FORTEGAVERSO

viernes, agosto 26, 2005

VISIONES PELIGROSAS (2ª Parte y final)

Continúa -y termina- el inédito de ayer, una seleccion de arquitectura futurista realizada para Internet 21, que nunca vio la luz.

México D.F. monstruo condenado

Yo vine al D.F. –vine a las ruinas de lo que alguna vez fue el D.F. y que ahora es Nueva Tenochtitlan del Temblor- porque me dijeron que aquí vivía mi Padre Creador, que aquí vivía Matrax… ¿Y a qué va usted al D.F. si puede saberse?, oí que me preguntaba y anaté en mi carpeta draft que mejor ir cambiando de una vez D.F. por Nueva Tenochtitlan del Temblor. O mejor, N.T.T….Mantrax llegó a Nueva Tenochtitlan del Temblor en una nave de acero y ruido y la estrelló en su justo centro y hubo fuego y explosiones y terror porque junto con Mantrax llegó el terremoto y los dos se quedaron allí…”
En Mantra, de Rodrigo Fresán www.geocities.com/SoHo/Lofts/4229/Fresan.html


Manchester, doblado en ácido de metal

“Desde todas direcciones, las afiladas secciones de cristal de botellas de vino, cerveza y ginebra hechas añicos captaban y magnificaban cada rayo perdido de Manchester. Todo Bottletown, así llamaban al suburbio, la ciudad de cristal, la ciudad de las botellas, desde el centro comercial a los apartamentos-fortaleza, centelleaba como un espejo roto de la estrella más brillante. Así es la belleza, en medio de una ciudad de lágrimas. En Bottletown, hasta nuestras lágrimas chispean como diamantes….
Bottletown existía desde hacía a apenas unos diez años. Era una especie de sueño urbano. Familias enteras abandonaron muy pronto el lugar y empezaron a llegar jóvenes y apáticos, y luego negros, robots costrosos, barbariesombras y estudiantes….”
En Vurt, de Jeff Noon. www.jeffnoon.com


Marruecos, ciudad flotante

“Zona Libre flotaba en medio del océano Atlántico, una ciudad flotante en el eje de las confluencias de la cultura internacional.
Zona Libre estaba anclada a unas cien millas al norte de Sidi Ifni, una somnolienta ciudad de las cosas marroquí… Originalmente Zona Libre había sido otra plataforma más de prospección petrolífera en alta mar, ahora era un lugar de diversión, sin leyes ni banderas, un lugar casi agradable para vivir…”
En Zona Libre, de John Shirley www.darkecho.com/JohnShirley/

New York, New York…

“Los desfiladeros de metal y cristal de Nueva York, esa orgullosa y floreciente unión de las Zonas de Libre Empresa, muestran una docena de matices de frío azul perdiéndose hacia el norte. Las calles que corren con geométrica precisión, como ríos distantes en el fondo de los desfiladeros, se ven con el color rojo de una arteria. De oeste a este, se ven pedazos del río Hudson y del río East, visibles como corrientes de color verde lima. Central Park es un muro de amarillo girasol en medio de la isla…”
En Stone Vive, de Paul Di Filippo www.cambrianpubs.com/difilippo/


Los Angeles al desnudo

“-Bienvenido a Los Angeles, corazón de California Sur –dijo Karen-. Alégrate de no haber tenido que usar el metro, el terremoto lo convirtió en… otra cosa…-. Esa noche cenaron en lo que Karen dijo que era Hollywood, con Aaron Pursley en persona, en un restaurante Tex-Mex de la calle North Flores.
Karen vivía en el enésimo piso del Century City II, alias la Gota, que parecía una teta verde semitransparente y era la tercera entre las construcciones más altas de la cuenca de Los Angeles. Con la luz adecuada casi se podía ver a través de ella, y distinguir los tres gigantescos puntales que sostenían el edificio en pie, cada uno tan grande que habría podido contener un rascacielos normal y aun sobraría espacio...”
En Luz Virtual, de William Gibson, www.antonraubenweiss.com/gibson/gibson.html



San Francisco, California Norte

“Y allí estaba él, en California Norte, desde hacía cuarenta y ocho minutos, tomando café con los de homicidios, sólo que ellos tomaban té. Té caliente… El centro de San Francisco era impresionante. Todo aquello enmarcado por colinas, consttruido en lo alto y al pie de las colinas, le dio a Rydell la impresión de, bueno, no sabía de qué. Quizá parecía demasiado lo contrario a L.A. y por eso producía la sensación de estar a la deriva… con esos edificios viejos tan cerca unos de otros, sin que hubiera nada más moderno que el alto y puntiagudo, coronado con aquella cosa (y sabía que también ése era antiguo)…”
En Luz Virtual, de William Gibson.