FORTEGAVERSO

viernes, agosto 12, 2005

EL EVANGELIO SEGUN SCORSESE

De todas las críticas que publiqué en WIKEN, durante mis dos años de servicio bajo la administración Sepúlveda, esta fue una de las que me dejó más satisfecho. Nada más que agregar, sólo lean.

Publicada originalmente el Viernes 15 de Marzo del 2004 en WIKEN de El Mercurio.


La Ultima Tentación de Cristo
4 Estrellas

Es complicado escribir de una película de la cual se ha opinado tanto, desde juicios estéticos hasta morales y valóricos. “La Ultima Tentación de Cristo” se estrena en Chile, 14 años después de su debut en las salas del resto del planeta y lo hace envuelta en una polémica extra cinematográfica que para lo único que ha servido es para dejar el valor filmico de esta obra en un injusto segundo lugar. Uno hasta cierto punto entiende que el estreno de esta película sea una suerte de bandera de lucha tanto para grupos que abogan por el libre derecho de elección y expresión como para los que se auto imponen la defensa de valores familiares y tradicionales, pero eso es materia aparte y aunque es necesario citarlo, no nos corresponde ahondar más en el tema. Lo mejor, y para terminar, de la llegada de este film (aunque sea al reducido circuito del cine arte) es que servirá para que los mismos que se han llenado la boca con lo que representa esta adaptación de la novela de Nikos Kazantzakis lo hagan con verdaderos argumentos, los que salen tras la experiencia de ver el filme en pantalla ancha, que no es lo mismo que haberlo echo antes en video o DVD.
“La Ultima Tentación de Cristo” es una película con suficiente poder como para defenderse sola en cualquier esfera de la apreciación cinematográfica. Desde la preciosista fotografía de Michael Ballhaus hasta la brillante partitura musical a cargo de Peter Gabriel. Entre medio se suman casi todos los elementos de la obsesión católica que han hecho marca en la filmografía de Martin Scorsese y de su guionista fetiche, Paul Schrader. Si, porque aunque a muchos les moleste, “La Ultima Tentación” es una de las películas más católicas que se han realizado en las últimas dos décadas. En ella el director de “Taxy Driver” teoriza sobre la redención, la fe y sobre todo la culpa. A Scorcese le interesan estos valores. Criado en las barridas italianas y católicas de Nueva York toda su filmografía esta recorrida por elementos e iconografías del cristianismo. Hay entre “La Ultima Tentación de Cristo” y la reciente “Pandillas de Nueva York” mucho más elementos en común de lo que parece a primera vista. Ambos son las historias de un huérfano y su misión por encontrar el motor de su existencia, ambos son el retrato de la pasión de un Cristo. Entre la redención y la venganza no hay mucha diferencia.
Pero hay más en la película. A diferencia de la novela de Kazantzakis, que a través de una relectura al dogma esencial del cristianismo construyó una metáfora acerca de la personalidad concreta de la fe, la película de Scorsese funciona bajo su superficie además como una historia de amistad. “La Ultima Tentación de Cristo” es el recorrido a través de la relación entre dos hombres y como uno fue construyendo al otro. Jesús (Willem Dafoe) y Judas (Harvey Kaitel), el evangelio armado al ritmo de un firme apretón de manos. La escena en que Jesús le pide a Judas, el único de sus apóstoles con voluntad propia, el único en quien confía y a quien más ama, que le ayude a dar el paso más importante de su ministerio vale por si sola, es mayúsculamente hermosa.
Estructurada como una misión y un viaje de aprendizaje, “La Ultima Tentación de Cristo” se ubica en la misma línea de “2001” o “Apocalipsis Ahora”, historias que mediante el desplazamiento físico e interior de sus protagonistas van respondiendo a las dudas existenciales de los mismos. El Cristo de Scorsese es un Cristo humano, lleno de temores y culpas. No sabe quién es y donde está parado hasta que decide embarcarse en un recorrido iniciático al corazón del desierto, lugar donde encontrará las primeras respuestas que lo impulsarán primeramente hacia un mesianismo más político que religioso (en la película) y finalmente a enfrentar la más dura de las tentaciones, la que da nombre al filme. La cruz en Scorsese tiene una función de meta similar al del monolito espacial hacia el cual viajan los astronautas de Kubrick en “2001” o si se prefiere el anillo que Frodo debe llevar a Mordor en “El Señor de los Anillos”. Dentro de su criticada humanidad, el Jesucristo de “La Ultima Tentación” acaba finalmente levantado en la más cristiana de las divinidades.
Una película cuyo estreno es una muestra de sanidad., no solo por lo que representa sino porque permite apreciar uno de los momentos más interesantes e iluminados de la filmografía de Martin Scorsese, la de su propia pasión.

1 Comentarios:

A la/s 3:44 p. m., Blogger Roberto Arancibia dijo...

Leí esto en Wiken cuando salió, y pese a que ví la película varios años antes en una asquerosa copia de copia de copia en vhs, pude ver también la preciosa escena de Jesús y Judas.

 

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