CAZADORAS DE VAMPIROS
Por varios años, Buffy y sus amigas alimentaron nuestras fantasias épicas y masturbatorias. Porque hay que ser honestos. Buffy y no Guardianes de la Bahía, fue finalmente la serie más sexy de los 90. Y este especial Chica Sobras lo dejó así de claro. Creo.
Esto fue publicado originalmente en mayo del 2004, en Sobras.
Buffy forever
¿Cómo esta la salud, peludos amigos de manuela? Espero que tan bien como yo. Gracias por sus cartas, apoyo, odio, proposiciones y lo que sea que me mandan. En serio, me hace sentir mejor persona. A los 500 huevones que rayaron la papa con Maggie Q. O sea, que esperaban, acá hay puras papitas. A los 2 fletos que reclamaron por la china desabrida, mejor vayan a mirar las galerías de LUN y la Cuarta y piérdanse de Sobras. Esto será paja, pero es paja de calidad. ¿Qué más? Bueno, felicitaciones a los que descubrieron a Maggie junto a Paul Rudd (el novio de Phoebe en “Friends”) en una freakiadísima película gringa-hongkonesas llena de karate, hackers y robots bizarros que están dando por Cinemax. Diosa ella, perfección genética buena para las patadas. Repito quiero una señorita como esa chinita a mi lado antes de mi muerte. Y no es chiste. Algunas recomendaciones pajeras, vean “The O.C.” (gran serie) en el cable y pongan ojo con Mischa Barton, clavada próxima chica Sobras. También chequeen en www.stuffmagazine.com el infartante pictorial que nos ha regalado nuestra gran Krista Allen, otra diosa Sobras, la guarra más rica del planeta.
Bueno señores, se acabó “Buffy”. O sea se acabo hace como seis meses pero eso da lo mismo, aún podemos ver repeticiones de temporadas viejas en Fox. Además el que se haya terminado o no da lo mismo, lo importante es lo que significó esta serie para la unión mundial de onanistas. De partida nos regalo a Eliza Dushku y a Sarah Michelle Gellar, dos de las mejores inspiradoras de pajas de los últimos años, dos de las más celebradas Chicas Sobras de nuestra lista, que hay que decirlo, cada vez está más larga… y dura… Personalmente Eliza es mi debilidad y por ella sola vale prenderle velitas a la serie forever. Y fuera de hueveo, más allá de sus minas “Buffy” fue una gran historia acerca de asumir responsabilidades, que además supo aunar lo mejor de la mitología pop norteamericana en un solo producto. También era un gran cuento de amor del más chulo y una serie escrita y hecha con ganas, que honestamente consiguió episodios al nivel de lo mejor que ha generado la televisión en su corta historia. Pero eso imagino que les importa poco, mal que mal ésta es una columna para ver minas ricas y la gran razón de por qué “Buffy” se ganó un lugar en nuestros corazones es por la cantidad de amiguitas de onán que desfilaron por sus capítulos. Así que sin más demora, tiremos las presas a la parrilla.
Kristy Swanson: La Buffy original. Es raro que tan pocos se acuerden de ella, sobre todo tomando en cuenta el feroz cuerazo que se gasta esta rubia deliciosa con cara de gata en celo. Cazavampiros original, inspiradora de algunas de mis mejores macacas. Imposible olvidarla con su look de porrista enfundada en petos, tops y mallas de lycra verde agua. Porque Kristy fue Buffy cuando estaban de moda los colores cítricos y a sus tetitas de estaño lo cítrico le quedaba mejor que a nadie. Cara de rubia californiana, un par de mordisqueables peritas de agua y el culín más respingón del Hollywood de principios de lo 90. Injusto ha sido el destino con este bombón de carne molida, tras no hacerse del rol televisivo de Buffy (seamos honestos, no se veía precisamente de 17 años), su carrera fílmica ha dado tumbo tras tumbo, recemos por ella, no te pierdas Kristy.
Emma Cauldfield: Diosa. Perdón demonia, porque de seguro los nerds más dogmáticos del universo Buffy van a saltar con que su personaje era una demonia o algo parecido. Como sea, debo jactarme de haber descubierto a Emma hace mucho tiempo en ese bodrio adictivo que era “Beverly Hills 90210”, donde esta chica de triste y verde mirada, nacida en 1973, hacia de la novia elegante de Brandon Walsh. Estuvo poco en la serie, pero lo suficiente para flecharme, efecto que reapareció cuando la descubrí en “Buffy”. Y sobre todo cuando tiempo después la vi corriendo con una camiseta blanca, toda roída, rasgada y ajustada en “Darkness Fall”. Para sacar chispas, yo al menos las saqué.
Michelle Trachtenberg: Correcto, hemos visto crecer a Michelle. Hemos contemplado como ha pasado de ser una desabrida pendeja a una muy sexy señorita de 17 años. No somos ciegos, la chica es guapa, tiene unos ojos preciosos y un cuerpecito en desarrollo bastante agradable a la vista. Con todo, entiendo –y comprendo- que hayan barbetas pegados con esta niñita –incluso hay uno que asegura estar enamorado- que repletan mi bandeja de entrada con peticiones por la Trachtenberg. Pero lo siento señores, no es por ser cartucho, pero los ánimos en este país –y los escándalos de la prensa- no están precisamente como para hablar de una menor de edad en un espacio tan pajero como éste. Cuando Michelle cumpla 18 prometo columna justa, por mientras vean la foto y comenten lo rica que está esta minita. Un cheque a la fecha, como Evan Rachel Wood de “A los Trece”. No más. Por el bien de todos.
