FORTEGAVERSO

viernes, octubre 28, 2005

EL DIA QUE ELLA MURIO

Este artículo es un recuerdo para fans. Por ello en la intro sólo dire dos palabras: GWEN STACY

Publicado originalmente en Sobras, en mayo del 2002

La vida de Spider-man ha estado marcada por muertes. Algunas muy serias como la del tío Ben o como la de su mejor amigo/enemigo Harry Osborn (Alias Green Goblin II) y otras que han terminado siendo risibles, como las de la Tia May y Mary Jane Watson. No tanto porque no hayan sido trágicas para el personaje, sino porque las políticas editoriales no demoraron en traer devuelta a las difuntas, como si nada hubiera pasado. Claro, no con la patudez ridícula de Jean Grey en UNCANNY X-MEN, pero parecido. El caso de la Tía May es como querer definir el estilo de música que hace Tool y lo de Mary Jane, ni siquiera la editorial lo tiene claro. De hecho en el reciente especial "Spidermania" de la WIZARD, queda claro que no hay muerte ni desaparición de por medio, sino que el matrimonio Parker-Watson está temporalmente separado.En fin...Llegaron hartos mails a Sobras por este especial. La mayoría harto más atinados y serios de los que recibo en Chicas Sobras. Otros, de tipos que francamente debieron escribir esta columna, porque la cantidad de datos que manejan asusta. El problema es que con la misma libertad con que contribuyen piden y ahora me veo parado, en medio de un océano de mails exigiéndome que hable de tal o cual cosa en esta serie de artículos. Al final, como el que pone la cara soy yo, y no hay tiempo ni espacio, filo, se hace lo que yo quiera. Es la dictadura de una firma, eso lo aprendí en El Mercurio.
Excusas secundarias. He pasado un par de semanas de la puta madre. Cambios vitales, giros laborales, aceleraciones de todo tipo, amores fugaces de otoño, razones todas por las que esta serie de columnas no ha tenido la regularidad esperada. Pero no drama, tenemos tiempo... aun falta para el estreno de la película de Sam Raimi y lo que importa es terminar el cuento, no el resto... Ustedes saben, el tiempo a veces no existe y otras mucho.Envidia, Francisco Aravena, crítico de cine de El Mercurio y amigo de este servidor, esta en EUA, participando de la premier para prensa de "Spider-Man". Escribió esta mañana: "La película es la raja, Sam Raimi es a Spidey lo que Tim Burton es a Batman. Olvidate de "X-Men" esto es mejor. Ya, me voy a entrevistar a Kirsten Dunst". Nadie puede mandar un mail así. No es sano. Bueno, parece que la peli la lleva harto porque Moriarty, el columnista más respetado de AICN dijo que era la adaptación definitiva de un cómic al cine "Olvídense de X-Men, Superman incluso del Batman de Burton, dice el bastardo". Pero volvamos a los tebeos.
El día que ella murió, Kurt Busiek y Alex Ross lo dejan claro en el número 4 de esa maravilla llamada MARVELS, cuando cierran su crónica al universo Marvel con este episodio, clave en la vida del Hombre Araña. Clave también la vida de muchos fanáticos, como Alex de la Iglesia que le dedica un capítulo entero en su novela "Payasos en la Lavadora", lectura obligatoria para todos los que dicen ser parte de Sobras.No son pocos los que alegan que la muerte del tío Ben es más importante en la vida de Spidey que la de Gwen, mal que mal debido a este funesto hecho, Parker optó por convertirse en héroe en lugar de hacerse millonario en el wrestling. Pero si esto se trata de ser personal, para mi no hay momento más encuadrable en la vida de Peter Parker que cuando recoge el cadáver de su chica, la más linda de todas, de las torres del puente de Brooklyn... La cuerda alcanza a evitar su caída, pero ya es demasiado tarde... ya es demasiado tarde para todo.Spider-Man en los 70s no tenía rival, era el primer cómic en todo, el mejor escrito e incomparablemente dibujado por el maestro John Romita. Pero era en los riesgos de sus tramas donde los goles eran metidos por penal. Mientras DC descansaba tratando de mejorar a Superman y Batman, con mejores resultados en el murciélago, gracias a Neal Adams, Marvel centraba todo en su personaje emblema. Spidey era el cabro de la casa, el chico