THE EGO HAS LANDED.... A VECES ES NECESARIO
He incluso hace bien. La cosa es simple. El viernes recién pasado la Revista de Libros de El Mercurio "bendijo" a cuatro escritores "jóvenes" que editarán este año. Y bueno, me apuntaron entre ellos. Es raro sentirse "importante", también un poco ridículo. Nada que decir, un honor aparecer caricaturizado en portada del ya mítico suplemento en compañía de Larisa Contreras y mis amigos personales, Pato Jara y Pepi Viera-Gallo. Este fue "mi" extracto.
Publicado originalmente el viernes 17 de febrero del 2006 en Rev de Libros, El Mercurio.
Novela Pop
En 1994, Francisco Ortega publicó su primera novela, 60 kilómetros (Editorial Los Andes). Como cuentista, ha participado en las compilaciones Música ligera (Grijalbo, 1994), Disco duro (Planeta, 1998), Cuentos extraviados (Alfaguara, 1997. Relatos finalistas del Concurso de Revista "Paula"), Cuentistas para el siglo XXI (DIBAM, 1997) y Mp3 (Andres Bello, 2003). En julio de este año, Editorial Planeta publicará la novela El número Kaifman.
Como periodista, ha escrito críticas de cine para "Wikén". Es colaborador de "Rolling Stone" (Chile) y "Capital". Junto a Felipe Bianchi y Alejandro Alaluf, conduce el programa "'Levántate y anda", de Radioactiva. Otra de sus facetas es la escritura de guiones. "Se arrienda" (2005), co-escrito junto a Alberto Fuguet, es su primer proyecto cinematográfico. En la actualidad colabora en la asesoría narrativa de la película "Santos", de Nicolás López.
¿Qué elementos compartes y cuáles te diferencian de otros escritores chilenos de tu edad?
No sé. Elementos que podemos tener en común parten y terminan en una cuestión de edad, eso te marca como generación (desde un punto de vista amplio, no estrictamente literario). Tener 32 años en el Chile del 2006 te gatilla ya a haber crecido en un momento clave de la historia nacional, un momento que nos marcó a todos. Y en este punto está mi diferencia, si es que la hay. Yo no crecí en Santiago, ni siquiera en una ciudad grande. Hasta los 18 viví en Victoria, un pueblo en medio de la Novena Región donde los ochenta se vivieron encapsulados, donde las cosas eran muy distintas a como pasaban acá, en la capital. Y eso - se quiera o no- ya te aparta de mucha gente de mi edad. Las obsesiones son distintas. Es como ser provinciano dentro de lo provinciano que es Chile. Ahora - en lo estrictamente literario- mi parada es y ha sido, desde siempre, la novelística vista como pop, jugar con estímulos mediales, escribir como quien escribe una serie televisiva o un guión de cómic. Prefiero contar de superhéroes y marcianos a seguir pegado en el leit motiv del daño que ha estancado mucho a nuestra literatura. En este sentido, y de la gente que ha publicado recientemente, con quien más me siento en sintonía - en la ficción- es con Jorge Baradit, que virtudes o defectos aparte, ha sacudido la temática narrativa chilena con Ygdrasil, desempolvando de paso la rica - y oculta- tradición fantástica de nuestra escritura. Fuera de la ficción, creo que gente como Álvaro Bisama (Postales urbanas) y Óscar Contardo y Macarena García (La era ochentera) está en la vereda que me interesa.
¿te sienes parte de una generación de relevo en la narrativa chilena?
Para nada. Hace mucho tiempo que no hay una generación literaria chilena. La Nueva Narrativa fue una movida comercial, sin parámetros estilísticos comunes. Cada año salen nuevos e interesantes autores, pero de ahí a hablar de una generación, cero. El apelativo de generación tiene algo de romántico, que apela a rencillas, uniones y amistades. Yo no veo nada de eso.
