“Sin energía. En una primera etapa entregaríamos Arica a los bolivianos a cambio de suministro perpetuo de gas. Pero la inestabilidad social altiplánica llevaría a uno de sus dictadores finalmente a cerrar la llave por razones patrióticas. Entonces Chile le declara la guerra a Bolivia e invade los campos gasíferos apoyado por EE. UU., que ve con buenos ojos que sea Chile el que administre un recurso tan estratégico. La creciente demanda nos llena de proyectos bizarros para generar electricidad. A los presos se les obliga a pagar su deuda con la sociedad en kilovatios, en enormes galpones llenos de ruedas de hámster gigantes. El desierto de Atacama se vuelve el “nuevo medio oriente” de la energía solar. El sur de Chile se llena de comunidades extranjeras. La Patagonia se declara provincia autónoma con el apoyo de la ONU, que instala bases militares y un búnker presidencial, con objetivos desconocidos. Los glaciares y ríos torrentosos de la región de Aysén se vuelven de importancia estratégica geopolítica. Argentina desempolva viejos desacuerdos limítrofes. Pero nuestro país recibe el apoyo de Washington y se consolida como “el Israel de América Latina”. Se instalan puestos militares norteamericanos en todos los puntos relevantes para la producción de energía en el país. Se sientan las bases para el futuro proyecto “Red Integrada Vulcanológica” RIVu, para la explotación del que será eventualmente el principal ingreso del país: la energía geotérmica. Washington declara a Chile, país estratégico para sus intereses nacionales y establece un cordón de protección militar en torno a él. El país, descontento, lleva a un socialista al poder que intenta nacionalizar las plantas geotermales. Washington actúa sigilosamente y en tres días interviene el país y se instala en La Moneda con la figura de “asesor permanente”. Comienzan las actividades de insurgencia y, por supuesto, las de represión. Iraquización de Chile. Propuesta para convertirse en el estado 59 de la Unión (USA). Una facción oscura sale de la clandestinidad desde la Antártida, la declamación de sus objetivos se hace desde la base adelantada en el archipiélago de Chiloé. Llaman a la construcción de un nuevo Chile. Proponen llevar al país completo a través del tiempo hacia una nueva ubicación con tecnología nunca antes vista, al año 1938, para comenzar de nuevo como un polo mundial, con todas las ventajas... y con una sola condición”.
El próximo lunes en tu kiosco más cercano. Jorge Baradit, Marcelo Novoa, Francisca Solar, Alberto Rojas, Alvaro Bisama y Sergio Meier responden al desafío de aventurar el futuro de Chile. El pasado, presente y futuro de la ciencia ficción y fantasía nacional, con cameos ucrónicos y tauzerianos, todo en la nota de tapa de MUY INTERESANTE, Julio. La ilustración que acompaña este post es del eterno Maestro Pérez y podrán verla en todo su esplendor en la revista. Sean bienvenidos. Ya dice por ahí que el fin del mundo ocurrirá en el fin del mundo. Etiquetas: Artículos propios, Ci-Fi, Libros
3 Comentarios:
Como anuncio de los cincuenta. "El Chile del futuro, HOY". Excelente.
Está muy divertido el párrafo, pero creo que la clave en futurología es escoger un solo acontecimiento bizarro, no cinco.
Chile no le va a declarar la guerra a Bolivia por falta de gas: para eso se necesitaría un dictador por lado, mínimo.
Implementar megaruedas de hámsters para que los presos paguen su deuda generando corriente sería más costoso que la electricidad en sí misma: yo apostaría por trabajos forzados en el desierto construyendo plantas de energía solar, y haciendo lo mismo en el sur con campos de molinos.
USA convirtió a Israel en lo que es para estabilizar el resto de la zona, ya que era clave en el tema energético. En el cono sur no tenemos nada como los yacimientos petroleros de Medio Oriente. Ni siquiera Chávez: a los gringos les saldría más a cuenta invadir directamente Venezuela que apadrinar a ratas como nosotros.
De todas formas, la idea de escribir el futuro en grupo es genial y voy a comprar esa revista.
Aunque el postero Gaona tiene razón, hay algo de nostalgia retro-future en imaginar "mi país de aquí a cincuenta años".
hola Villalobos.
La verdad es que lo de la guerra es una parodia obvia a la guerra del '79. El presidente constitucional chileno le declaró la guerra al dictador boliviano que se metió con los yacimientos estratégicos de salitre. Los ingleses apoyaron a Chile porque lo preferían para administrar esa materia prima.
Me baso también en una insólita declaración off the record de Evo Morales (al analista Raúl Sohr): "Si le vendemos gas a Chile y después, por nuestra inestabilidad política endémica, cortamos el suministro, es seguro que Chile nos invade".
Con respecto a las ruedas de hámster...es un chiste, man. Es una imagen bonita solamente, poesía del escombro. Más ingenioso que trabajos forzados en el desierto, si me permites decirlo.
La nueva Israel será por nuestras reservas de aguas en los glaciares, o es que no sabes que los gringos ya pusieron marines en Paraguay, para aguachar las reservas de napas subterráneas más grandes del hemisferio sur.
saludos!!
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