MASCARAS URBANAS (3ª Parte)
La edad de plata
El mundo del cómic habla de los años sesenta como Edad de Plata, periodo en que el surgimiento de los personajes de Marvel, como Spider-Man, los Cuatro Fantásticos, Hulk y los X-Men, y la reformulación de los clásicos campeones de DC Comics le dieron un nuevo espaldarazo a la imagen del héroe disfrazado. Pero al contrario que lo ocurrido a fines de los treinta, en esta ocasión no se repitió en las grandes ciudades una plaga de sujetos anónimos intentando imitar las hazañas de los personajes de papel. Sí hubo denuncias de justicieros urbanos, cazadores de criminales que tomaron la justicia en sus manos, pero ninguno de ellos vistió un traje multicolor y cubrió su rostro con un antifaz ridículo. Esos tiempos ya eran historia y si debían regresar era por obra y gracia de la publicidad y campañas gubernamentales. Los superhéroes chilenos de la década de los 60 tuvieron más que ver con Ordenipatria que con El Sereno y –mucho menos- con el Llorón.
Nuestra Edad de Plata comenzó oficialmente el 30 de Mayo de 1962, cuando en la ceremonia de inauguración del Séptimo Campeonato Mundial de Fútbol en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, el Presidente de la Federación de Fútbol, Juan Goñi presentó ante la enardecida multitud a La Selección Tricolor, los vigilantes oficiales de Mundial y la nueva generación de Superhéroes Chilenos. La idea de crear este equipo fue del propio Carlos Dittborn, gestor del evento deportivo, fallecido meses antes. Dittborn encargó a un equipo especial del departamento de prensa y relaciones públicas de la organización del campeonato que crearan un símbolo. Pero uno diferente, concreto, más allá de las tradicionales e infantiles mascotas mundialeras. Pedro Fornazari, jefe de Prensa, contrató a Mario Uso, destacado y veterano ilustrador chileno de ascendencia italiana para que ideara este solicitado símbolo. Y Uso era sin lugar a dudas la persona idónea. En su currículo destacaba la creación y el diseño de Ordeinapatria, el más popular de los campeones patrios. El estudio de Uso y asociados propuso a la Federación la creación de un equipo de superhéroes inspirados en la Selección Nacional, el cual apropiadamente fue llamado Selección Tricolor ya que sus uniformes y capas ostentarían los simbólicos colores patrios. Juan Francisco Iturra, secretario de Prensa del Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez vio con buenos ojos esta iniciativa y dio todo el apoyo del Estado a ella. La Selección Tricolor no sólo debía ser un símbolo futbolístico, sino también un icono de esperanza nacional tras el devastador terremoto de 1962. Y así fue. Tanto que jamás nadie se preguntó porque no habían aparecido un par de meses antes para ayudar a los damnificados en el pavoroso cataclismo que prácticamente sepultó a la sureña ciudad de Valdivia.
El propio Ordeinpatria, en su regreso a la acción, presentó en la inauguración del Mundial del 62 a la flamante Selección Tricolor, comandada por el delantero, Capitán Tricolor e integrado por Portero Tricolor, el rudo del equipo; Defensor Tricolor, el joven impetuoso; Juez Tricolor, el cerebro y arbitro y Señorita Tricolor, la bella de bellas, figura que no tenía mucho que ver con el fútbol pero que dio el toque sensual y femenino al equipo, además de aportar la siempre necesaria tensión sexual entre sus integrantes. Por casi ocho años, entre 1962 y 1969, la Selección Tricolor, acompañada Ordenipatria protagonizaron giras, radioteatros y revistas de historietas[1]. Inspiraron muñecos de acción y fueron el sueño de cada niño. Todos querían ser miembro de la Selección Tricolor. De hecho su popularidad sólo fue equiparada por la de los nuevos cantantes chilenos de la llamada Nueva Ola. Sin embargo, ni el arrastre de figuras como los Red Junior (cuyo nombre se pensó a partir de una estrategia para crear un equipo de héroes cantantes) o la de José Alfredo Fuentes tuvo el poder popular de un Capitán o un Portero Tricolor.
Pero el ritmo de las cosas cambió el 20 de Julio de 1969. Ese día el astronauta norteamericano Neil Armstrong pisó la superficie lunar. El acto no sólo marco un gran salto para la humanidad, sino el fin de los superhéroes como campeones favoritos de la imaginación. Los niños y adolescentes ya no querían ser vigilantes enmascarados, sino ir a la luna en un cohete. La carrera espacial dejó claro que no se necesitaban ni identidades secretas ni poderes extraordinarios para convertirse en el mayor de los héroes. Mario Uso y su equipo de dibujantes intentaron darle un nuevo impulso a la Selección Tricolor, matando al veterano Ordenipatria en una de las aventuras más tristes de la historia superheroica nacional y reemplazándolo luego por Astro Chileno, el primer cosmonauta de este lado del mundo. Pero no dio resultado. Como tampoco sucedió con la magnífica boda de Señorita Tricolor con Capitán Tricolor. Evento esperado por años pero que, paradójicamente, cuando sucedió, no fue aclamado por las masas. El 20 de Febrero de 1970 se disolvía la Selección Tricolor y con ella acabó nuestra edad de Plata.
Pasarían diez años antes de que volviéramos a tener nuevas Máscaras Urbanas. (CONTINUARA)
[1] Las Asombrosas Aventuras de Ordenipatria y la Selección Tricolor. Varios Autores. Ed. Zig Zag, 1964.
3 Comentarios:
Qué es esto? Nuestro Michael Chabon criollo?
Acabo de darle en mis vacaciones a kavalier y Clay y está muy bueno!
Me gusto tu relato.
Aunque no mucho que ahora deba hacer un informe para literatura de ello. En fin... ya se va el semestre.
Saludines!
está de lolo
lo leí pk el profe de estudios literarios hará una prueba y va a entrar. yo pensaba ke el texto sería diferente.
ahora me pregunto para ke kerrá ke leamos esto
:)
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