A PROPOSITO DE BEOWULF... NEIL GAIMAN
Publicado en Cultura de La Tercera. Sab 17 Nov 2007
NEIL GAIMAN, SUEÑOS Y PESADILLAS
Fanático del punk, este autor inglés sumo folklore, cultura pop, Shakespeare y superhéroes para crear la mejor epopeya de horror gótico contemporáneo.
Antes que los “emo”, estuvieron los góticos. El movimiento surgió de las cenizas del primer punk, se revolvió en los sonidos de Joy Division y creció alimentándose de la estética elegante y sombría de la película The Hunger. Y en esta melodía, se dice que hay tres clases de cultores de esta ética/estética. Los que la reducen a fiestas chillonas y terciopelo barato, los que compran cuanta retórica de supermercado firma Anne Rice y los que en verdad entienden de qué se trata el sentido de vivir en la oscuridad; que la alquimia tiene harta más carne que un par de sábados en la Blondie y que en lugar de leer a Rice y a sus clones, concentran su atención en un inglés de 47 años, periodista de formación, escritor por accidente, guionista por añadidura y folklorista improvisado en esta época post todo: Neil Gaiman.
Ok, convengamos que hoy por hoy, Gaiman está de moda. O en su mejor momento, que es similar pero no lo mismo. Dos películas de su autoría, Stardust y Beowulf, cierran la cartelera 2007: la primera, basada en su libro del mismo nombre, la otra una adaptación a cuatro manos, junto Roger Avery, guionista de Pulp Fiction, de uno de los mitos fundacionales del mundo anglosajón. Rematando, un doble premio a la trayectoria, el primero en la ComicCon de San Diego, el mayor evento anual dedicado a las historietas, la ciencia ficción y la fantasía, y el segundo en la edición 2007 de los Scream Awards, certamen que premia lo mejor del cine de horror. David Slade, director de Hard candy y 30 Días de Noche, el filme de terror más exitoso del año, llevará a la pantalla Neverwhere, una de las primeras novelas del inglés. Además circula con bastante fuerza la noticia de que HBO ha comprado los derechos de dos de sus obras para producir sendas series, una con actores basada en la novela American Gods y otra animada, que se centraría en Sandman, hasta ahora su creación más reconocida.
Se dice que Gaiman es el tercer ángulo en la triada que hizo madurar al cómic norteamericano a mediados de los 80. Si Alan Moore y Frank Miller, los otros puntos de la geometría, pusieron a la historieta en la atención crítica, Neil Gaiman le inyectó glamour. Primero, inventando una mitología absolutamente renovadora en el género del horror. Segundo, logrando que por primera vez un cómic ganara un certamen literario (el World Fantasy Award en 1991), en un hecho que causó las irás de otros autores y obligó a cambiar las bases del evento para evitar que volviera a suceder. Y tercero, ingresando, en otro hecho inédito, una historieta en el top 10 de las listas de best seller del New York Times (Sandman: Endless Night, 2003). Puede que Moore y Millar hayan sido los pilares del respeto que hoy tiene el noveno arte, pero fue Gaiman quien consiguió que las grandes librerías abrieran su sección de “graphic novels”.
Iniciada en diciembre de 1988 y terminada 75 números más tarde, a mediados de 1996, la serie Sandman es la que convirtió a Neil Gaiman en la firma más destacada de la fantasía de las últimas dos décadas, acarreando merecidos elogios de gente tan diversa como Norman Mailer, Stephen King, Tori Amos, Harlan Ellison y los integrantes de la banda Tool. Publicada por Vertigo, la división “adulta” de DC Comics, recopilada luego en una colección de 10 novelas gráficas, Sandman nace a partir de un proyecto para relanzar al superhéroe del mismo nombre pero acabó convertido en algo muy distinto. El inglés pidió permiso para usar el nombre del personaje y crear bajo esa excusa una épica de horror gótico inspirada en la leyenda del arenero, amo de los sueños en el folklore norteamericano y anglosajón. Como una opereta en tonos oscuros, Sandman es protagonizado por Sueño, hermano de Muerte, Destino, Desesperación, Deseo y Destrucción, una raza de eternos (en inglés todos empiezan con “D” –Dream y Death-) que están por encima de dioses y demonios, controlando al hombre y a otras razas. Sandman pasó rápidamente de ser un cómic de culto a objeto de premios, análisis y libros de ensayo, como The Sandman Companion, de Hy Bender, un profesor de literatura de Yale, levantándose al podium del título de historieta comercial más influyente de los últimos años, sitial que ha sabido mantener con mayor dignidad que hartas obras literarias mas tradicionales. El citado Norman Mailer no sólo lo ubicó entre sus diez obras de ficción favoritas, sino que declaró que se trataba de la narración de horror más grande impresa en Estados Unidos, desde los cuentos de Edgard Allan Poe. Puede sonar grandilocuente, pero algo de razón tiene. Con Sandman, Neil Gaiman no sólo creó un tremendo relato serial, sino que de paso firmó un tratado acerca de cómo los miedos y las pesadillas no son solo un instinto humano, sino producto de la suma de factores donde caben la alta cultura, el pop más chicloso y el folklore, el de campo y ciudad.
