VAMPIROFILIA
Versión completa de la columna publicada hoy en Fuera de Foco del Wiken. Como siempre, se agradecen comentarios en los blogs del decano.
¿QUÉ ONDITA CON CREPUSCULO?
Mi sobrina de 12 años está enamorada de Edward. Si hace un año su vida preadolescente giraba en torno a los galanes de High School Musical, en esta temporada vive y muere por Edward, un vampiro en el cuerpo de un chico de 17 años, “qué es más lindo que Brad Pitt y brilla con el sol”. Y yo que pensaba que los vampiros morían con el sol, pero en fin, algunas cosas cambian e incluso (depende del punto de vista) pueden ser para mejor. Hasta hace unos ocho meses, el libro más largo que había leído mi sobrina era una revista juvenil, este año se devoró casi 3 mil páginas de una “trilogía de 4 libros” firmada por Stephenie Mayer, la versión gringa de J.K.Rowling, un ama de casa muy gringa, muy ciudadana media y muy temerosa de Dios que se hizo millonaria con Crepúsculo, una singular versión vampira de Romeo y Julieta.
Meyer es responsable de uno de los éxitos literarios y cinematográficos más rentables de la década. Sus libros llevan dos años en los primeros puestos de Amazon y la película, una modesta adaptación de 15 millones de dólares, superó los 70 en dos días. Y aunque está lejos de ser una maravilla, vaya que funciona. Tiene a mi sobrina (y a todas las sobrinas del planeta) pegada a You Tube, llorando ante cada secuencia de la sinopsis, porque claro, el producto es sandía calada, una obra de arte de fantasía para las masas. Eso de que “sólo un vampiro puede amarte para toda la vida” es lo más efectivo para el corazón femenino desde Corin Tellado.
Datos: Si nuestros canales y productoras locales fueran más listas, estarían ya buscando series adolescentes con chupasangres sensibles e inquietantes, amores peligrosos y toda esa metáfora de popcorn, porque en los próximos años lo que viene es un revival vampírico gigante. Tanto que hasta Disney está tanteando terreno para un “High School Gothic”. Con mejor asesoría, Vasco Moulian y compañía, en lugar de mutar a Augusto “Amango” Schuster, nuestro Zac Efron, en un nerd basquetbolista (¿en Chile a quien le importa el básquetbol?) debieron haberle puesto colmillos, condenado a la inmortalidad y al amor imposible de una linda colegiala. La tajada “crepuscular” que hubiesen agarrado no sólo les garantizaba audiencia, sino incluso internacionalización. Tan difícil no es. Si Stephenie Meyer metió vampiros mapuches en su saga, era cosa de escarbar un poco nuestra historia, hasta una versión local de Drácula tenemos en la actual Recoleta de fines del siglo XIX.
No escribo sin base, estuve ahí, en la Feria del Libro, cuando Alfaguara vendió 300 copias en media hora del último libro de Crepúsculo. Por mi pega me llega harta información de la industria editorial y para el 2009-2010 van a publicarse casi ¡100 libros! sobre el tema, incluido el debut literario del director Guillermo del Toro, un remake en clave gótica de El libro de la Selva a cargo de Neal Gaiman e incursiones en el género de gente tan improbable como Paul Auster, además de la primera continuación oficial de Drácula de Bram Stoker, proyectos todos que ya están en carpeta para llevarse a la pantalla. El propio J.J.Abrams, adquirió los derecho de la notable película sueca Let the right one in (la mejor película del 2008 no estrenada en cines), una especie de E.T/Cuenta conmigo perversa, entre un chico desadaptado y una inquietante vampira de 12 años.
Y hacia el final de la lista True Blood, la serie más hot y sexy del 2008, literalmente una versión de Crepúsculo para mayores de 18. El estreno más exitoso de HBO desde Los Soprano, una serie extraña, perversa y con la mejor secuencia de créditos en años. Alan “Six Feet Under” Ball cogió una serie de inocentonas novelas de Charlaine Harris, la rival de Meyer y le metió maldad, el resultado, un deleite absoluto. Para las sobrinas e hijas, la inocencia oscura de Crepúsculo, para nosotros las camisetas ajustadas de Anna Paquin y Lynn Collins, la historia es circular y el vampiro siempre vuelve, es su maldición, la inmortalidad del pop.
Etiquetas: Cine, Fuera de Foco
4 Comentarios:
Es cierto Ortega, los creditos de True Blood son adictivos. Los veo y no puedo evitar que se me ericen los pelos cada vez.
Who wants to live forever? Ni los vampiros, creo...
Bueno. Pues lo que viene me parece bien porque me gustan los vampiros (incluyendo a Drácula). Los puristas que extrañan los vampiros oscuros y malignos, en lugar de quejarse, deberían proponer nuevas ideas en esa línea. Los vampiros adolescentes no tienen por qué chocar con los vampiros tradicionales. La novelas de Charlaine Harris no me engancharon tanto como la saga de "La Hermandad de la Daga Negra" de J.R. Ward. También es romance de vampiros pero con un argumento más elavorado y no apta para niñas porque tiene sexo explícito, al menos yo no dejaré que mi sobrina de 10 años las lea.
Saludos ;D
Vero Manríquez
Y su libro de cazadores de vampiro... para compenzar a tanto chupasangre nocturno
Buen punto sobre una version chilena de historia adolecente de vampiros, cambiar el basketball (yo lo jugaba, pero sinceramente no funka en Chile como pasion popular) hubiera sido mejor apuesta.
Lo de la vampirita de 12 años es un poco inquietanje...jurl jurl...
La ultima aventura de Curtney Crumrin trata sobre vampiros adolecentes, con un desarrollo mas "creible" sobre el mito en los mas jovenes...cuando haran peliculas de esa chica?
Un amigo escribio una historia corta de vampiros hace como 12 años atras; que me tentó mucho en dibujar, pero los acontecimientos hicieron que solo llegara a algunos bocetos de la accion, diseño de fondos y personajes, y encima se perdiera el original (en papel)lastima, me gustaba mucho, espero poder retomarla algun dia.
Gracias por el articulo!.
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