FORTEGAVERSO: MUSE, SOUNDTRACK PARA INVASION EXTRATERRESTRE

jueves, septiembre 11, 2008

MUSE, SOUNDTRACK PARA INVASION EXTRATERRESTRE


Que el recital de anoche de The Hives fue el mejor del año. Por favor, no nos aceleremos tanto, aqui un ayuda memoria del que hasta ahora ha sido lejos el mejor show de rock y pop del 2008, meta que no creo que REM ni Madonna consigan superar. Este artículo fue publicado originalmene en la edición de septiembre de Rolling Stone.

INVASION EXTRATERRESTRE
5 estrellas
Muse
Teatro Caupolicán
26 de Julio 2008

¿El mejor show en lo que va del año? Por lejos. Pero también el más extraño. Más que una banda de rock, una película de ciencia ficción supersónica. Más que una banda de post brit pop, una suerte de reciclaje del más kitch y épico rock de estadios: Journey, Styx y Rush acelerados al 2008.

“Atención: en este concierto se usará iluminación de alta potencia”, rezaba un curioso cartel a la entrada del Teatro Caupolicán (ex Monumental) la noche del 26 de julio pasado. Letrero que de seguro, ninguna de las 5 mil almas -cuya vestimenta sumaba obvias poleras de Muse y Radiohead con otras mas rebuscadas de Rush, Pink Floyd e incluso Marillion- se detuvo a mirar. Curioso. Trato con alguna clínica oftalmológica quizás, lo cierto es que la advertencia resultó más que válida ante la experiencia sensorial que siguió en las restantes dos horas: un disparo directo al oído, vista, tacto y olfato de un publico que sudó tanta transpiración como devoción. Porque Muse fue una misa alrededor de un trío con casi nula rotación en radios cuyos fieles corearon todas y cada uno de las canciones interpretadas, como si se tratara de una ceremonia profana dedicada al apocalípsis y a la certeza de que nuestro planeta está gobernado en secreto por extraterrestres, los que pactaron con los gringos y rusos en 1947. ¿Tanto así? Bueno así lo cree Matthew Bellamy (voz, guitarra, piano, teclados, composición), jefe de la poderosa manada que aterrizó en Chile hace poco más de un mes y que ofreció uno de los shows más rotundos que se hayan visto en este lado del mundo.
Exactamente a las 21 horas, Bellany subió a la derecha del escenario, se sentó ante el piano y soltó los arpegios de “New Born”, mismos que luego fueron continuados por el bajo de Christopher Wolstenholme y la imposible batería de Dominic Howard, apoyados desde una esquina por los sintetizadores, samplers y teclados de Morgan Nicholls, el “extra” que ha venido girando con el trío desde el 2005. El piano se convierte en guitarra, el bajo se satura sobre percusiones supersónicas mientras el secreto mejor guardado del rock inglés nos invita a viajar por el hiperespacio.
Premio de consuelo ante la nula respuesta de Radiohead a las peticiones del fin del mundo, se apresuraron a decir quienes hicieron suya la odiosa comparación que le han achacado a la banda de Bellany desde su debut discográfico el 98 con el EP Muse. Y aunque las similitudes vocales entre el líder del trío y Thom Yorke son tan obvias como un vaso con agua, el grupo hace rato que dejó de nadar en las aguas de Radiohead, para buscar una bahía con personalidad propia, detalle que curiosamente consiguió sumando una docena de estilos en una melcocha con sabor a charquicán de rock progresivo, heavy metal, brit pop, pop de vanguardia, ópera, música docta, sonidos barrocos, guitarras incendiarias e incluso coqueteos con el más gringo rhythm & blues. Que en un mismo publico gritara una chica vestida con una camiseta de Pulp junto a otro con una de Dream Theater no tenía de raro, a nivel masivo Muse es tal vez la banda contemporánea que mejor ejemplifica la moral sónica del 2008, donde todo vale y donde no es inmoral batir punk con rock sinfónico en un tema de tres minutos y medio.
El mejor show del 2008. Absolutamente. ¿Y donde queda Bob Dylan? En la cancha de al lado, Dylan es un mito, no entra en estas comparaciones. Dylan es un hombre y una guitarra, no rock con efectos especiales. Dylan nos visitó en el crepúsculo de su carrera, Muse el 2008 equivale a Police tocando en la Quinta Vergara el 82 o un hipotético concierto en Chile de los Beatles el 64, una banda que simplemente nos incendia en su mejor momento. Y una banda que ha sabido reciclar con dignidad lo más fetichista del espectáculo rockero: hielo seco, pantallas de alta definición, juegos luminosos de todo tipo, proyecciones en 3D emulando holografías, etc. Y ahí esta la clave de la experiencia Muse, un recital que en las restas resultó más parecido a la secuencia final de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo que a cualquier otra cosa. Pero también un show que se encargó de derribar mitos, tal vez el más obvio que el virtuosismo aún tiene cabida en el pop masivo y que disfrazado de sensibilidad inglesa aún hay espacio para progresivo del más rimbombante, del mismo que alguna vez se burló la película Esto es Spinal Tap. Porque lo de Bellany y compañía vaya que estuvo lejos de la moral discoteque Blondie y de las poleras de Oasis, Blur y Suede que aparecían entre el público. Lo británico del trío es solo una cuestión de origen, porque en lo estrictamente musical, la ética del combo está más cerca de Rage Against the Machine, o incluso de Rush, Styx y Journey, que de cualquier melodía venida de Manchester.
Muse en Chile fue básicamente la obertura musical a una invasión extraterrestre. Misil tras misil, banda sonora alternativa para La Guerra de las Galaxias. Puntos fuerte, los cambios rítmicos y barrocos de “Butteflies and Hurricane”, la marcha apocalíptica de “Invisible”, el horror cósmico de “Hysteria” y la belleza ultraterrena de “Starlight”. Tras un breve intervalo de poco menos de diez minutos, Muse retornó para una breve segunda pata que se inició con los electrónicos acordes de “Take a bow”, esplendida pieza de tecno pop que recuerda al Depeche Modemás "darkie", el de la época de Black Celebration. La más atmosférica “Plug a baby” estiró el encore que terminó a lo grande con el armagedón cósmico de “Knight of Cydonia”, un apoteósico relato de amor sobre las arenas de Marte, adornado con coros polifónicos, homenaje, plagio y cita a los mejores momentos de Queen.

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1 Comentarios:

A la/s 3:59 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Nunca he escuchado a Muse. Pero Iron Maiden en marzo estuvo mitológico.

 

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