UNA TARDE CON LEONOR
Publicado en Rolling Stone-Chile, Diciembre 2007
La presentación es corta. Ella me dice que lo mejor es que terminando las fotos nos vayamos a almorzar. Que la espere un rato, que queda poco. Mira al fotógrafo y le sonríe. Luego, como si fuera la dueña de casa (en cierto modo lo es), me ofrece una Coca Cola Light. Acepto y salgo del lugar para esperarla. Ella pide que le traigan su nuevo cambio de ropa.
“Te parece que vayamos a El Huerto”, me propone, cuando regresa de las fotos, vestida como una chica normal. Camiseta gris, jeans ajustados, recalcar lo bien que se ve sobra tanto como insistir en su currículo. Se despide de fotógrafos, asistentes y de la gente que produjo la sesión. “El Huerto es mi restaurante favorito de Santiago, amo ese sitio, me lo llevaría a Los Angeles si pudiera”, repite, mientras me indica que la acompañe hasta el minibús, una van Hyundai azul marino, que la ha llevado y traído a través de Santiago desde que aterrizó, hace cuatro días, a participar como figura principal del Festival de Cine de Santiago, SANFICC, realizado en el cine Hoyts.
“¿Fuiste al festival?”, me pregunta.
-Si –le miento –pero sólo el día de la inauguración –continúo mintiéndole. -¿Te gustó algo nuevo que viste?
“Para ser sincera, pocas cosas; anoche, por ejemplo vi una película llamada Pecados Capitales”
-Que está basada en una obra de teatro.
“La misma. Tenía cosas interesantes y algunas actuaciones notables, pero la encontré algo enredada. En fin, entonces a El Huerto”
-A El Huerto –repetí, acordándome de que hoy es feriado y que debe estar cerrado. Se lo digo. Ella se queda quieta, muda, con cara de niña amurrada. Luego agrega que no tiene idea a dónde ir y que se muere de hambre.
“¿Sabes de otro lugar?”
-Es feriado, no se me ocurre nada.
“Una de las cosas que más odio es que esté cerrado mi restaurante favorito. Me dejas hacer una llamada, voy a ver qué puedo improvisar”. Me aparto un rato y saludo al conductor del minibús. “Perfecto”, me dice luego, “vamos a la casa de mi abuelo, ahí podemos conversar más tranquilos. ¿Te parece?”
¿Se le puede responder que no a una diva?
Nos subimos a la van y tomamos Vitacura hacia Padre Hurtado. En el trayecto yo aprovecho de revisar apuntes y ella de hablar por celular. Lleva dos teléfonos, los dos son idénticos y tienen el mismo ringtone, a veces no sabe cuál de los dos suena. Manda un mensaje de texto y me pregunta si tengo hambre.
-No mucha, almorcé antes de venir.
“Igual tienes que acompañarme a comer”.
Vuelvo a pensar en Nyssa y en qué comen los vampiros.
-Estaba leyendo que hace poco filmaste un comercial con George Clooney –le digo, mientras la camioneta enfila hacia la parte alta de Los Dominicos.
“Mmhh”, me responde sin mirar.
-¿Y qué tal eso?
“Bien. Entretenido. Fue para Martini”
-¿Y Clooney?
“Un encanto. Es todo lo que dicen de él. Maravilloso”
-¿Guapo?
“Muy guapo”.
Y no hablamos del tema. Ella misma se encarga de ir hacia otro lado, preguntándome acerca de la revista y comentándome lo corta que le pareció la sesión de fotos. Exactamente una semana después el asunto aflorará en la agenda noticiosa local, después de que una publicación alemana sacara a la luz un supuesto romance entre Leonor y el astro de Ocean´s 11. Ambas partes, como suele suceder, lo negaron. Y de Clooney no hablamos ni antes ni después de esta entrevista.
El resto de la entrevista, desde hoy en tu kiosco más cercano.
La presentación es corta. Ella me dice que lo mejor es que terminando las fotos nos vayamos a almorzar. Que la espere un rato, que queda poco. Mira al fotógrafo y le sonríe. Luego, como si fuera la dueña de casa (en cierto modo lo es), me ofrece una Coca Cola Light. Acepto y salgo del lugar para esperarla. Ella pide que le traigan su nuevo cambio de ropa.
