FORTEGAVERSO

miércoles, noviembre 02, 2005

¿QUE CRESTA ES EL STEAMPUNK?

Es la pregunta que intente responder en uno de los artículos más gratuitos que he escrito en mi vida. Pero bueno. la vida es gratuita. Los fanatismos tambièn.

Nota originalmente públicada el Viernes 1 de Octubre de 1999, en Zona de Contacto, El Mercurio.


El futuro a todo vapor


Después del ciberpunk, lo que se viene ahora tiene olor a viejo: la literatura, el cómic y el cine están cambiando los supercomputadores por máquinas de vapor.
Steampunk es un neologismo formado al juntar las palabras steam (vapor) con punk y funciona de la misma forma en que alguna vez lo hizo el ciberpunk, agrupando un montón de manifestaciones artísticas bajo un marco conceptual común, en este caso la época victoriana. De la misma forma en que los ochenta y noventa predicaban un futuro de neón, bits y piratas cibernéticos, el 2000 parece optar por un retroceso de cien años, a una Inglaterra sombría y humeante en que la revolución industrial la hace parecerse demasiado (al menos según los steamers) al Japón o Estados Unidos de 1999.
¿Por qué vapor? La razón es simple, el vapor fue sinónimo de máquinas, de progreso y de revolución industrial, quizás el legado más grande de la época victoriana. Un período eminentemente británico que corrió entre 1870 y 1914 y que es llamado así por estar marcado por el imperio de la reina Victoria. Fue una era de aceleración, de experimentación en todo ámbito y donde básicamente las vielas y calderas eran lo que ahora son teclados y monitores. También fue la época en que de la mano de Julio Verne y H.G.Wells -los primeros steamers- nació la ciencia ficción. Con todo este charquicán, la fascinación por la época es más o menos obvia.
Para entender el steampunk hay que entender en primer lugar la literatura visionaria de la época. De hecho, la potente valorización de los llamados autores decimonónicos (o del siglo diecinueve) es clave en esta manifestación. El segundo punto a considerar es el ciberpunk, ya que puede decirse que la primera novela steamer, sin contar a Verne y a Wells, viene de la mano de dos fundadores de este movimiento, William Gibson y Bruce Sterling, quienes en The difference engine (1992) ya visualizaban el potencial anticipatorio de este pasado industrial.
El camino quedó abierto y autores como Noel Stephenson (ver Zona #436) con The diamond age y Paul DiFilipo con The steampunk trilogy, ambas de 1997, fueron echando más carbón a la caldera. A ellos se ha sumado en los últimos dos años Queen Victorias Bomb, de Ronald Clark, que relata lo que hubiera pasado si a fines del siglo diecinueve los ingleses hubieran construido una bomba nuclear. Aún más disparatada es Anno Dracula, en la que Kim Newman continúa las aventuras del conde vampiro de Bram Stoker (otro ícono steamer) llevándolo al trono de Gran Bretaña, tras desposar y morder a la reina Victoria. Mark Frost, co-autor de Twin Peaks, hizo lo suyo con The list of 7, un thriller tecnológico protagonizado por Sir Arthur Conan Doyle. Otro libro importante es Harms way, de Colin Greenland, una ucronía en la que un grupo de ingleses construyen una nave espacial para extender el imperio británico a las estrellas.
Sin embargo la mejor obra steamer no es una novela ni un volumen de cuentos, sino una miniserie de cómic publicada en mayo recién pasado por ABC (American Best Comics), un sello dependiente de Wildstorm/DC. The League of the extraordinary gentlemen, escrita por el inglés Alan Moore (Watchmen) y dibujada por su compatriota Kevin ONeill, es un compendio perfecto de lo que es el steampunk. En sus seis partes, Moore relata las aventuras del primer equipo de superhéroes del mundo, formado por cinco protagonistas de novelas decimonónicas: Mina Murray (de Drácula de Bram Stoker), Capitán Nemo (de 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne), Dr. Jeckyll (de El misterioso caso del Dr. Jeckyll y Mr Hyde de R.L.Stevenson), Sir Allan Quatermain (de Las minas del rey Salomón de H.Rider Haggard) y Mr. Griffin (de El hombre invisible de H.G.Wells). Esta obra acaba de ser comprada por Fox, quien la está produciendo como película para el 2001, si todo sale según lo planeado, The League of... se convertirá en la primer filme steampunk de la historia, un título que hasta el momento -y más que nada porque la oferta es reducida-, le es otorgado a cintas tan bizarras como Frankestein, perdido en el tiempo (1990), de Roger Corman.
En espera de las películas, es en el cómic donde se ha afirmado con mayor originalidad esta corriente. Así es como el propio Alan Moore ya había coqueteado con la idea a través de From Hell, su aterradora revisión de Jack el Destripador. Algo parecido hizo Peter Milligan en El origen del Sr. Siniestro (1996), una de las mejores miniseries protagonizadas por los X-Men. Y la guinda de la torta la traen Chris Bachalo y Joe Kelly en su recientemente editada Steampunk: Catechism, basada en la trilogía steamer de Paul DiFilippo.
Música de vapor
Al ser una corriente relativamente nueva, no puede decirse que este o tal músico es un steamer ya que nadie se ha autoimpuesto el título. Por ello a la hora de hablar de una música de vapor hay que remitirse a lo que escucha un conocedor de esta corriente.
De partida el estilo que tiene más seguidores, tanto entre escritores como entre fanáticos, es la llamada música dub. Este estilo es una experimentación del reggae, hecha con elementos electrónicos, que partió a mediados de los setenta con tipos como Lee Perry y cuyos exponentes actuales más renombrados son Death In Vegas y Asian Dub Foundation.
Otro sonido con bastantes fanáticos, sobre todo por lo maquinal de sus sonidos, es el llamado krautrock. Vertiente alemana, más ambiental y experimental del rock progresivo, el krautrock tiene en gente como Tangerine Dream, Kraftwerk y sobre todo Can los nombres más representativos.
También aparece bastante entre los steampunks, el llamado Canterbury, que al igual que el krautrock, agarra la vertiente del rock progresivo (fundamentalmente de los primeros King Crimson y Pink Floyd) pero lo lleva a un rango más ácido y manierista. Gong y Magma son fundamentales dentro de este movimiento.

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