HOY: NERD AND THE CITY
Versión completa de la columna publicada hoy en Wiken. Como siempre, agradeceré comentarios en los blogs del gran periódico metropolitano.
NERD AND THE CITY
Series como Gossip Girl o Uggly Betty y películas como Sex and the City o El Demonio viste de moda son a ellas lo que Star Wars o Batman a los hombres. El ñoñismo femenino no tendrá figuras de acción, pero le sobran los zapatos caros.
–El estreno más infame del 2008 es Sex and the City –me decía hace poco un amigo cinéfilo. Cuando le pregunté porque tanto odio, me soltó un largo discurso acerca de lo superficial del producto. Que en el fondo no era más que un discurso misógino que limitaba lo supuestamente sofisticado de la mujer actual a la irreverencia de hablar de vibradores.
–¿Te gusta 24? –le pregunté –¿Star Wars, 007, Batman, Iron Man, Indiana Jones? –larga lista que motivó una seguidilla de afirmaciones, acompañadas de un extrañado, qué tenía que ver eso con Sex and the City.
–Todo. Si cuestionas los contenidos, lo verosímil y hasta la moral de Sex and the City tienes que hacer lo mismo con Star Wars. Criticar a Carrie Bradshaw por lo superficial de sus historias es un esfuerzo tan vano como pedirle profundidad a Iron Man o a Hulk.
Sex and the City, Gossip Girl, El diablo viste a la moda, The OC, The Hills son objetos de pasión nerd femenina, noñismo para ellas y punto. Si nosotros tenemos a los superhéroes y a las máquinas asombrosas, ellas tienen a neoyorquinas sofisticadas y bien vestidas. Son las reglas del cine y de la televisión comercial, evasión más marketing y punto, si te gusta tómalo, sino tienes de sobra para encontrar una alternativa. Míralo de este punto, en el plano sexual, no hay mucha diferencia (salvo que uno es hombre y la otra mujer) entre James Bond y Samantha Jones. Todos queremos la ropa, los autos y las chicas de 007. Todas quieren la ropa, el departamento y los chicos del personaje de Kim Carral.
Somos más ñoños de lo que aparentamos. Conozco tipos que son capaces de recitar todas las formaciones de la U o del Colo Colo, otros que saben exactamente que canciones tocaron los Beatles en sus conciertos en EE UU. Yo mismo, estoy sobre poblado de información inútil, como cuantas naves han llevado el nombre de USS Enterprise en la Federación Unida de Planetas, o que Optimus Prime es hermano de Ultra Magnus o que Legolas (Orlando Bloom) pestañea solo una vez en toda la trilogía “anillica” de Peter Jackson (cuando ve a Shadowfax, el caballo de Gandalf). Si, es frik, idiota incluso, pero no es menor que el nerdismo ha sido fuertemente respaldado por la valorización cultural del pop. O sea, sin nerds no tendríamos ni a Microsoft ni a Apple dominando al planeta, así de fundamental.
Pero el tema ha sido injustamente visto como un fenómeno de hombres, cuando ellas son tan o más ñoñas que nosotros. Me contaba un amiga que en su oficina, se están organizando para ir en grupo al estreno de Sex and the City. Las mismas que se reían cuando uno juntaba a sus amigos para ir en patota a ver una nueva Star Wars, ahora hacen los mismo con su gran epopeya masiva, porque en el fondo eso es esta película, una épica con zapatos Marc Jacobs en lugar de figuras de acción.
Por eso respeto tanto a Sex and the City, porque bajo su mascara de diseñadores caros, Prada y Sack Fift Avenue no hay más que un fetichista ejercicio de ñoñismo, porque en las reglas del pop que Carrie se encuentre finalmente con Mr. Big es tan detonante como oír a Vader confesándole su paternidad a Luk. O a John Locke descubriendo que en Lost, la isla puede ser movida.
Series como Gossip Girl o Uggly Betty y películas como Sex and the City o El Demonio viste de moda son a ellas lo que Star Wars o Batman a los hombres. El ñoñismo femenino no tendrá figuras de acción, pero le sobran los zapatos caros.
–El estreno más infame del 2008 es Sex and the City –me decía hace poco un amigo cinéfilo. Cuando le pregunté porque tanto odio, me soltó un largo discurso acerca de lo superficial del producto. Que en el fondo no era más que un discurso misógino que limitaba lo supuestamente sofisticado de la mujer actual a la irreverencia de hablar de vibradores.
–¿Te gusta 24? –le pregunté –¿Star Wars, 007, Batman, Iron Man, Indiana Jones? –larga lista que motivó una seguidilla de afirmaciones, acompañadas de un extrañado, qué tenía que ver eso con Sex and the City.
