FORTEGAVERSO

miércoles, julio 27, 2005

COSAS DE HOMBRES

Este artículo fue mi primera colaboración de no ficción en la Zona de Contacto. Tambien me sirvió para aprobar la clase de Redaccion en la UC a cargo de Marta Blanco. Nunca tuve claro si era un grito desesperado o una ensalada fresca de lugares comunes. Lo freak es que a mucha gente le gustó y termine guionizando y protagonizando un reportaje de "El Mirador" de TVN basado en esta columna. Idolo de TV por una noche. Cosas que pasan.

El artículo apareció en Octubre de 1995, en la Zona de Contacto, El Mercurio.

Los Nuevos Hombres Lloran Demasiado.

Erase una vez un hombre llamado McCoy. Era valiente y justo; grande y viril. Mascaba tabaco, bebía whisky de la botella y usaba sus armas en contra del villano de turno con la misma destreza con que seducía a la rubia de turno. McCoy era el hombre que todos querían ser: el soldado, el vaquero, el héroe.
Han pasado los años desde esos tiempos de gloria del viejo oeste y los hombres de ahora deben enfrentar batallas peores que cualquier amenaza apache.
Han tenido que ver cómo sus esposas, sus novias y hasta sus madres se han puesto pantalones, incinerado sus sostenes y ocupado la oficina de la gerencia. Se han visto obligados a aprender que cuando una mujer dice no, significa no. Cambian pañales, crían niños, usan condones y cocinan vegetariano. Los machos de hoy han tenido que aprender a decir te quiero, tengo miedo y soy débil . Pero por sobre todo, los hombres de hoy han tenido que aprender a llorar.
La lección no ha sido fácil. Estos son tiempos confusos para el universo masculino. Los mensajes que el hombre de los años noventa recibe respecto a lo que significa ser hombre no sólo son desconcertantes, sino muchas veces contradictorios. Por ejemplo; Bill Clinton, el presidente del país más poderoso del mundo, tiene que aceptar que el 60% de los norteamericanos piensen que su esposa Hillary haría una presidencia mejor que la suya.
Super suave
La revolución no es nueva. Comenzó en 1970 con el surgimiento del llamado Hombre Suave . Este ejemplar idealista, bien intencionado, pacifista y ecologista, se preocupó no sólo de agradar a su madre, sino a la mujer que tenía al lado, que ya no fue su mujer, sino su compañera . Fue el hombre que fumó hierba e hizo el amor y no la guerra. John Lennon y Peter Fonda aplastaron al hombre de los años cincuenta bajo el signo de la paz.
Para el universo masculino, los ochentas fueron años de nueva energía y gloria. Las economías libres, las películas de Rambo y los gobiernos conservadores tenían ese agradable aroma a lo tradicional. Donad Trump manejaba Nueva York y Ronald Reagan y George Bush la Casa Blanca. Las guerras pasaron del lejano oeste a la Bolsa de Valores y, al igual que McCoy, el hombre de los ochentas también tuvo un enemigo con quien lidiar.
Sin embargo, aunque la batalla fue exitosa, el botín obtenido no fue suficiente para cubrir las pérdidas y, mucho menos, para dar un nuevo sentido al ser hombre . Trump se declaró en quiebra y tuvo que pagar un millonario divorcio que dejó a su esposa rica, famosa, libre y feliz. Rambo Stallone tuvo que tragarse sus hormonas cuando encontró a su esposa, la andrógina Brigitte Nielsen, con otra mujer en su cama. Ronald y George vieron desaparecer su poder en manos de un hombre que no sólo apoya la entrada de los gays al Ejército y el derecho al aborto, sino que además tiene una esposa profesional, exitosa y carismática. Y Superman, el máximo ejemplo del poder y el ejemplo masculino, falla por primera vez en los comics y muere destrozado en los brazos de su amada.
Los años noventa encuentran al hombre en estado de confusión total. Hoy da lo mismo ser socialista que momio, libremercadista o estatista. Las guerrillas que antes lucharon por el ideal de libertad, ahora luchan por unos gramos de cocaína. Hasta la guerra del Golfo, la más segura de todas, la eterna, la que nunca se iba a acabar, no duró más que un par de meses.
Las mujeres tampoco son lo que eran y ahora cualquier hombre que se quede sentado leyendo el diario mientras su pareja se levanta a lavar los platos corre el peligro de ser llamado cerdo machista . Si uno le comenta a la compañera de oficina o universidad qué bien le queda la minifalda, puede terminar en un juicio por acoso sexual .
En medio de toda esta confusión, los hombres han optado por el silencio y por el llanto. Atrás quedaron los machos recios y los hombres fuertes. Bienvenido sea el poeta y el romántico. Un nuevo héroe que se ejemplifica en la imagen de un Anthony Hopkins en Lo que queda del día, un tipo de silencios y lágrimas contenidas, o de Ethan Hawke en Antes de Amanecer, mirando con timidez y jugando juegos tontos pero cotidianamente simples con su compañera, juegos que a McCoy le hubieran dado vergüenza.



4 Comentarios:

A la/s 7:54 p. m., Blogger jfhurtado dijo...

oiga señor ortega
le felicito por su productividad pero quisiera hacerle un comentario constructivo -aunque no soy escritora de blogs-

"NO ESCRIBA TAAAAANTOOOOOO"

es que esos ladrillazos me dan un poco de jaqueca.
Por lo demas esta bueno su blog, aunque eche de menos imagenes de esos caballeros anti super heroes como Roscharch y demases. Digale de pasada a su amigo Copano que escribe muy corto y que parece telegrama.

Me voy a tomar un juego de zanahoria para mejorar la vista y leerlo mejor.

zanahorias

saludos Marta Blanco (pepe disfrazado de)

 
A la/s 1:30 a. m., Blogger Andrea dijo...

Pancho, este comentario no es por tu post, sino para decirte q te adoro.

me gustó tu blog. bienvenido.

y sería.

 
A la/s 10:14 a. m., Blogger La mona del mameluco dijo...

Watch out miss amnesia!!!

 
A la/s 10:10 a. m., Blogger F. Ortega dijo...

3 en 1

DON PEPON, gracias por sus sabios consejos y el apoyo. Cuidese.

ANDREA, grax, pero no me adores... en serio. m conformo con caerte bien.

LADY lETRA CHICA, usted sabe el resto de la historia. Lea ME ARRENDE, el primer post

 

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