NEIL GAIMAN, SUEÑOS Y PESADILLAS
Fanático del punk, este autor inglés sumo folklore, cultura pop, Shakespeare y superhéroes para crear la mejor epopeya de horror gótico contemporáneo.
Antes que los “emo”, estuvieron los góticos. El movimiento surgió de las cenizas del primer punk, se revolvió en los sonidos de Joy Division y creció alimentándose de la estética elegante y sombría de la película The Hunger. Y en esta melodía, se dice que hay tres clases de cultores de esta ética/estética. Los que la reducen a fiestas chillonas y terciopelo barato, los que compran cuanta retórica de supermercado firma Anne Rice y los que en verdad entienden de qué se trata el sentido de vivir en la oscuridad; que la alquimia tiene harta más carne que un par de sábados en la Blondie y que en lugar de leer a Rice y a sus clones, concentran su atención en un inglés de 47 años, periodista de formación, escritor por accidente, guionista por añadidura y folklorista improvisado en esta época post todo: Neil Gaiman.
Ok, convengamos que hoy por hoy, Gaiman está de moda. O en su mejor momento, que es similar pero no lo mismo. Dos películas de su autoría, Stardust y Beowulf, cierran la cartelera 2007: la primera, basada en su libro del mismo nombre, la otra una adaptación a cuatro manos, junto Roger Avery, guionista de Pulp Fiction, de uno de los mitos fundacionales del mundo anglosajón. Rematando, un doble premio a la trayectoria, el primero en la ComicCon de San Diego, el mayor evento anual dedicado a las historietas, la ciencia ficción y la fantasía, y el segundo en la edición 2007 de los Scream Awards, certamen que premia lo mejor del cine de horror. David Slade, director de Hard candy y 30 Días de Noche, el filme de terror más exitoso del año, llevará a la pantalla Neverwhere, una de las primeras novelas del inglés. Además circula con bastante fuerza la noticia de que HBO ha comprado los derechos de dos de sus obras para producir sendas series, una con actores basada en la novela American Gods y otra animada, que se centraría en Sandman, hasta ahora su creación más reconocida.
Se dice que Gaiman es el tercer ángulo en la triada que hizo madurar al cómic norteamericano a mediados de los 80. Si Alan Moore y Frank Miller, los otros puntos de la geometría, pusieron a la historieta en la atención crítica, Neil Gaiman le inyectó glamour. Primero, inventando una mitología absolutamente renovadora en el género del horror. Segundo, logrando que por primera vez un cómic ganara un certamen literario (el World Fantasy Award en 1991), en un hecho que causó las irás de otros autores y obligó a cambiar las bases del evento para evitar que volviera a suceder. Y tercero, ingresando, en otro hecho inédito, una historieta en el top 10 de las listas de best seller del New York Times (Sandman: Endless Night, 2003). Puede que Moore y Millar hayan sido los pilares del respeto que hoy tiene el noveno arte, pero fue Gaiman quien consiguió que las grandes librerías abrieran su sección de “graphic novels”.
