FORTEGAVERSO

viernes, julio 29, 2005

LOSTEOLOGIA

Desde su estreno hace un año en EE UU y medio en Chile. LOST se ha convertido en uno de los fenómenos de culto más interesantes desde los "Expedientes Secretos-X". Con esa seguridad bajo el brazo, pauteamos en la revista RTV, hoy VIVE, un especial dedicado al drama creado por J.J. Abrams.

Este artículo es parte de un reportaje más extenso que firmé junto al gran Daniel Villalobos y que apareció en la REVISTA RTV, edición ABRIL, 2005




Perdidos en el paraíso

Meses navegando… tierra a la vista… todo volverá a ser como fue
Las luces de la costa, son faros del pasado.
Gustavo Cerati. “Hombre al Agua


Una certeza. Amamos perdernos. Es parte de nuestra naturaleza más morbosa. De chicos nos educan bajo este temor. Que no sueltes la mano de papá mira que puedes perderte. Que no entres a un bosque, que te puedes perder como Caperucita Roja. Que no salgas solo de noche, mira que los niños se pierden en la oscuridad. De grandes, el cuento no cambia mucho, la diferencia es que ahora el verbo además de físico se hace moral. Es que el miedo a perdernos en la vida es de esos que nos siguen hasta el mismo instante de nuestra muerte. Estás perdido, nos repiten cuando fracasamos o tomamos una decisión errada. Es que la vida tiene y tendrá mas vueltas que una oreja y uno de esos giros es el derecho a extraviarnos. Nos guste o no vivimos perdidos, somos náufragos de nuestra propia existencia. Cada uno tiene su propia isla en medio de la nada, estrellarse en ella es cosa de levantarse un día con la pata izquierda y ¡crash! Como en LOST, porque esa es también la gracia de la buena ficción, extrapola las formas de la realidad con entretención.
Con lo anterior no es casual que una serie sobre 48 sobrevivientes de un accidente aéreo anclados en una isla desierta haya logrado tal impacto en la cultura pop. Si hablamos de cifras, LOST es hoy el producto televisivo más exitoso de los últimos años. Las críticas y el fanatismo la acompañan. La devoción también. Y eso, como responsables de RTV lo hemos constatado al leer las decenas de mail que nos venido llegando desde el estreno de la serie, hace ya cuatro lunes, por el canal AXN. Todos quieren saber más de LOST. El fenómeno nos cayó encima con fuerza. Y era obvio que así ocurriera. Con una televisión abierta anclada en los mismos temas, con dramas mal hechos, reiterativos y aburridos, era cuestión de sumar dos más dos para adivinar que en Chile, sucedería lo mismo que en cada país donde se ha estrenado el drama creado por J.J. Abrams: en tres palabras, una devoción eclesiástica.
“LOST las cagó”, ha sido la expresión más repetida en foros online acerca de televisión de sitios como http://www.elsacrificio.cl/ o los grupos reunidos en chile.rec.tv de google, lejos el mejor lugar para informarse sobre cable disponible en Internet, porque si hay gente que sabe realmente de pantalla chica, esos son los fanáticos. “Feliz me pierdo en una isla con una mina como Kate”, repite un navegante de 18 años, “y con guachones como Jack y Sawyer, mejor”, le contesta en forma virtual una señorita que se hace llamar Sailor_Moon
¿Por qué tanta devoción? Ya lo dijimos arriba. LOST más que una serie acerca de supervivientes de un accidente aéreo, es una historia acerca de sentirse perdido, algo que todos memos experimentado desde que empezamos a tener consciencia de nuestro lugar en el mundo. Más que un relato bien contado, es una ecuación de sensaciones. El teórico Harold Bloom agregaría que el ser extraviado forma parte de la educación occidental. Mal que mal buena parte de los cuentos que nos narraron de pequeños tienen que ver con perderse –o LOSTearse, como escribió un fan en internet-. Ya nombramos a Caperucita Roja, cabría agregar a los hermanos Hansel y Gretel y como no, a ese perdido por antonomasia que es Pinocho. Pensemos en su incidente con la Ballena, una isla con movimiento propio.
Y volvemos a repetirlo, definitivamente nos encantan los perdidos. Homero ya lo aventuró cuando obligó a Odiseo y sus hombre a dar vueltas en el Mediterráneo antes de regresar a su Itaca natal. Edipo se extravió en su propio destino y el Quijote hizo su propia isla LOST en los laberintos de su imaginación. Mientras, en tiempos más recientes, Daniel Dafoe abandonó a su Robinson Crusoe en una isla frente a Chile, destino similar al del Dr. Gulliver de Jonathan Swift o al de los prófugos que desplomaron su globo aerostático en el reducto secreto del Capitán Nemo en “La Isla Misteriosa”, uno de los relatos más logrados de Julio Verne. Más cerca aún, la lúcida socio-ficción de William Golding en “El Señor de las Moscas”, acertadamente homenajeada en “Los Simpson”, nos dio las pistas del significado de quedar abandonado en una isla y recuperar ese pequeño salvaje que todos llevamos dentro. Y a un nivel más pop, como no mencionar al hombre que hizo arte de los desastres, Irving Allen (“La Aventura del Poseidon”) y sus extraviados futuristas de “Tierra de Gigantes”. También a los ridículos personajes de “La Isla de Gilligan” o Tom Hanks, quien en “Náufrago” nos regaló una precuela individual de lo que finalmente sería LOST. Vivimos rodeados de náufragos, somos náufragos en una isla espacial que viaja en torno al sol como sostenía Isaac Asimov. LOST nos gusta, nos apasiona, simplemente porque gatilla nuestra fascinación e inclinación a perdernos. Y que más cómodo que extraviarse una hora a la semana en la pantalla de nuestro televisor.

1 Comentarios:

A la/s 7:25 p. m., Blogger F. Ortega dijo...

gran blog master
y cuidece
mucho
un abrazo

 

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