Tu primera novela data de 1994, ¿Por qué demoraste tanto en volver a publicar otra?
Básicamente porque 60 kilómetros fue una novela apresurada y esa también es su gracia. En estos doce años, escribí mucho. Novelas incompletas, cuentos para talleres y concursos. Publicar o no, al final es un detalle. Aproveché de hacer harto periodismo y meterme a talleres con gente tan diversa como Carlos Franz y Poli Délano. Quizás pude publicar antes, quizás no, al final es una cuestión re subjetiva. El número Kaifman fue también un proyecto que entusiasmó a la gente de Planeta, de no haber pasado, quizás seguiría al otro lado de la cuadra. A mí, para nada me preocupa haber pasado doce años sin sacar nada, más me hubiese preocupado no escribir ficción en ese período. Pero gasté teclas y hojas, no todo se terminó pero sirvió de ejercicio, como gimnasio.
¿Cuáles son los principales cambios que ha experimentado tu narrativa en estos casi doce años?
Así, fríamente, creo que una cuestión estructural. Me enrolla mucho que las frases tengan un ritmo y sean fáciles de leer para el lector. Usar mejor la puntuación y un montón de factores casi matemáticos de la escritura. Antes escribía a pulso, con inocencia y más libertad. Igual echo de menos esa etapa, pero bueno, supongo que es el precio de los años. O algo así.
He incluso hace bien. La cosa es simple. El viernes recién pasado la Revista de Libros de El Mercurio "bendijo" a cuatro escritores "jóvenes" que editarán este año. Y bueno, me apuntaron entre ellos. Es raro sentirse "importante", también un poco ridículo. Nada que decir, un honor aparecer caricaturizado en portada del ya mítico suplemento en compañía de Larisa Contreras y mis amigos personales, Pato Jara y Pepi Viera-Gallo. Este fue "mi" extracto.
Publicado originalmente el viernes 17 de febrero del 2006 en Rev de Libros, El Mercurio.
Novela Pop
En 1994, Francisco Ortega publicó su primera novela, 60 kilómetros (Editorial Los Andes). Como cuentista, ha participado en las compilaciones Música ligera (Grijalbo, 1994), Disco duro (Planeta, 1998), Cuentos extraviados (Alfaguara, 1997. Relatos finalistas del Concurso de Revista "Paula"), Cuentistas para el siglo XXI (DIBAM, 1997) y Mp3 (Andres Bello, 2003). En julio de este año, Editorial Planeta publicará la novela El número Kaifman.
Como periodista, ha escrito críticas de cine para "Wikén". Es colaborador de "Rolling Stone" (Chile) y "Capital". Junto a Felipe Bianchi y Alejandro Alaluf, conduce el programa "'Levántate y anda", de Radioactiva. Otra de sus facetas es la escritura de guiones. "Se arrienda" (2005), co-escrito junto a Alberto Fuguet, es su primer proyecto cinematográfico. En la actualidad colabora en la asesoría narrativa de la película "Santos", de Nicolás López.
¿Qué elementos compartes y cuáles te diferencian de otros escritores chilenos de tu edad?
No sé. Elementos que podemos tener en común parten y terminan en una cuestión de edad, eso te marca como generación (desde un punto de vista amplio, no estrictamente literario). Tener 32 años en el Chile del 2006 te gatilla ya a haber crecido en un momento clave de la historia nacional, un momento que nos marcó a todos. Y en este punto está mi diferencia, si es que la hay. Yo no crecí en Santiago, ni siquiera en una ciudad grande. Hasta los 18 viví en Victoria, un pueblo en medio de la Novena Región donde los ochenta se vivieron encapsulados, donde las cosas eran muy distintas a como pasaban acá, en la capital. Y eso - se quiera o no- ya te aparta de mucha gente de mi edad. Las obsesiones son distintas. Es como ser provinciano dentro de lo provinciano que es Chile. Ahora - en lo estrictamente literario- mi parada es y ha sido, desde siempre, la novelística vista como pop, jugar con estímulos mediales, escribir como quien escribe una serie televisiva o un guión de cómic. Prefiero contar de superhéroes y marcianos a seguir pegado en el leit motiv del daño que ha estancado mucho a nuestra literatura. En este sentido, y de la gente que ha publicado recientemente, con quien más me siento en sintonía - en la ficción- es con Jorge Baradit, que virtudes o defectos aparte, ha sacudido la temática narrativa chilena con Ygdrasil, desempolvando de paso la rica - y oculta- tradición fantástica de nuestra escritura. Fuera de la ficción, creo que gente como Álvaro Bisama (Postales urbanas) y Óscar Contardo y Macarena García (La era ochentera) está en la vereda que me interesa.