Iniciada en diciembre de 1988 y terminada 75 números más tarde, a mediados de 1996, la serie Sandman es la que convirtió a Neil Gaiman en la firma más destacada de la fantasía de las últimas dos décadas, acarreando merecidos elogios de gente tan diversa como Norman Mailer, Stephen King, Tori Amos, Harlan Ellison y los integrantes de la banda Tool. Publicada por Vertigo, la división “adulta” de DC Comics, recopilada luego en una colección de 10 novelas gráficas, Sandman nace a partir de un proyecto para relanzar al superhéroe del mismo nombre pero acabó convertido en algo muy distinto. El inglés pidió permiso para usar el nombre del personaje y crear bajo esa excusa una épica de horror gótico inspirada en la leyenda del arenero, amo de los sueños en el folklore norteamericano y anglosajón. Como una opereta en tonos oscuros, Sandman es protagonizado por Sueño, hermano de Muerte, Destino, Desesperación, Deseo y Destrucción, una raza de eternos (en inglés todos empiezan con “D” –Dream y Death-) que están por encima de dioses y demonios, controlando al hombre y a otras razas. Sandman pasó rápidamente de ser un cómic de culto a objeto de premios, análisis y libros de ensayo, como The Sandman Companion, de Hy Bender, un profesor de literatura de Yale, levantándose al podium del título de historieta comercial más influyente de los últimos años, sitial que ha sabido mantener con mayor dignidad que hartas obras literarias mas tradicionales. El citado Norman Mailer no sólo lo ubicó entre sus diez obras de ficción favoritas, sino que declaró que se trataba de la narración de horror más grande impresa en Estados Unidos, desde los cuentos de Edgard Allan Poe. Puede sonar grandilocuente, pero algo de razón tiene. Con Sandman, Neil Gaiman no sólo creó un tremendo relato serial, sino que de paso firmó un tratado acerca de cómo los miedos y las pesadillas no son solo un instinto humano, sino producto de la suma de factores donde caben la alta cultura, el pop más chicloso y el folklore, el de campo y ciudad.
Etiquetas: Artículos propios, Escritores, Fantasía
6 Comentarios:
Folclore norteamericano,...Moore ya tuvo su oportunidad con la Cosa del pantano (falta que ahora Gaiman salga en los Simpson como lo hizo el mismo Moore recientemente)
Sueño de una noche de verano version Sandman es muy divertida y gentil vuelta de tuerca, que 24 paginas dibujadas le ganen a textos de hasta 500 paginas sulfura a cualquiera, jaja.
El otro lado, cuando escribe fuera de su mundo no es tan entretenido (algo que admiro en Grant Morrison)y mis gustos por Sandman dependen en parte por el dibujo (las Venevolas sobretodo).En 1989 en uno de tantos encuentros sobre historieta, escuchaba a una chica gotica decir con mucha propiedad "yo leo Sandman" lo que me corroboro en años posteriores, las mujeres se derriten por Gaiman, la imagen de Sandman, entre mistico y distante...un amigo recomendaba "usa un báculo y tendras muchas admiradoras", abreviando, si uno usa textos de la historieta; sera buen gancho para atraer feminas.
Una refleccion, parece que desde los ultimos años se comienza a valorar realmente por la media popular, el 9no arte, sea a traves de su influencia o inspiracion en el cine, la tv, y encima en Chile, gente de gobierno aun lo encuentran como algo pobre y toxico para la cultura..no hay salud
racias por el articulo.
Parafraseando a Christina Rosenvinge y a propósito del maletín literario y la peste negra del comic: una vez que lees a Sandman, nunca más quieres leer algo de la nueva narrativa chilena. Ni menos infligírsela a familias con escasos recursos ni escolares.
saludos
Al fin escribes algo sobre Gaiman y su más querido heroe Sandman...
Concuerdo contigo que él, abrió el mundo del comic, hacia un nuevo espectro..
Vale por el comentario y ojalá se pueda llevar a la pantalla las desventuras del "tejedor"....que en algún oportunidad se dijo "era casi imposible"..
Demás esta decir que mi saga favorita es "Estación de Nieblas" para mí es un comix que ha marcado un antes y despues en el llamado 9 artes. Saludos
Me encanta Neil. <3
No tenía idea de que pensaban hacer una peli de Neverwhere. En la BBC la hicieron serie y no quedó tan buena... Ojalá le vaya mejor a la peli.
QUE...ARTICULO...MAS...NOTABLE!
O.O
Un saludo al creador de la mejor serie de cómics de la historia.
Como dice Harlan Ellison en la introducción a la saga "Estación de Nieblas"..."no digas menos de lo que han dicho tus predecesores".
Para mí Sandman da por hecho que el cómics es algo más que "historietas", es una herramienta que te puede trasnportar a otros mundos, jugar con las realidades, ponerle literatura al arte gráfico.
Con Sandman me dí cuenta de qué triste es la vida para los que no leen cómics.
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