épica que recuenta el mito de Beowulf desde una mirada histórica. Acá Grendel no es un monstruo sino una tribu de bárbaros nórdicos molestados por unos exploradores vikingos (hombres blancos de occidente). Ellos son la enfermedad, el adversario común, tal cual los genetistas de Next y quienes revivieron los dinosaurios de la isla Nublar, misma categoría en la que Crichton también mete a los medioambientalistas. Al menos mientras no lleguen los marcianos.
Etiquetas: Artículos propios, Escritores
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