Alyson Hannigan: Para ser honesto nunca entendí al cantidad de pajeros que se mojaban con esta socia hasta que la vi en una especial de fotos para FHM, hace un par de meses. Ok, no soy ciego, la chica tenía su encanto, era como la nerd rica, pero jamás me pareció que fuera para tanto. Pero hay que reconocer que los años potenciaron su encanto y sus curvas. De hecho pocas minas famosas han ido tan radicalmente de menos a más como Alyson. Típico caso del patito feo que en secreto era un minón con más curvas que su rubia coprotagonista. Si no lo creen, repito, vean su sesión de fotos para FHM o recuérdenla de falda y top ajustado en la entrega pasada de los MTV Movie Awards. Buenas tetas, buen culo, cara rara, pero buen conjunto. En verdad no alucino con ella, pero feliz me pierdo a su lado en una isla desierta
Charisma Carpenter: Charisma era como la mamá de todas las chicas Buffy. Cuando el promedio de edad de las protagonistas de la serie no superaba los 20 años, Charisma tenía 30. Y se notaba. No me entiendan mal, pero Charisma (o Cordelia) era como la vieja del grupo, lo que era raro porque su papel era el de la típica gringa tonta y superficial. Su personaje, de cheerleader-en-el-cuerpo-de-una profesora-sexy simplemente no funcionaba hasta que se la llevaron a “Angel”. En el spin off de la cazavampiros la convirtieron en una especie de mística hot que acabó follando hasta con el hijo del héroe. Todo bien hasta que a algún imberbe –o a ella misma- se le ocurrió cambiarle el look y cortarle el pelo para hacerla más madurita. ERRORRR…. . Cordelia era viejita, sí, pero estaba en su punto. She era la típica treinteañera rica con buenas tetas y buen poto, fantasía sexual de un pendejo medio de aquí la china y de pronto pafff… le cortan el pelo y la sexy Charisma pasa a ser la señora Charisma. Como dijo un amigo me la pasaron de la mina rica de la esquina a la hermana menor de mi madre. No se puede, no se debe. Supongo que hay que disculparla.
Julie Benz: Estamos hablando de otra cosa. Julie es estatuaria. Preciosa, sexy, elegante, con onda. Las tiene todas, especialmente esa belleza clásica y anacrónica que le ha venido perfecta para su rol de gringa media de la década de los 50 en esa obra maestra que ha resultado ser “Taken”. La Benz tiene cuerpo, piernas y cara de muñeca, es una barbie, casi de colección. En lo que es hermosura clásica, objetivamente le pega un millón de patadas a cualquier otra mina que haya aparecido en la serie. Correcto, no es mi gran favorita, pero reconozco que ella –y la próxima- son las más bellas del universo cazavampiros. ¿Sobre su carrera? Buehh… Julie es la típica mina gringuísima y riquísima que más que un rol y un éxito estable ha dedicado su carrera a aparecer de invitada en cuanta serie la convocan, así se ha convertido en un rostro conocido, en referente y en asidua requerida para pictoriales de revistas pajeras como Maxim. Bien por ella y por nosotros.
Stephanie Romanov: Si es por curriculum, Stephanie (Layla Morgan en “Angel”) es la belleza más exclusiva del casting de la cazavampiros y sus series derivadas. Modelo profesional de ascendencia rusa, rostro y cuerpo habitual de desfiles y catálogos, la Romanov cambió su carrera a la tele cuando se interpretó casi a si misma en “Models Inc.”, olvidable dramón del maestro de lo cursi que es Aaron Spelling. De ahí su carrera son puros resbalones, salvo por el mudo papel de Jaqueline Kennedy que hizo en “Trece Días”, la mejor película con la toma de un reconocimiento aéreo a baja altura de todos los tiempos. Ahí, interpretando a lo más parecido a una reina que ha tenido USA en su historia, algo de brillo consiguió, pero tampoco mucho. Además que para ser honesto, ni me acuerdo de su cara y cuerpo en esa pelí, todo lo contrario a lo que me pasa con su continua aparición en “Angel”, donde gracias a su rol de la pérfida Layla supo conquistar nuestras sagradas sesiones con Onán. Si Julie Benz es la mas guapa de la fauna Buffy, Stephanie es el maniquí, así de simple, la chica de catálogo, la demasiado perfecta para ser real.
Amy Acker: Sin contar a mi eterna Eliza Dushku, Amy Acker es mi mina favorita de la continuidad “Buffy”. Quizás porque no es perfecta, quizás porque es como tontorrona, quizás porque no es tan linda como Julie o Stephanie, ni tan sexy como Emma, ni tiene tanta onda como Sarah. Quizás por todas las anteriores razones y muchas más. Es que lo mejor de ella es su normalidad, Amy es simplemente la minita de al lado, la que no tiene idea de lo guapa que es. La medio nerd, pero ligeramente sofisticada. Amy es como la versión mejorada de Alyson Hannigan, porque no necesita de segunda lectura para ser descubierta, porque ella (o Fred, su personaje) es bonita, sencillamente bonita. Tan “so cute” que me fascina. Amy es la novia perfecta, la chica con la que te gustaría caminar por un parque y hacerle cariño hasta en el dedo gordo del pie. Aplausos por ella señores, con más señoritas como Amy en nuestras vidas todo sería perfecto.
Sarah Michelle Gellar II: La dueña de casa, no vamos a hablar de ella de nueva, pero merece mención y foto.
Eliza Dushku II: Faith, nuestra señorita favorita por siempre. Que más decir de ella que no haya dicho. Demasiado cool para existir, esperamos ya el estreno de “Tru Calling”, su serie en Fox para Febrero.
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