“Te parece que vayamos a El Huerto”, me propone, cuando regresa de las fotos, vestida como una chica normal. Camiseta gris, jeans ajustados, recalcar lo bien que se ve sobra tanto como insistir en su currículo. Se despide de fotógrafos, asistentes y de la gente que produjo la sesión. “El Huerto es mi restaurante favorito de Santiago, amo ese sitio, me lo llevaría a Los Angeles si pudiera”, repite, mientras me indica que la acompañe hasta el minibús, una van Hyundai azul marino, que la ha llevado y traído a través de Santiago desde que aterrizó, hace cuatro días, a participar como figura principal del Festival de Cine de Santiago, SANFICC, realizado en el cine Hoyts.
“¿Fuiste al festival?”, me pregunta.
-Si –le miento –pero sólo el día de la inauguración –continúo mintiéndole. -¿Te gustó algo nuevo que viste?
“Para ser sincera, pocas cosas; anoche, por ejemplo vi una película llamada Pecados Capitales”
-Que está basada en una obra de teatro.
“La misma. Tenía cosas interesantes y algunas actuaciones notables, pero la encontré algo enredada. En fin, entonces a El Huerto”
-A El Huerto –repetí, acordándome de que hoy es feriado y que debe estar cerrado. Se lo digo. Ella se queda quieta, muda, con cara de niña amurrada. Luego agrega que no tiene idea a dónde ir y que se muere de hambre.
“¿Sabes de otro lugar?”
-Es feriado, no se me ocurre nada.
“Una de las cosas que más odio es que esté cerrado mi restaurante favorito. Me dejas hacer una llamada, voy a ver qué puedo improvisar”. Me aparto un rato y saludo al conductor del minibús. “Perfecto”, me dice luego, “vamos a la casa de mi abuelo, ahí podemos conversar más tranquilos. ¿Te parece?”
¿Se le puede responder que no a una diva?
Nos subimos a la van y tomamos Vitacura hacia Padre Hurtado. En el trayecto yo aprovecho de revisar apuntes y ella de hablar por celular. Lleva dos teléfonos, los dos son idénticos y tienen el mismo ringtone, a veces no sabe cuál de los dos suena. Manda un mensaje de texto y me pregunta si tengo hambre.
-No mucha, almorcé antes de venir.
“Igual tienes que acompañarme a comer”.
Vuelvo a pensar en Nyssa y en qué comen los vampiros.
-Estaba leyendo que hace poco filmaste un comercial con George Clooney –le digo, mientras la camioneta enfila hacia la parte alta de Los Dominicos.
“Mmhh”, me responde sin mirar.
-¿Y qué tal eso?
“Bien. Entretenido. Fue para Martini”
-¿Y Clooney?
“Un encanto. Es todo lo que dicen de él. Maravilloso”
-¿Guapo?
“Muy guapo”.
Y no hablamos del tema. Ella misma se encarga de ir hacia otro lado, preguntándome acerca de la revista y comentándome lo corta que le pareció la sesión de fotos. Exactamente una semana después el asunto aflorará en la agenda noticiosa local, después de que una publicación alemana sacara a la luz un supuesto romance entre Leonor y el astro de Ocean´s 11. Ambas partes, como suele suceder, lo negaron. Y de Clooney no hablamos ni antes ni después de esta entrevista.
El resto de la entrevista, desde hoy en tu kiosco más cercano.
Etiquetas: Artículos propios, Chicas Guapas, Ego, Farandulandia
publicadas por F. Ortega @ 11:12 a. m.
6 Comentarios
6 Comentarios:
Tan linda. Éramos compañeros en el colegio -en Providencia misma- y hasta teníamos un sketch espontáneo juntos que habíamos inventado en un taller de teatro, en que yo era un psycho que le quería comer los ojos, porque los tenía tan grandes.
Sencillamente preciosa, y con su cabeza tan bien amoblada.
me pregunto si sólo a una diva se le puede mentir y decirle que no...
puta que es mina esta huevona conchaesumare
yo no creo que sea mas linda que una Fernanda Urrejola o una Blanca Lewin, pero como está en Hollywood todos los huevones la agrandan. Es guapa si, perto no más que una Renata Ruiz u otra modelo o actriz chilena, pero eso de estar en Hollywood putah que la agranda en nuestros gustos. Lo aspiracional del chileno no más
Es cierto que no es la mina más guapa que ha salido de la República de Chicle, pero tiene algo especial esta morena. Me quiebro la cabeza tratando de descifrar qué. Habita el territorio de las mujeres atractivas que escapan del canon. Se maneja, se las trae, sabe hacerlo. Nos calienta.
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