FORTEGAVERSO

lunes, febrero 22, 2010

IN ABSENTIA MORTIS SE DESPIDE



Después de casi 3 años y 24 episodios mensuales, la serie de terror chilena IN ABSENTIA MORTIS, concluye. A través de sus microrelatos, en formato de web comic fuimos dando forma al nuevo Dr. Mortis , antiguo personaje de terror chileno, creado por Juan Marino en 1945.
Las nuevas historietas fueron realizadas por un talentoso equipo de guionistas y dibujantes como el internacionalmente reconocido dibujante chileno Gabriel Rodríguez (Lock & Key) , el francés Olivier Balez (Angle Mort) e ilustradores como Claudio Romo, ganador del premio Amster Coré durante dos años consecutivos, además de la participación de escritores y guionistas como Sergio Amira, Luis Saavedra, Ángel Bernier, Mauricio Ahumada y un largo etcétera.
Hoy, esta saga se cierra con un último episodio que publicaremos mañana: PROMETEO, el último de la serie. Una historia escrita por Carlos Reyes G. y Miguel Angel Ferrada y dibujada por Italo Ahumada, episodio que cierra los hilos argumentales de la serie y prepara el terreno para llos futuros episodios.
Estamos orgullosos del resultado creativo de In Absentia Mortis y de todos los guionistas y dibujantes que la hicieron posible y que están debidamente acreditados en cada episodio.
Los invitamos a revisitar y comentar todos los episodios publicados en las tres temporadas que componen la saga, en: http://inabsentia.mortis.cl/

