ACTOS DE FE

Versión completa y extendida de la columna publicada hoy en Wiken bajo el título de "La Nostalgia Vende, Señores" y que pueden comentar en este link.

ACTOS DE FE

Una conversación freak a la hora de almuerzo:

-En el Wiken de hace quince días, escribiste que estaban filmando una versión con actores de G.I.Joe, no tenía idea –me comentó un amigo, atragantado con un Whopper en el Burger King de Lyon con Providencia.
-Mmhh, dirige Stephen Sommer, el de La Momia y se estrena el primer semestre del 2009. Dennis Quaid es el General Hawk, Sienna Millar la Baronesa y el cabro chico de Third Rock from the Sun, el comandante Cobra…
-Pero tiene como quince años…
-27, es mayor de lo que parece, además Cobra siempre se ocultó tras una máscara; supimos si era joven o viejo, así que a mi me funciona.
-G.I.Joe, A Real American Hero…
-Ese era el tagline en Estados Unidos. En el resto del mundo, la presentación era distinta y el slogan lo cambiaban por A Internacional Hero.
-En los monos animados tal vez, pero yo era coleccionista de los juguetes: “otro juguete Abramowitz”, recuerdas, ellos tenían la licencia en Chile, y en estos (los juguetes) fue, es y será siempre A Real American Hero. Yo tenía el Cobra Raven, un avión negro, precioso… Pero crecí, me empezaron a interesar más las mujeres que las figuras de acción y regalé mis cajas de G.I.Joe. Ahora daría la vida por recuperar una de las figuras. Tenía a Snake Eyes, el más groso de los Joes.
Y tras darle una mascada a mi Whoper con extra tocino, le conté a mi amigo que estaban vendiendo de nuevo los juguetes de G.I.Joe y que podía encontrarlos a menos de doscientos metros de donde estábamos: en los laberintos subterráneos del Paseo las Palmas.
G.I.Joe, Dragonball y Viaje a las Estrellas el 2009, Super Agente 86, Speed Racer: Meteoro en un par de semanas, una nueva versión de La Mujer Biónica en el cable y Battlestar Galactica cosechando elogios de todo tipo cada vez que estrena temporada. Una nueva encarnación mecánica de El Auto Fantastico financiado por Universal para NBC y Fox estudiando los regresos televisivos o fílmicos de Lobo del Aire, Manimal y Tierra de Gigantes. A este paso, no sería rara una versión con actores de Jem, la respuesta femenina de Sunbow/Marvel a Transformers y G.I.Joe. Desde ya propongo a Hillary Duff en el doble papel de Jerrica Benton/Jem. De todas las chicas estrellas, la Duff es por mucho la que mejor me cae, pero eso es harina de otro costal, también que al igual que los “joes”, Jem también fue “otro juguete Abramowitz”.
¿Cuándo fue que cambió el remake? Quizás cuando asumió que el homenaje en el pop era un acto religioso y que en lugar de ser una excusa para la falta de creatividad debía de asumirse como un tiro directo a la nostalgia de tres generaciones que han crecido con el televisor como la mejor de la niñeras. Puede ser, pero no es menor que mucho de este cambio vino también cuando los grandes estudios asumieron que lo retro genera ganancias y empezaron a meter plata en el subgénero, contratando a estrellas taquilleras y a equipos de lujo con el propósito de transformar estas reversiones en material predilecto para la temporada de blockbuster, tanto en la pantalla chica como en la grande. Es cosa de comparar. Hace diez años las nuevas versiones de El Crucero del Amor o de La Isla de la Fantasía eran un copy paste barato, casi por trámite, de las originales. Series baratas, de relleno, que a duras penas pasaban de la primera temporada, en las antípodas de lo que se hizo con Battlestar Galactica, drama de lujo que es “relee” y supera a la serie original y que se ha levantado con justicia entre los mejores programas de los últimos años, a la par de House, 24, Dexter y Lost, incluso superior en su complejidad y humanidad. Si me preguntan, personalmente creo que (al igual que Entertainment Weekly y Rolling Stone) Galactica es la mejor serie hoy en producción.
¿Y en la pantalla grande? Pongamos la balanza, Los Dukes de Hazzard e incluso las dos partes de Los Angeles de Charlie son cine B al lado de la inversión y las apuestas que se están jugando con Super Agente 86 y mas que nada Speed Racer: Meteoro, relectura con sabor a Cola Cao y pan con palta y dulce de mora del clásico animé con el que todos los que hoy corremos por la treintena tomamos once. El detalle es que la nave es capitaneada por los hermanos Washowski, dos de los reyes midas del “cine comercial de autor” del siglo XXI. Speed Racer: Meteoro es una película comercial, sin duda, pero también un “metaremake”, una rendición a un mito de la cultura pop, una declaración de amor a una de las tantas niñeras de colores que nos criaron de niños. Y desde esta perspectiva, el filme (y los otros que vienen, aunque las fotos de Dragonball adelanten un horror), como fue Transformers el año pasado, por sobre la nostalgia, es un acto de fe, una ceremonia eclesiástica que nos lleva de regreso a encontranos con lo mejor de nuestra infancia. La gracia es que ahora, gracias a la moral del blockbuster, este retorno es con luces, lujos y efectos especiales.
Y si, con mi amigo fuimos al Paseo las Palmas y encontramos las reediciones de G.I.Joe. El se compró a Snake Eyes, yo a James McCullen XXIV, mejor conocido como Destro. Pura felicidad.