FORTEGAVERSO

jueves, octubre 06, 2005

ADIOS A LA X

Este año se cumplen cuatro desde que terminaron los "Expedientes Secretos-X", acaso la serie más emblemática de los 90. Hoy, cuando el cable esta a punto de llenarse de otra avalancha de temas sobrenaturales, no está demás recordar a Mulder y Scully con esta columna, que publiqué en Capital a modo de Requien.

Publicada en Capital, en Agosto del 2002.


Goodbye Mulder y Scully

Según el agente Fox Mulder el mundo se acaba el 2012. Ese año la Tierra será invadida por extraterrestres y no habrá forma de evitarlo, mal que mal hay gente poderosa en el mundo (vinculada a agencias de inteligencia) que lo saben y les conviene que suceda. ¿Por qué, ni idea? Es otra X de la mitología X. En rigor es la gran X que dejó el capítulo final de la serie, emitido a principios de año en Estados Unidos y a fines de agosto en este lado del planeta. Un descarado punto suspensivo hacia una futura “serie” de películas, disfrazado de punto final para una “serie” de televisión.
Tras 9 años, la serie más emblemática de la década de los 90 (junto con Friends) llegó a su punto final. El elástico no podía seguir estirándose, las conspiraciones estaban todas recorridas y mal que mal, los marcianos hace rato que no asustan a nadie.
Más que una serie fantástica que supo unir con elegancia el género policial con la ciencia ficción, el mérito de los Expedientes Secretos X va por otro lado. Por dos para ser exactos. El primero, el de haber convertido una franquicia televisiva en el fenómeno de masas más potente de los 90 y el segundo –y más importante- el de convertir el nombre de un creador en sello de calidad y éxito para un proyecto televisivo.
Nunca antes de la X se había visto en la televisión un fenómeno de culto tan religioso como el disparado por este drama sobrenatural. Tal vez Viaje a las Estrellas con todo eso de los Trekkies, cofradía mundial de seguidores incondicionales de las aventuras del Capitan Kirk y el Sr. Spock. Pero el caso de Viaje a las Estrellas es diferente. Esta serie, originaria de mediados de los 60, partió como un rotundo fracaso y tuvo que pasar una década para que un nerd la descubriera en alguna repetición añeja y prendiera la mecha. Por el contrario, el fenómeno de la X empezó con buena salud desde el capítulo piloto, emitido a mediados de 1992. Amparado bajo una brillante campaña de marketing que incluyó artículos en “Rolling Stone” y una política descarada de autopublicidad del canal Fox, que ha sido imitada por todos los canales gringos hasta el día de hoy, el primer paso de la X se dio firme y con el pié derecho.
Los 90, la década más “perdida” del siglo pasado fue perfecta para amparar una producción que basó su forma en la búsqueda de lo desconocido y lo perdido. Buenos guiones y una renovación completa de la ciencia ficción en términos televisivos catapultaron a la serie de Chris Carter hasta convertirla en un fenómeno cultural sólo comparable con el de La Guerra de las Galaxias. Desde ufólogos aficionados hasta gente común y corriente fueron seducidos por una campaña de merchadising (que incluyó desde ropa hasta comics y discos) pocas veces visto para un show televisivo y el carisma y sex appeal de una de las mejores parejas de la historia de la tele, el apático y cínico David Duchovny (Agente Mulder) y la metea sexy menos sexy del planeta, Gillian Anderson (Agente Scully). No deja de ser curioso que en un país como Chile existan dos grupos de fans, con personalidad jurídica y todo eso, de Los Archivos Secretos X.
Y está el otro factor X, el de Chris Carter. Por años las series ampararon su éxito en el número y calidad de sus estrellas protagónicas. Pocas veces el nombre de un productor o creador tuvo real importancia. Ok, firmas como las de Stephen J. Cannell (Los Magnificos), Aaron Spelling (Dinastía) y David Lynch (Twin Peaks) –aunque este último no sea un nombre rigurosamente televisivo- hicieron lo suyo, pero fue con los X, que el nombre del creador se convirtió en sello de éxito. Los X no eran la serie de David Duchovny sino la de Chris Carter, quien gracias al éxito de siu creación se transformó en una estrella todavía más grande que sus protagonistas. Y de paso gatilló el culto hacia los creadores de serie. Después de Chris Carter, todo el mundo empezó a hablar de nombres como David E. Kelly (Boston Public y pronto Girls Club), Darren Smith (Sex and the City) y David Chase (Los Soprano) De hecho Firefly, el nuevo estreno de Fox, no es promocionado como la nueva serie de tal o cual actor sino como el nuevo “éxito” del creador de Buffy, Josh Whedon. Similar a lo que hizo HBO para promocionar la estupenda Six Feet Under como una “obra maestra” de Alan Ball, el guionista de American Beauty.
Con todo, no queda más que despedirme de una serie que ame, terminé detestando pero nunca dejé de respetar. Esta columna era una deuda pendiente, perdonen si resulté mas grave que otras veces. Y descancen Mulder y Scully, donde quiera que estén.

3 Comentarios:

A la/s 10:02 a. m., Blogger Sr. N dijo...

No recuerdo que me haya gustado nunca Expedientes Secretos X. Eso si, siempre causó una cierta curiosidad e intente averiguar más sobre extraterrestres cuando era el boom de los mismos. Pero de Mulder y Scully, pocazo.

 
A la/s 8:37 p. m., Blogger TantoGusto dijo...

me gustaba más milenium. más atormentada. adoraba el peinado de scully. vi se arrienda. le pusieron cara a santiago, grande el diálgo nocturno de los tres amigos pelando a la chica que se fue a los vilos. el cine chileno carecía de tanta lengua.

Tanta nostalgia
Tanto Gusto

 
A la/s 8:44 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Me parece raro que una serie que movia tantos fans, no consiga ni un comentario de un fan...

Tus ultimas palabras son las mismas que habria puesto yo:

"una serie que termine odiando, pero siempre respetando"

Por cierto, ya hay fecha para la segunda peli... aunque no creo que se convierta en una "serie" de pelis. Ya que es muy tarde, y ademas, sera stand alone, por lo que se... en fin, un ultimo intento de recuperar lo que ya no podra ser.

 

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