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lunes, agosto 17, 2009

17 PUNTOS SOBRE EL DR MORTIS



  1. Había algo dentro de la casa, estaba vacía pero el aire pesaba, se sentía denso, triste incluso, con un helado que no podía ser natural. “Alooo”, saludó la muchacha mientras abría con cuidado la puerta e ingresaba tímida al salón principal. No tuvo respuesta, no había nadie en casa…
  2. No había nadie en casa… No mires por la ventana… Cierra las cortinas cuando baje el sol… Hay algo bajo la cama… No te levantes, mantente a salvo bajo las sábanas…. ¿Y si tengo ganas de hacer, mamá?... Aguántate, es mejor a que te agarren en el pasillo oscuro. Al final el mejor de los horrores es el cotidiano, lo sobrenatural del noche a noche, lo que sucede y te hace saltar el corazón y te arruga la garganta cuando tienes que apagar la luz y te das cuenta que no hay nadie en casa.
  3. Una verdad biográfica. Tenía ocho años, me acababa de acostar y juro, hasta el día de hoy juro, que había alguien dentro de mi habitación. Lo sentí sentarse, pesar sobre mis pies. “Mamá” llame. Pero no fue mi madre quien contestó.
  4. Otra verdad biográfica. Caras. Si hay algo que me aterraba de chico era ver caras. Me explico: rostros que se escapaban al orden establecido, que miraban con ojos negros y sonrisas abiertas de cuajo, con dientes amenazantes tras los labios y una expresión indudable de que eso, lo que estaba mirándome era malo. No podía ser de otra forma.
  5. Caras. Ranking de caras que me dejaron pegados, con noches en vela, muerto de miedo. Barlow, el vampiro azul, mutante nosferático de Salems Lot (o la Noche o la Hora del Vampiro), esa cara demoniaca ligeramente simiesca que se aparece en El Exorcista (en la original una sola vez, en la reestrenada mira desde una pared) y la tercera… Eso fue casual. Estaba hojeando en casa de mis abuelos un ejemplar viejo de revista Ercilla de la editorial Zigzag, cando doy vuelta la página y me encuentro con un ser calvo, de rostro triangular, verdoso, colmillos afilados que mirada desde las nubes, como un carruaje se enfrentaba a una noche de tormenta. Y abajo, la chica escotada, bella y en peligro, como debía ser. Enmarcando el cuadro, el mensaje: EL SINIESTRO DOCTOR MORTIS. En tu kiosco…
  6. El Dr. Mortis. Y entonces la teja me corrió. Por eso un tío me metía miedo con Mortis. Cómete la sopa que viene Mortis, cuidado con el doctor Mortis. Es que tu eres muy chico, tu no alcanzaste a escuchar al Dr. Mortis, me hablaban como si se refirieran a una persona real. Durante un tiempo yo pensé que se trataba de una persona real, ¿acaso no lo era?
  7. El Dr. Mortis fue una persona real. Lo es, porque no ha muerto, porque no puede morir. Está más allá del bien y el mal. Más allá de las fronteras físicas y síquicas. Es parte de nuestra historia, nuestro legado cultural.
  8. ¿Qué es Mortis? Mortis es todo.
  9. Tys Morgan gritan desde una esquina perdida, aullando como lobos en medio de la nada. Mortis es una herencia, nuestro legado al genero fantástico, al horror sobrenatural. Mortis es nuestro Drácula, nuestro Frankenstein han dicho algunos, nuestro hombre lobo, nuestra Universal y nuestra Hammer… Todo eso es verdadero.
  10. Pero también falso. Mortis es Mortis, porque funciona como todos ellos juntos. Un maelstrom, un piélago donde todos los monstruos funcionan como un todo por acumulación. Mortis es el monstruo definitivo, elk engendro del fin del mundo desde el fin del mundo.
  11. Bienvenidos a Chile un país maravilloso, un país oscuro, formado por serpientes primordiales, donde penaduras y culebrones llenan titulares de los diarios. Donde un militar es raptado por marcianos en plena dictadura. Donde sus mayores héroes se contactaban con el otro mundo o planeaban secretos dentro de logias iluminadas. Un país donde la magia es tan habitual que no nos damos cuenta, donde habitamos con horrores primordiales, donde Mortis tenía que hincar sus dientes, era necesario. ¿De dónde viene Mortis? Del corazón de los Andes, de la caverna más oscura de Chiloé. de La Ciudad de los Césares, de una ceremonia mapuche, del hueco al centro de la Tierra… del volcán Melimoyú.
  12. Monstruos patrios, patas de perro, alsino, el mudito de Donoso, por qué no meter a Mortis en la lista. ¿Es Juan Marino menos escritor que José Donoso, no lo creo?
  13. Cuentos de terror, cómic de terror, historias de espanto escritas, orales o dibujadas son parte de nuestra vida. Mortis es el mal, el que vigila desde el tiempo, el que nos aterra con su materialidad tan inmaterial.
  14. Mortis. Esta antología, este libro rojo, debería estar ya en los planes de lectura obligatoria, demostrando que en Chile alguna vez se hizo horror con botas pesadas, con pesadillas que no tenían nada que envidiarle a lo que venía de afuera. Poe-Lovecrat-Marino/Usher-Cthulhu-Mortis, satanicas trinidades, amen. A las escuelas se ha dicho. Si los argentinos metieron a El Eternauta porque nosotros no meter muertos vivos.
  15. La cara de Mortis, el rostro del mal, todavía hoy lo tengo presente como parte fundamental de los grandes terrores de mi vida. El mayor de todos, no lo sé, pero si uno que me dejó marcando ocupado. 1997, casi veinte años después de ver esa cara tuve un cómic de la gran M por fin en mis manos, los círculos siempre se completan.
  16. Y si. Nunca supe lo que sentó a los pies de mi cama esa noche. Pesaba y helaba, después descubrí, y no es chiste, que no era a la única persona que le había pasado. La población Quilapán de mi Victoria natal estaba construida sobre un cementerio mapuche. Hace poco le conté a mi mamá lo de la cama, ella me respondió: “no es nada comparado con lo que he sentido yo, como del doctor Mortis”. Sincronía, la casualidades no existen.
  17. Entonces la niña siguió recorriendo la casa, mirando las paredes y los rincones, buscando algo, algún indicio que le revelara desde cuando la casa estaba vacía. No lo estaba, pero por supuesto, cuando notó que alguien la espiaba tras su espalda, ya era demasiado tarde, las garras ya estaban alrededor de su garganta, de las gargantas de todos. Larga vida al rey, salve Mortis.

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