ODIOS GRATUITOS Y NO TANTO...

• Los "jovenes" del comercial de Claro. El insufrible amigo del Polilla y la Mole. El huevón de "te pasaste", la mina que es como un clon quinceañero de Fernanda Urrejola, la ondita "somos tan choros" del spot, la empresa Claro en general -mi linda señora quiso salirse y le respondieron que tenía que seguir pagando seis meses aunque no usara los servicios, putah los huevones frescos de raja. Y después se quejan de estar mal evaluados. En lugar de comerciales huevones deberían preocuparse del servicio y de no hacer malos comerciales-.
  
• El comercial del "último gol" de Cristal. Somos tan rubios, tan lindos y nos encanta tomar chela. Odio la palabra chela, es tan chela, tan ondita abajista, tan 1994.
• Los jovenes de los comerciales de cerveza en general.
• Los jovenes de toda clase de comerciales.
• Los jovenes en general. Putah que uno era huevon cuando era joven.
  
• Los comerciales de la Teletón. Ok, la obra es buena y todo eso, pero soportar dos meses de spot hinchapelotas... Menos mal que existe el cable. Y menos mal que existe el cable cuando dan la Teletón. Y como soy cristianamente culposo, decir lo anterior ya me obliga a dar plata ese día.
• Adriana Barrientos y esa clase de minas. Por qué chucha les dan cabida pública, cuál es el aporte. ¿Tener tetas y poto? (buehh... puse una foto pa´subir las visitas a ver si resulta, soy mue e-puto) Si fuera por eso. En fin, los tiempos de mi abuela sarita, esta clase de minas tenía otro nombre.
• La palabra farandulandia... Menos mal que no soy millonario y no tengo contactos, de tenerlos ya habría puesto unas cuantas bombas para hacer de este un lugar mejor. A veces soy tan fascista pa´esta clase de tonteras que me asusto.
  
• La familia Pinochet, que nido de culebras más mala clase y ordinarias.
• Los robos del gobierno, impresentables, tan condenables como Pinochet y sus pretorianos. Lagos se me vino abajo hasta lo indecible. Con el dolor de mi corazón y mis muelas, putah que le haría bien a la concertación perder, lástima que al otro lado no haya nadie decente pa manejar la bicicleta. Estamos cagados.
• Los brevas que van a Barcelona a hacer cosas porque en Chile no se puede. Pocas ciudades están más dañadas en mi inconciente envidioso que Barcelona, jodida generación Barcelona.
• Que exista una región llamada Ibañez del Campo. Dicen que porque rearmó al país, creó a los Carabineros y nos salvó de la anarquía, pero el precio fue tan grande como la cantidad de muertos de Pinoche. Y la derecha vive justificándolo con argumentos similares a los que levantan la figura de Ibáñez del Campo. La historia juzga a los muertos y punto, no hay más. Pero como acá olvidamos fácil, no nos quejemos si en 20 años bautizamos a un pueblo como Pinochetburgo.
  
• Los putos jugadores de fútbol. Ganan millones por perseguir una pelota, miles de infelices se desviven por ellos, hacen la desmadre en discoteques mala clase y más encima se hacen los lindos. Una bruja blanca le dijo a un amigo que el fútbol y Chile no eran compatibles y que no ibamos a ir nunca más a un Mundial. A pesar de ayer, le creo.
  
• Kamasú, Costa Barua y Punta Cuma, cual más piruja. Hace rato que este país confundió lo de ser popular con ser picante. Como diría un tío pastor, estos lugares son la Babilonia y la Roma causante de nuestras desgracias. A estas alturas no me extrañaría en un par de años ver a Giovanni Ananías encabezando los ranking de más influyentes y siendo parte de los 100 líderes de la revista de El Sábado.
  
• Los Blogger que hacen listas gratuitas e inutiles de odios que al final a nadie le importan.