FORTEGAVERSO

lunes, septiembre 12, 2005

¿QUIEN VIGILA A LOS VIGILANTES? (3ª Parte)

Tercera parte del reportaje sobre WATCHMEN que publiqué en Sobras. Ok, para los no familiarizados con las novelas gráficas, puede ser una lata. Para mi no.

Ciudadano Moore

En 1985, Alan Moore arrastraba una reputación envidiable en el mundo de los guionistas de cómics. Vinculado a una narrativa más relacionada con la literatura de William Burroughs y a toda la escuela paranoica gringa -post beatnik- representada por gente como Phillip K. Dick y Kurt Vonnegut, que al simple mundo de la escritura de historietas. Moore estaba definitivamente más cerca de estos autores, que de nombres como Stan Lee o Chris Claremont, por nombrar un par de los guionistas más reconocidos de la industria norteamericana, lo suyo era literatura con imágenes, no dibujos con diálogos. Así lo había dejado claro con "MIRACLEMAN" y "V DE VENDETTA", dos piezas exquisitas publicadas en su Inglaterra natal, lo mismo que en "THE SWAMP THING", un olvidado personaje-título de DC Comics, que gracias a Moore se convertiría en la primera serie de cómic regular publicada por una editorial comercial, destinada a un público adulto. Tramas complejas, horror sobrenatural y citas literales a autores como Jorge Luis Borges e incluso a nuestro José Donoso (en la saga "American Gothic"), hicieron de Moore un punto aparte en la industria historietística norteamericana de mediado de los 80s. En esos años, Moore quería regresar a los superhéroes, pero no de la manera tradicional en que se desarrollaban las historias de este género, sino de una forma totalmente distinta, desde un punto tan real que el resultado fuera enfermizo. Moore comenzó a esbozar su proyecto con una serie de preguntas, respuestas y certezas. Preguntas como ¿cuál era el fin último de los superhéroes? Respuestas como: traer la paz mundial, aunque con ello se sacrificaran muchas cosas, vidas incluidas. Certezas como que el gran leit-motiv de los superhéroes era el concepto de poder y de como los personajes de este género no eran más que seres comunes y corrientes con el pero de tener que lidiar con algo que no todo el mundo tiene: poder. Moore empezó a esbozar su proyecto, con la intención de sacar a los superhéroes de su mundo de dos dimensiones y ubicarlos en el mundo real, explorar sus origines y motivaciones, ver conceptos como fetichismo, fascismo y sexualidad aplicada al hecho de vestir un traje de colores y dedicarse a algo tan abstracto como hacer justicia. Según la tesis de Moore, de ser reales, los superhéroes podrían haber ganado la guerra de Vietnam. Los superhéroes serían un peligro porque atraerían supervillanos. Los superhéroes serían fetichistas y usarían sus trajes para excitarse. Los superhéroes no serían más que un grupo de vanidosos que disfrazaban en sus supuestos ideales, falencias tan humanas como la impotencia sexual. En 1985, los superhéroes estaban a punto de protagonizar la última historia del género, ese al menos era el plan de Alan Moore. Así que redactó el proyecto, en el cual planteó el uso de unos viejos personajes comprados por DC a principios de los 70s a la editorial Charlton Comics. De acuerdo a su punteo original, aun sin nombre, el CAPITAN ATOM sería el arma atómica más importante de Estados Unidos, al servicio de un perenne Presidente Nixon; PEACEMAKER, una especie de Capitán América, suerte de asesino oficial del gobierno; PETER CANNON (THUNDERBOLT) aparecería como el hombre mas inteligente del mundo, responsable de todo el hilo central de la trama; QUESTION dejaría de ser una copia detectivesca de Batman, para convertirse en un demente acabado y ultra violento; NIGHTSHADE viviría presa de sus traumas de infancia, la presencia autoritaria de su madre, vieja justiciera de los 40s. y la pesadilla de ser concubina de una bomba atómica andante. El círculo se cerraba con BLUE BEETLE, un millonario inventor, gordo, solo y acompañado de una especie de "baticueva" que le revive fantasmas de todo tipo. La historia era una trama cerrada, desarrollada a modo de cuento policial y misterioso, gatillado a partir del asesinato de PEACEMAKER y de la investigación que QUESTION hace del caso, revelando en su desarrollo la acción de los otros personajes y el hecho de que estamos en un mundo, donde los superhéroes son reales, o lo han sido al menos, desde 1938. Todo parecía perfecto. DC se calentó con la idea y Alan Moore se puso a trabajar con el dibujante inglés Dave Gibbons en el desarrollo del proyecto, que pasó a llamarse "NOBODY HEROES", en la forma de una miniserie de 12 números de 32 páginas cada uno. Ojo, sobre este nombre, nadie involucrado directamente en el proyecto lo ha confirmado o negado, pero es un rumor bastante bien infundado. Pero entonces sucedió el cagaso. El "DC-cagaso" que casi manda todo a la chucha. Dick Giordano, coordinador editorial de DC Comics estaba trabajando (junto a George Perez y Marv Wolfman), en una maxiserie que iba a cambiar la historia del universo DC para siempre. Se llamaba "CRISIS ON INFINITE EARTHS" y en ella participarían todos los personajes de la editorial, ya que los resultados de "CRISIS" afectarían directamente el futuro de las series regulares y limitadas de estos. Según Giordano, en "CRISIS" los "caracteres" de Charlton Comics tendrían papeles de vital importancia (al final no fue así) y además, a mediano plazo, la editorial tenía planes concretos para tres de éstos: CAPITAN ATOM, QUESTION y BLUE BEETLE. Entonces, permitirle a Moore usarlos en un proyecto tan radical como "NOBODY HEROES" podría llegar a ser un suicidio comercial. Así que le cortaron las alas al inglés. Al final QUESTION tuvo serie propia, al igual que el CAPITAN ATOM y BLUE BEETLE, quienes sin embargo gozaron de mejor suerte como parte de las formaciones ochenteras de la Liga de la Justicia. Como dato curioso, Mark Waid y Alex Ross homenajearon al proyecto "NOBODY HEROES" en "KINGDOM COME" a través del Justice Batallion, integrado por los "Charlton", y responsables de la destrucción de Kansas en el primer número de esta miniserie de 1996.

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