MOBY DICK... O MOCHA DICK
Encontre en la web, este artículo quer publiqué hace siglos en la difunta Virtualia.com. Un homenaje a una de mis historias favoritas de todos los tiempos.
Publicado en el 2002 en Virtualia.com
La verdadera Moby Dick
Una de las obras más importantes de la literatura norteamericana tiene una vinculación directa con Chile. Para escribirla, Herman Melville se basó en los relatos orales de balleneros que hablaban de un feroz cachalote blanco que merodeaba por las cercanías de la Isla Mocha. Lo llamaban Mocha Dick.
A fines del siglo XIX, un ex marinero e iniciado escritor envió a las editoriales neoyorquinas un voluminoso manuscrito de casi quinientas páginas, titulado La Ballena. Nadie lo tomó en cuenta y tuvieron que pasar diez años para que alguien descubriera el valor literario de la obra. Y el mérito fue de los franceses. En 1880, se publicó en París el libro de Herman Melville, ahora bajo el título de Moby Dick, o La Ballena Blanca. Un relato marinero que narraba el viaje de Ismael en el ballenero Pequod, la vida en el mar y sobre todo la aventura de un desquiciado capitán llamado Achab. Un hombre vengativo, mutilado por una gigantesca ballena blanca a la cual los marineros llamaban Moby Dick. Achab conduce al Pequod y a sus hombres en un viaje sin retorno. A un combate definitivo entre un hombre loco y una bestia magnífica.Tuvieron que pasar casi treinta años para que una nueva generación de críticos y autores redescubrieran el libro de Melville y lo elevaran a la gloria.
A fines del siglo XIX, un ex marinero e iniciado escritor envió a las editoriales neoyorquinas un voluminoso manuscrito de casi quinientas páginas, titulado La Ballena. Nadie lo tomó en cuenta y tuvieron que pasar diez años para que alguien descubriera el valor literario de la obra. Y el mérito fue de los franceses. En 1880, se publicó en París el libro de Herman Melville, ahora bajo el título de Moby Dick, o La Ballena Blanca. Un relato marinero que narraba el viaje de Ismael en el ballenero Pequod, la vida en el mar y sobre todo la aventura de un desquiciado capitán llamado Achab. Un hombre vengativo, mutilado por una gigantesca ballena blanca a la cual los marineros llamaban Moby Dick. Achab conduce al Pequod y a sus hombres en un viaje sin retorno. A un combate definitivo entre un hombre loco y una bestia magnífica.Tuvieron que pasar casi treinta años para que una nueva generación de críticos y autores redescubrieran el libro de Melville y lo elevaran a la gloria.
Con cientos de ensayos, interpretaciones y cátedras universitarias dedicadas en exclusiva a ella, Moby Dick se levanta como el clásico más importante de la literatura norteamericana. Cita obligada de quien quiera escribir sobre obsesiones, e indudablemente, la primera gran novela moderna. Sin embargo, y ya fuera de su valor artístisco y literario, hay un detalle de la novela de Melville que no deja de ser interesante. Sus fuentes.
Ismael, el narrador, habla en su relato que Moby Dick es una especie de ángel vengador enviado por Dios para castigar las injusticias cometidas por los capitanes en sus viajes. En otra ocasión se detalla como el leviatán blanco intenta liberar a una ballena atrapada por cuerdas y arpones. Y para ser más específico, Ismael también cuenta la historia de una feroz ballena que habita en las costas de Chile. Precisamente ésta es una de las fuentes de Moby Dick.
Fuera de la fantasía literaria y los elementos misteriosos con que Melville dota a su mítica criatura, los cachalotes blancos no son tan extraños como uno pudiera pensar. Afectadas por una extraña enfermedad cutánea, estas ballenas blancas sufren, aparte de su inusual coloración, de corta vida y tienen la curiosa característica de crecer más que sus congéneres. Mientras un cachalote común y corriente rara vez pasa de los 20 metros de largo, un albino llega fácilmente a los 30, acercándose al tamaño de la ballena azul.El escritor unió estos albinos especímenes al mito de Mocha Dick.
El incidente Essex
Fuera de la fantasía literaria y los elementos misteriosos con que Melville dota a su mítica criatura, los cachalotes blancos no son tan extraños como uno pudiera pensar. Afectadas por una extraña enfermedad cutánea, estas ballenas blancas sufren, aparte de su inusual coloración, de corta vida y tienen la curiosa característica de crecer más que sus congéneres. Mientras un cachalote común y corriente rara vez pasa de los 20 metros de largo, un albino llega fácilmente a los 30, acercándose al tamaño de la ballena azul.El escritor unió estos albinos especímenes al mito de Mocha Dick.
El incidente Essex
1840. Era un rumor fuerte entre la comunidad ballenera norteamericana de Nantucket, los que en sus cruceros de tres años recorrían el océano matando a sus mayores habitantes. Si hay alguien responsable de la casi extinción de estos magníficos animales, esos fueron los balleneros de Nantucket. Pero ellos le temían a algo. Un monstruoso y gigantesco cachalote blanco que merodeaba alrededor de la isla Mocha, en la costa del sur de Chile. Dueño de un color y tamaño inusual para su especie, y de una ferocidad del demonio, la criatura helaba la sangre de marineros y pescadores. Quienes la habían divisado decían que estaba lleno de cicatrices, que llevaba arpones clavados en el lomo y que arrastraba las tablas de decenas de botes que habían intentado acercarse para cazarlo. Los balleneros llamaban a esta ballena con el apodo de Mocha Dick.
Melville había escuchado el relato mientras era tripulante del ballenero Typee y no le había prestado mucha atención. Parecía una historia más, entre las tantas que se escuchaban en alta mar. Hasta que sucedió lo del Essex.La historia del Essex es una de las más desconcertantes de las que se tiene memoria. Podría ser un mito de no ser por que hubo muchos testigos y registro material del incidente. El Essex era un buque ballenero de Nantucket, un bergantín de tres palos y cuatro lanchas cazadoras, como la mayoría de las naves de su tipo.En julio de 1848, el Essex ancló en Valparaíso y luego de un par de días zarpó hacia el sur. Cerca de Isla Mocha se encontraron con el cachalote blanco, y haciendo oídos sordos a la leyenda de Mocha Dick, partieron a su caza. El animal recibió un par de arpones y entonces reaccionó. En lugar de huir, como la mayoría de las ballenas, atacó al barco, golpeando su flanco con su enorme cabeza y azotándose contra la quilla. El orgulloso ballenero no demoró más de unos minutos en irse a pique, llevándose con él a la embravecida criatura. Sólo sobrevivieron los marinos que estaban en los botes balleneros. Ellos remaron hasta el cercano puerto de Talcahuano y ahí contaron su historia. Fue la última vez que se vio a Mocha Dick, la base para su posterior conversión literaria bajo el nombre de Moby Dick.
2 Comentarios:
Gracias pancho por tu saludo!
Si, el error fue realmente incómodo para todo el mundo, y muy bochornoso para la Ika. Pero bueh, a sobreponerse y a asumir que nos desenvolvemos en un medio lleno de mediocres no más. Y a tratar de subirle el nivel digo yo, humildemente.
la pura verdad
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