MUSE: VIDA EN MARTE
Texto publicado en la última Rolling Stone.
Muse, HAARP
Esto es verdad, aunque parezca ciencia ficción. Cydonia es una extensa llanura ubicada en el hemisferio sur del planeta Marte. A mediados de los 70, las sondas norteamericanas Viking 1 y 2, “amartizaron” en el lugar y realizaron fotografías topográficas de la zona. Entonces ocurrió un hecho extraordinario. Algunas de las imágenes mostraban lo que parecía ser pirámides, similares a las de Egipto, pero eso era sólo la punta del iceberg, junto a esos hipotéticos monumentos surgió una enorme construcción con un rostro ligeramente humano que miraba a las estrellas. La anomalía fue bautizada como La Esfinge de Cydonia, nombre con el cual alimentó libros, una película (Misión a Marte, de Brian de Palma) y la imaginación de miles de fanáticos que vieron en el misterioso rostro de piedra la prueba definitiva de que alguna vez hubo vida en Marte. Pero lo bueno dura poco y en 1999, la NASA entregó el informe oficial. La Esfinge de Cydonia no existía, eran sólo sombras que le jugaron una broma a las cámaras de las Viking 1 y 2. El sueño había terminado, para todos, excepto para Matthew Bellamy, voz, guitarra y compositor de Muse, banda inglesa formada en 1994.
Bellamy tomó la historia de la esfinge, imaginó una extraña historia de amor y dio forma a “Knights of Cydonia”, el mejor tema de Black Holes and Revelation, el apocalíptico último disco del trío. Nada raro para un músico que asegura que sus mayores influencias no son otros músicos, sino autores clásicos de ciencia ficción, como Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Y que en su fanatismo dogmático por las conspiraciones, dice tener pruebas de que desde 1947 estamos siendo gobernados en secreto por extraterrestres grises y cabezones, venidos del sistema Zeta Reticuli. Si se entiende lo anterior, se entiende el sonido de Muse. Y sobre todo porque el disco más reciente del conjunto fue bautizado HAARP, siglas de uno de los más extraños experimentos militares desarrollados por EE UU, durante la guerra fría.
HAARP es un álbum doble, CD/DVD, que recopila el mayor concierto de la gira Black Holes and Revelation, evento sucedido en el nuevo estadio de Wembley (construido en las ruinas del clásico) y que reunió a más de 70 mil fanáticos. Una hazaña que en el coliseo original sólo habían cumplido Rolling Stones, Queen y Genesis. Bajo la dirección escenográfica de Mark Fisher (U2, Pink Floyd, Jean Michel Jarre), Muse demuestra en este disco/DVD porque hoy es considerada la mejor banda en vivo y de paso adelanta el show que traerán a Latinoamérica en julio. El tour es el mismo, aunque acá los recintos cerrados impedirán que traigan el colosal stage compuesto de rayos laser, pantallas gigantes, muñecos y naves espaciales que montaron el 2007 en Wembley.
El CD/DVD larga con una extensa introducción tomada de la pieza de música clásica “Mars, Bringer of War” (era que no) de Gustave Holst, que inspira imágenes galácticas y marcianas en la enorme pantalla de fondo. Los acordes de Holst bajan y Bellany sube a escena para tocar en forma de solo de guitarra distorsionado, la partitura de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo de John Williams. Tras repetir las clásicas cinco notas del filme de Spielberg, el resto de la banda sube al escenario, apoyados de un tecladista y el mundo simplemente se acaba. O mejor dicho, la nave despega. “Knights of Cydonia” es el primer corte escogido, continuado luego con “Hysteria”, “Supermasive Black Hole” y “Map of the Problematique”, serie de temas que más que canciones son como una cadencia de pequeñas historias fantásticas.
Como Radiohead, Tool y Flaming Lips, Muse es de esas bandas difíciles de encasillar en un estilo. Post rock o post todo, para un charquicán que suena a rock pesado, rock progresivo, rock operático y música espacial. Y claro, el trío la tenía complicada. Durante años fueron acusados de ser los gemelos desconocidos de Radiohead, cuando la música que interpretaban era más triste, abundaban los pianos y Bellany las veía difícil por poseer un timbre vocal casi idéntico al de Thom Yorke, pero a partir de Black Holes and Revelation las cosas empezaron a cambiar. Bellany se obsesionó con la distorción virtuosa en la guitarra, consiguiendo un estilo que mezcla los sonidos de Joe Satriani, con David Gilmour y Brian May, alquimia que lo puso en la mira como uno de los mejores nuevos guitarristas. Pero no sólo eso, también llevó a Muse hacia una moral más agresiva, plagada de riffs violentos, con inyecciones potentes de música electrónica y coros épicos y polifónicos a lo Queen. “Knights of Cydonia”, por ejemplo, perfectamente podría haber estado en New of the Worlds, el clásico disco de la banda de Freddie Mercury. Y la melcocha resultó, sumado a un look más juvenil, casi Emo. Los dogmaticos de la tristeza los abandonaron, pero ganaron una cantidad más que respetable de nuevos seguidores, mismos que hicieron de la gira del año pasado la más exitosa del 2007 después de la de los reuniones de Police y Genesis. ¿La mejor banda en vivo? A nivel de show, sonido y potencia, van seguros tras el cetro, pero como sucede en el rock, a estas primeras impresiones hay que darles tiempo. Y Muse gana en la primera lectura, ahora hay que dejarlos madurar.