¿te sienes parte de una generación de relevo en la narrativa chilena?
Para nada. Hace mucho tiempo que no hay una generación literaria chilena. La Nueva Narrativa fue una movida comercial, sin parámetros estilísticos comunes. Cada año salen nuevos e interesantes autores, pero de ahí a hablar de una generación, cero. El apelativo de generación tiene algo de romántico, que apela a rencillas, uniones y amistades. Yo no veo nada de eso.
Tu primera novela data de 1994, ¿Por qué demoraste tanto en volver a publicar otra?
Básicamente porque 60 kilómetros fue una novela apresurada y esa también es su gracia. En estos doce años, escribí mucho. Novelas incompletas, cuentos para talleres y concursos. Publicar o no, al final es un detalle. Aproveché de hacer harto periodismo y meterme a talleres con gente tan diversa como Carlos Franz y Poli Délano. Quizás pude publicar antes, quizás no, al final es una cuestión re subjetiva. El número Kaifman fue también un proyecto que entusiasmó a la gente de Planeta, de no haber pasado, quizás seguiría al otro lado de la cuadra. A mí, para nada me preocupa haber pasado doce años sin sacar nada, más me hubiese preocupado no escribir ficción en ese período. Pero gasté teclas y hojas, no todo se terminó pero sirvió de ejercicio, como gimnasio.
¿Cuáles son los principales cambios que ha experimentado tu narrativa en estos casi doce años?
Así, fríamente, creo que una cuestión estructural. Me enrolla mucho que las frases tengan un ritmo y sean fáciles de leer para el lector. Usar mejor la puntuación y un montón de factores casi matemáticos de la escritura. Antes escribía a pulso, con inocencia y más libertad. Igual echo de menos esa etapa, pero bueno, supongo que es el precio de los años. O algo así.
8 Comentarios:
Lo leí. Todo un bookstar...
Esperamos ansiosos El Número Kaifman. Leí uno de tus anticipos publicados en este mismo blog, y promete bastante.
Un abrazo grande
C.
suelta mas anticipos
uno semanal que sea!!
Oh si! ahora estaba ordenando los diarios de la semana pasada y derrepente veo tu caricatura en la revista de libros y quedé pasmada, no sé...
Oye nunca tan chanta! podrías haber subido el artículo completo y destacar el tuyo... por otro lado, como te sientes ridículo! te sientes la raja si te entrevistan con tus pares es emocionante.
Cuándo vuelve el flojo de Felipe a retomar su trabajo?
grax a todos
lo de subir el articulo completo, ok, válido, pero este blog es mi autoservicio egométrico
app
y Felipe vuelve el lunes
te vi en la rev de libros, gran caricatura, gran foto
debo decir que te ves muy guapo
como distante y algo oscurito
lástima que no estés disponible
y como me soplaron por ahi
muy enamorado...
smart girl es una suertuda
Bien Ortega, más entretención, menos Coronación.
Saludos!
Es verdad Pancho. Estai super rico. Ojala Smart Girl te compartiera o por ultimo accediera a que hicieramos un trio.
Así que eres de Victoria?
Mi familia es de alla =)
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