SAN ALAN MOORE
DAME MOORE
El inglés Alan Moore es el autor más respetado, venerado y extraño del comic contemporáneo: su imaginario revolucionó el género, sus personajes introdujeron densidad y sus tramas son poderosamente políticas. Es, además, un excéntrico y lúcido enemigo de la industria del entretenimiento. Ahora, tras idas y vueltas, danza de directores y pavor de sus devotos lectores, se estrena Watchmen, sobre la sórdida y oscura vida de los superhéroes. Pero lo más curioso es que, sin importar los resultados, Moore sigue resistiendo el seductor canto de las sirenas del cine. Y aunque ya filmaron V de Vendetta, La liga de hombres extraordinarios, Desde el infierno, sigue demoliendo el cine, ni siquiera firma las películas que inspira y hasta se niega a cobrar sus cheques.
Northampton es una ciudad del norte de Inglaterra que oculta tras su fachada convencional una historia densa, de asentamientos sajones, de la creación del primer Parlamento británico, de campo de las batallas más importantes de la Guerra de las Rosas. En su parte más antigua, y más pobre, creció Alan Moore, niño durante los años ’50, el hombre que tres décadas más tarde iba a revolucionar el comic norteamericano para siempre –y, según él, para bien y para mal–. Pero entonces, en los ’50, Alan era apenas un chico de clase obrera que se aburría terriblemente y sólo encontraba escapismo en los comics y la mitología. “Todo lo que implicara mover montañas y tener superpoderes me interesaba, me ayudaba a dejar el barrio”, le contaría años después al director Dez Vylenz para el documental The Mindscape of Alan Moore, en realidad una larga entrevista donde quien muchos consideran el mejor guionista de la historia del comic en inglés y uno de los mejores escritores de lengua inglesa sin diferenciar medio, se explica a sí mismo y a su mundo.
BONUS: Muy buen comentario de Martín Pérez sobre la película en cuestión.Etiquetas: Escritores
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Página Principal