LAS MALEZAS DE DENISSE

Versión completa de la crítica aparecida en la última Rolling Stone-Chile

DENISSE MALEBRAN
MALEZA
Oveja Negra, 2007

4 estrellas
“Preparo un nuevo viaje/Empaco dudas y ansiedad/Vueltas dan peajes/Demoras me dejan atrás” parten los primeros cinco segundos del debut de Denisse en las arenas solistas. El corte es “A viajar”, segundo single de la placa, una pegajosa balada con base de guitarra acústica, sabor a The Sundays y estructurada –como todo el disco- alrededor de la indiscutible -e incombustible- voz de la ex front girl de Saiko. Y se hace especialmente interesante escuchar la canción (y leer la letra) teniendo en mente la evolución de esta artista, que tras diez años como la cara visible de Saiko optó por saltar de la comodidad de un equipo a pelear sola en el ring. En este sentido, las palabras de “A viajar” suenan –y se entienden- como una declaración de principios. “Un nuevo viaje”: no hay que ser especialmente lúcido para entender el mensaje
Denisse Malebran es con ventaja una de nuestras mejores cantantes. Tanto en estudio como en vivo, la chica nada con amplia ventaja sobre sus contemporáneas, acomodándose al estilo que le pongan por delante, apropiándose de él, para darle su sello. De chica electropop a primera embajadora de la balada feminista romántica, Denisse es una alumna destacada en la más amplia de las palabras, esa que parte en Shirley Manson y acaba en Palmenia Pizarro y Myrian Hernández.
Si bajo la voz de Malebrán, Saiko fue un grupo de buenas canciones, pero débiles discos, en Maleza la vocalista se las arregla para superar esa maldición, armando una placa que desde el primer al último corte se escucha con una parada y una moral extremadamente clara. No es un gran disco, pero si un buen disco. Es verdad, el trabajo peca de monótono, no hay ninguna canción que te pegue una patada en la cara y nos eche encima a la Denisse rockera de Las Horas –el mejor cedé de Saiko-, lo que en una primera escucha aletarga la experiencia Maleza. Pero en una segunda y tercera escucha esto se entiende y lo que es más interesante, permite leer el disco como un todo, como una especie de pequeña novela construida de pequeñas confesiones femeninas. Pero no en la moral cabra chica gritona de Nicole, Javiera Mena o Francisca Valenzuela, sino de una mujer grande a la que ya no le entran balas. Y en ese sentido, uno le cree a la autora, tal cual lo dice en “Sábado”, una de los instantes malezianos mejor conseguidos, sólo superado por esa pequeña perlita que es “A veces tu”, primer single del trabajo y una de las mejores canciones pop made in Chile que hemos escuchado en harto tiempo. Obra a medias entre la cantante y ese Jeff Lynne AM que es Daniel Guerrero.