BONUS
Close Encounter of the Third Kind, por MUSE
Esto es verdad, aunque parezca ciencia ficción. Cydonia es una extensa llanura ubicada en el hemisferio sur del planeta Marte. A mediados de los 70, las sondas norteamericanas Viking 1 y 2, “amartizaron” en el lugar y realizaron fotografías topográficas de la zona. Entonces ocurrió un hecho extraordinario. Algunas de las imágenes mostraban lo que parecía ser pirámides, similares a las de Egipto, pero eso era sólo la punta del iceberg, junto a esos hipotéticos monumentos surgió una enorme construcción con un rostro ligeramente humano que miraba a las estrellas. La anomalía fue bautizada como La Esfinge de Cydonia, nombre con el cual alimentó libros, una película (Misión a Marte, de Brian de Palma) y la imaginación de miles de fanáticos que vieron en el misterioso rostro de piedra la prueba definitiva de que alguna vez hubo vida en Marte. Pero lo bueno dura poco y en 1999, la NASA entregó el informe oficial. La Esfinge de Cydonia no existía, eran sólo sombras que le jugaron una broma a las cámaras de las Viking 1 y 2. El sueño había terminado, para todos, excepto para Matthew Bellamy, voz, guitarra y compositor de Muse, banda inglesa formada en 1994.
Bellamy tomó la historia de la esfinge, imaginó una extraña historia de amor y dio forma a “Knights of Cydonia”, el mejor tema de Black Holes and Revelation, el apocalíptico último disco del trío. Nada raro para un músico que asegura que sus mayores influencias no son otros músicos, sino autores clásicos de ciencia ficción, como Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Y que en su fanatismo dogmático por las conspiraciones, dice tener pruebas de que desde 1947 estamos siendo gobernados en secreto por extraterrestres grises y cabezones, venidos del sistema Zeta Reticuli. Si se entiende lo anterior, se entiende el sonido de Muse. Y sobre todo porque el disco más reciente del conjunto fue bautizado HAARP, siglas de uno de los más extraños experimentos militares desarrollados por EE UU, durante la guerra fría.
HAARP es un álbum doble, CD/DVD, que recopila el mayor concierto de la gira Black Holes and Revelation, evento sucedido en el nuevo estadio de Wembley (construido en las ruinas del clásico) y que reunió a más de 70 mil fanáticos. Una hazaña que en el coliseo original sólo habían cumplido Rolling Stones, Queen y Genesis. Bajo la dirección escenográfica de Mark Fisher (U2, Pink Floyd, Jean Michel Jarre), Muse demuestra en este disco/DVD porque hoy es considerada la mejor banda en vivo y de paso adelanta el show que traerán a Latinoamérica en julio. El tour es el mismo, aunque acá los recintos cerrados impedirán que traigan el colosal stage compuesto de rayos laser, pantallas gigantes, muñecos y naves espaciales que montaron el 2007 en Wembley.
El CD/DVD larga con una extensa introducción tomada de la pieza de música clásica “Mars, Bringer of War” (era que no) de Gustave Holst, que inspira imágenes galácticas y marcianas en la enorme pantalla de fondo. Los acordes de Holst bajan y Bellany sube a escena para tocar en forma de solo de guitarra distorsionado, la partitura de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo de John Williams. Tras repetir las clásicas cinco notas del filme de Spielberg, el resto de la banda sube al escenario, apoyados de un tecladista y el mundo simplemente se acaba. O mejor dicho, la nave despega. “Knights of Cydonia” es el primer corte escogido, continuado luego con “Hysteria”, “Supermasive Black Hole” y “Map of the Problematique”, serie de temas que más que canciones son como una cadencia de pequeñas historias fantásticas.
Como Radiohead, Tool y Flaming Lips, Muse es de esas bandas difíciles de encasillar en un estilo. Post rock o post todo, para un charquicán que suena a rock pesado, rock progresivo, rock operático y música espacial. Y claro, el trío la tenía complicada. Durante años fueron acusados de ser los gemelos desconocidos de Radiohead, cuando la música que interpretaban era más triste, abundaban los pianos y Bellany las veía difícil por poseer un timbre vocal casi idéntico al de Thom Yorke, pero a partir de Black Holes and Revelation las cosas empezaron a cambiar. Bellany se obsesionó con la distorción virtuosa en la guitarra, consiguiendo un estilo que mezcla los sonidos de Joe Satriani, con David Gilmour y Brian May, alquimia que lo puso en la mira como uno de los mejores nuevos guitarristas. Pero no sólo eso, también llevó a Muse hacia una moral más agresiva, plagada de riffs violentos, con inyecciones potentes de música electrónica y coros épicos y polifónicos a lo Queen. “Knights of Cydonia”, por ejemplo, perfectamente podría haber estado en New of the Worlds, el clásico disco de la banda de Freddie Mercury. Y la melcocha resultó, sumado a un look más juvenil, casi Emo. Los dogmaticos de la tristeza los abandonaron, pero ganaron una cantidad más que respetable de nuevos seguidores, mismos que hicieron de la gira del año pasado la más exitosa del 2007 después de la de los reuniones de Police y Genesis. ¿La mejor banda en vivo? A nivel de show, sonido y potencia, van seguros tras el cetro, pero como sucede en el rock, a estas primeras impresiones hay que darles tiempo. Y Muse gana en la primera lectura, ahora hay que dejarlos madurar.
BONUS
Close Encounter of the Third Kind, por MUSE
Etiquetas: Artículos propios, Musica, Rock, You Tube
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