estrella, el perfecto para tratar los temas más peludos, dilemas más de lo común y corriente que de lo superheroico. Fue en las páginas de AMAZING SPIDER-MAN, antes que en las de GREEN ARROW donde se habló directo de las drogas. Harry Osborn (futuro Green Goblin II), hijo de Norman (Green Goblin I) y mejor amigo de Peter confesaba su dependencia a los químicos y caía en una espiral absolutamente demente, casi "Trainspotting".... Y este hecho, aparente fortuito desencadenaría el peor espiral en la vida del Hombre Araña, el que acabaría con la vida del amor de su vida, de su mejor aliado y más temprano que tarde de su mejor amigo...Gwen Stacy era perfecta y punto. No había caso, Romita la dibujaba como una diosa, como un sueño púber por excelencia. Ella era todo lo que un nerd buscaba, todo lo que cualquiera busca. O sea, véanlo de este modo.. Soy un freak, lleno de acné, flaco, debilucho, un ratón de biblioteca que es material de burla de todos los chicos de la escuela, ¿por qué cresta la rubia más linda de la sala me iba a mirar a mí? Ok, es cierto, llevo una doble identidad de superhéroe, pero ella no lo sabe... para ella soy (debo ser) una comadreja... pero no, la rubia me esta mirando... la rubia quiere conmigo.Gwen era linda, especial, divertida... todo el mundo la quería, todos buscaba su atención, su mirada, sus palabras. Peter se había sacado el Kino y lo sabía. Gwen era su joya, lo mejor de su vida. Ella le había vuelto mejor persona, le había mejorado los días... mierda, ella lo hacía feliz.¿Qué más se puede pedir en la vida...? que una chica guapa te diga que te quiere y te mire con esos ojos dulces que nunca mienten... pues Parker lo tenía y nadie tenía derecho a quitárselo... bueno, eso al menos pensaba él.Hay riesgos de ser superhéroe con los que uno nunca cuenta, hay riesgos que te pueden cagar la vida y claro... Gwen era demasiado buena para existir. Las cosas comenzaron a ponerse mal. El Comisionado Stacy, padre de Gwen y aliado de Spider-Man es asesinado a sangre fría por el Dr. Octopus y el arácnido no tarda en ser inculpado del crimen. Prófugo de la ley, perseguido por la policía y otros héroes, la vida de la araña comenzó a complicarse. La de Gwen también, pero el dolor por la pérdida reciente no logro destruir su encanto. Ella era demasiado buena, demasiado top como para destruirse por dentro. Además tenía a Peter y eso era lo mejor del mundo... también lo peor.Más piezas se suman, Harry Osborn, hijo de Norman Osborn, al saber que su padre era en realidad el Green Goblin cae en una adicción a las drogas que casi lo lleva a la muerte. Presa del odio hacia Parker, culpándolo de la situación de su hijo (y conociendo la identidad del héroe), Norman Osborn volvió a entregarse a la enajenación que lo convirtió en el Duende. Risas diabólicas y el último ataque... asalta el departamento de Gwen, la captura, la asesina y lleva su cadáver en su glidder por sobre los cielos de Manhattan. Spider cree que la rubia aun está con vida y persigue al duende hasta las torres del puente de Brooklyn. Es el comabre final. El Green Goblin cae desde las torres hacia ¿su muerte? Y Gwen también. Peter se lanza, despide su cuerda, agarra a la chica de las piernas pero ya no alcanza a hacer nada... Todo se acabó... Se cierra el telón.. Gwen murió y lo hizo para siempre, algo que no sucede muy a menudo en el mundo de los comics.Las cosas cambiaron para siempre en la vida de Peter Parker desde que ella murió. Ok, vinieron otras chicas, como la espectacular Black Cat (pronto de regreso gracias a Kevin Smith) y Mary Jane Watson, pelirroja top model y actriz de teleseries con la que acabaría yéndose al altar. Tal vez ambas eran más guapas que Gwen, pero ninguna se le igualó... Gwen era (es) insuperable. Y el dolor de su perdida, ni los ojos verdes, ni el cabello de fuego, ni las curvas mortales de Mary Jane, lograron quitárselo a Parker.Ok, sé que no hablamos mucho de los comics de Spidey en esta columna, pero al final a quien chucha le importa tanta trivia numérica y tanto nombre freak... lo importante es que Gwen ya no estaba... never more.