FORTEGAVERSO

domingo, agosto 28, 2005

60 KILOMETROS

Hace 12 años escribí una novela inocente, apresurada y llena de errores. La mandé a un concurso y resulté primer finalista. Conclusión: me publicaron. Tenía 18 años y no me di cuenta de mucho. Fueron quince minutos de fama que me costó asumir, pero bueno así pasó. La novela terminó convertida en un pequeño objeto de culto. Hay gente que la ama, otra que la odia, yo le tengo cariño… y también miedo. A veces creo que fue un error publicarla. Otras simplemente me da risa. Este es un extracto del primer capítulo.

60 KILOMETROS fue publicada en Junio de 1993, por Ed. Los Andes.



Kilómetro -1

Páguese –le digo al conductor del taxi colectivo, mientras le entrego un gastado billete de $500. El señor de barba y escaso cabello lo mira, lo olfatea, lo saborea y se pone feliz hasta que de pronto le viene a la memoria que el billete no es todo para él; en ese momento su ceño se frunce, en una actitud que fluctúa entre la rabia y la pena, producto de su regreso a la realidad. Después abre un simpático cajoncito de madera, que está al lado del volante del Chevette, y saca cuatro monedas de 100; me las entrega y con una mal disimulada sonrisa , dice:
-Su güelto, señor.
Lo miro y me da pena. Tengo ganas de decirle que lo entiendo, que todos le tenemos amor al dinero; incluso me dan ganas de regalarle los 500, pero mejor es arrepentirse de tan descabellada idea. Así que agarro firmemente mis cuatrocientos y los meto en la gastada billetera, que cuelga del bolsillo trasero de mis bluejeans. Después acomodo bien mis bolsitos de viaje y me miro en el espejo retrovisor: ando bastante ordinario. Mi aspecto deja bastante que desear, pero, bueno, así es el fútbol y nada puedo hacerle a mi faz; además, estoy tan acostumbrado, que así soy feliz. Eso creo.
“Me voy corazón y no se cuando regresaré”, dice una arcaica canción que alguna vez escuché. Se parece a mi historia, aunque sólo en parte, ya que yo si sé cuando voy a volver.
-¿Va para su casa? –me pregunta el conductor.
-Si –le respondo parcamente. El parece que tiene ganas de conversar, así que vuelve a iniciar la plática:
-Entonces, ¿no es aquí?
-Si, no soy de aquí
-Y, ¿dónde vive?
-Vivo 60 kilómetros hacia el norte, en un pequeño pueblito de nombre glorioso.
-Y, ¿estudia acá?
-Sí, soy un pobre estudiante, víctima de unos monstruosos académicos, de la vergüenza de reprobar un ramo fácil, de la nula asignación de crédito fiscal y de unos pobres compañeros deshumanizados; en resumen, soy una pobre alma en el infierno, una laucha en Gatolandia. Al igual que usted, mi querido hermano, soy una víctima del sistema… Bienvenidos a Metrópolis, mi ciudad, la más fabulosa construida sobre y bajo la tierra… Observe allí la magna construcción, la Nueva Torre de Babel… Nos consume un mal imperio… ¿Verdad?... Necesitamos una fundación… Dónde estás, oh gran Hari Seldon, cuando requerimos de tus servicios… Ve, señor taxista, que somos poca cosa: usted y yo somos unos trocitos de mierda, y… de color verde.

10 Comentarios:

A la/s 12:36 p. m., Blogger Cuqui dijo...

a los 18 se me hacía dificil terminar un cuento; a los 22, un microcuento era uan gran proeza... ahora a los 25 no sé como empezar una frase. lo hecho, hecho está, y no hay que arrepentirse (creo yo). Saludos, y sigue queriendo tu novela.

 
A la/s 4:30 p. m., Blogger F. Ortega dijo...

la seguire queriendo
gracias
Angel de la Guarda chica
cariños

 
A la/s 6:30 p. m., Blogger Unknown dijo...

como pusé en otro post, recuerdo el fragmento o algo así que pusieron en la zona, y cómo me fui de cabeza a tratar de conseguirla vía biblioteca (de comprarla ni hablar);
y lo que más recuerdo era la página de tus agradecimientos o dedicatoria, era la misma ensalada pop que en ese tiempo era súper mal vista y ninguneada, y sobre la que hoy se construyen programas de tv en horario prime, una nostalgia por las cosas buenas y malas que escuchaste de chico o agarraste de paso, música escuchada desde otra habitación, en fin, gracias x esos largos 60 kms.

 
A la/s 4:11 p. m., Blogger Vero dijo...

yo tengo Disfrazados. Otro comienzo de algo de Pancho. Muy bueno por cierto.
Y espero sorpresas pronto!

 
A la/s 5:52 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

La verdad es que esa novela tuya era un bodrio de los que se merecen el olvido inmediato. Lástima que te hayas acordado de ella, no tenía una sola frase en coherencia con la anterior, y ni hablar de relaciones literarias un poco más complejas. Recuerdo haberme deprimido mucho al leerla, porque no había otro libro en mi casa. Yo era chico y vivía en Rancagua, donde no habían librerías.
Se nota que lo tuyo es la imagen. Qué bueno que ya no escribes. O por lo menos que ya no publicas. Saludos,

Caco

 
A la/s 4:26 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Recuerdo haber empezado tu novela 60 Kilómetros,unos cauantos años después de que la publicaras. Era un asco, tan mala que con un amigo (por cierto ninguno de los dos escribe ni una palabra) la repasábamos en voz alta para reirnos de sus imbecilidades (recuerdo una de antología, cuando el protagonista veía a un viejo mirando debajo del asiento, le peguntaba que veía y el respondía un Aleph.... No hay derecho). Alguien que escribe así a lo 18 debe darse cuenta que lo suyo no es la literatura, a lo más el periodismo.
Por cierto leì la crtica que Camilo Mrks hizo de tu nueva novela, y por lo visto no te has superado mucho.

 
A la/s 11:14 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

pues yo, que leo mucho y escribo un poco, me declaro admiradora de 60 kilómetros, es cierto que no es una gloria de la lengua castaellano, pero tiene ingenio y originalidad, ambas cosas escasas en la actualidad.

Leí que harán la pelícual, espero que la difundan y que llegue a la ciudad de nombre de fenómeno climático, léase Talca.

Fabiola.

 
A la/s 2:04 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Francisco, siempre recuerdo tu libro con un cariño especial...
absurdo, ligero

 
A la/s 7:58 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

me encanta el libro ..pero ...sabes necesito tu biografía ya que en internet no la puedo encontrar ...tengo que disertar de este libro..me ayudarias??

 
A la/s 9:46 p. m., Blogger vinacho dijo...

Soy de Victoria y Estudié en los 90s viajando a Temuco como mil años. Buen registro, aca en Victoria se lee en el Instituto en el ramo castellano. Saludos

 

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