–Todo. Si cuestionas los contenidos, lo verosímil y hasta la moral de Sex and the City tienes que hacer lo mismo con Star Wars. Criticar a Carrie Bradshaw por lo superficial de sus historias es un esfuerzo tan vano como pedirle profundidad a Iron Man o a Hulk.
Sex and the City, Gossip Girl, El diablo viste a la moda, The OC, The Hills son objetos de pasión nerd femenina, noñismo para ellas y punto. Si nosotros tenemos a los superhéroes y a las máquinas asombrosas, ellas tienen a neoyorquinas sofisticadas y bien vestidas. Son las reglas del cine y de la televisión comercial, evasión más marketing y punto, si te gusta tómalo, sino tienes de sobra para encontrar una alternativa. Míralo de este punto, en el plano sexual, no hay mucha diferencia (salvo que uno es hombre y la otra mujer) entre James Bond y Samantha Jones. Todos queremos la ropa, los autos y las chicas de 007. Todas quieren la ropa, el departamento y los chicos del personaje de Kim Carral.
Somos más ñoños de lo que aparentamos. Conozco tipos que son capaces de recitar todas las formaciones de la U o del Colo Colo, otros que saben exactamente que canciones tocaron los Beatles en sus conciertos en EE UU. Yo mismo, estoy sobre poblado de información inútil, como cuantas naves han llevado el nombre de USS Enterprise en la Federación Unida de Planetas, o que Optimus Prime es hermano de Ultra Magnus o que Legolas (Orlando Bloom) pestañea solo una vez en toda la trilogía “anillica” de Peter Jackson (cuando ve a Shadowfax, el caballo de Gandalf). Si, es frik, idiota incluso, pero no es menor que el nerdismo ha sido fuertemente respaldado por la valorización cultural del pop. O sea, sin nerds no tendríamos ni a Microsoft ni a Apple dominando al planeta, así de fundamental.
Pero el tema ha sido injustamente visto como un fenómeno de hombres, cuando ellas son tan o más ñoñas que nosotros. Me contaba un amiga que en su oficina, se están organizando para ir en grupo al estreno de Sex and the City. Las mismas que se reían cuando uno juntaba a sus amigos para ir en patota a ver una nueva Star Wars, ahora hacen los mismo con su gran epopeya masiva, porque en el fondo eso es esta película, una épica con zapatos Marc Jacobs en lugar de figuras de acción.
Por eso respeto tanto a Sex and the City, porque bajo su mascara de diseñadores caros, Prada y Sack Fift Avenue no hay más que un fetichista ejercicio de ñoñismo, porque en las reglas del pop que Carrie se encuentre finalmente con Mr. Big es tan detonante como oír a Vader confesándole su paternidad a Luk. O a John Locke descubriendo que en Lost, la isla puede ser movida.
Etiquetas: Artículos propios, Chicas Guapas, Cine, Fuera de Foco, Ñoñología, Tendencias
5 Comentarios:
Estimado Ortega. Gran comentario. Me abriste los ojos. Por fin entendí el lugar en el mundo de SadC. Estaba a punto de anotar este como el blogpost más importante del año, hasta que en la última línea me cagaste con el spoiler de Lost, y ahora estoy obligado a bajar la cuarta temporada. Por tu culpa, por tu grandísima culpa. Hasta aquí llega nuestra relación lector-escritor.
Más enojado que la chucha,
Gabriel Medrano
Y bueno, los zapatos son Manolo Blahnik. Comprenderás que un error así no se puede dejar pasar...
M
Pancho, esta es una de las columnas más clever de los últimos tiempos. Eres la versión POP de la Pilar Sordo.
Confieso mi admiración.
Simplemente Genial O.o.
Hace tiempo salí del closet del ñoño y gracias a artículos como este me doy cuenta de que tomé la decisión correcta.
Es tan simple como que lo que hoy tenemos es cultura pop.Nada más. Es lo que nos rodea y si no eres capaz de verla, si te averguenzas de ver Iron Man, si no tienes una noción de los conflictos en el desarrollo de películas como SW o LODR, en el futuro te quemarán en la hoguera. Basta de quedarse con las críticas del señor Pasalacua. Basta de remitirse al "Cine Arte". Creo que mañana pocos recordarán La vie en Rose, pero si fuiste contemporáneo al estreno de The Avengers y no fuiste... ufffff
Más que felicitarte, te agradezco el artículo xD
en realidad la comedia de sex and the city marca cositas agradables y que realmente nos suceden a nosotras las mujeres, obviamente no estoy de acuerdo con el lado frio de SEXO simplemente por deporte, o porque te falta poco para los 60, es más la moda ni es tan bonita y seguro incomoda...jajajjjaa :)
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