FORTEGAVERSO

viernes, agosto 05, 2005

UNA BUEN FILME

Al final, las obras de arte son como la vida. Constituyen estados de ánimo y emociones. Esta fue una de las primeras críticas que hice para el Wiken. No era una gran película, pero si un tremendo sentimiento. Ojo, anda rotando de vez en cuando por Cinemax.

Esta crítica fue publicada originalmente en Revista Wiken, El Mercurio. En Enero del 2003.


La vida continúa

Más allá de sus aciertos y errores, “La Vida Continua” es de esas películas que por alguna extraña razón nos hacen sentir mejor persona. Uno sabe que no es la mejor película del año (ni siquiera del mes o la semana) pero resulta imposible quitarse la sonrisa de la cara cuando terminan los créditos. Familiaridad con los personajes, con los lugares o la música que presenta, vaya uno a saber.
“La Vida Continúa” es un film bueno, pero no “bueno” de calidad –o apreciación estética- sino “bueno” de bondad, de cariño, casi de abrazo. Con su título original (“Moonlight Mile”) tomado de una canción de los Rolling Stone que suena en el momento climático de la historia, la película se inscribe en la tradición de cintas como “Gente Como Uno” de Robert Redford o “Chicas Lindas” de Ted Demme, cuentos de personas reales con personajes casi reales.
La historia sucede a mediados de los 70, poco después de la salida norteamericana de Vietnam y abre con una secuencia que parece sacada de “Six Feet Under”. Un velorio en el que los nervios de los protagonistas, los silencios, los detalles y un perro ayudan a convertir en humor lo que obviamente es una tragedia. Detalle y mezcla que se va repitiendo a lo largo de toda la película. A tres días de su matrimonio, Joe (Jake Gyllenhal) pierde a su prometida en un tiroteo en el único café del pueblito natal de ella. Y lo que iba a ser una fiesta familiar se convierte en un tipo muy distinto de “celebración”. Jake se ve anclado en medio de la nada, cubriendo el papel de hijo adoptivo de Ben (Dustin Hoffman) y JoJo (Susan Sarandon) sus “casi suegros”, quienes ven en el chico una extensión de su hija perdida y una forma concreta de cómo olvidar lo sucedido. Jake trabaja obligado para Ben, escucha a JoJo y acude con ellos ante la abogada (Holly Hunter) que lleva el caso del asesinato de su novia. El dilema es que el chico guarda un secreto respecto de su relación con la muerta, uno que puede cambiar radicalmente su paternal futuro junto a sus suegros. Detalle que se agudiza cuando entra en escena Cheryl (Aleksia Landeau), una chica pueblerina, fanática de los Stones, que lleva años intentando superar la perdida de su amor en Vietnam.
El problema de esta “película sobre problemas” está en su construcción dramática. “La Vida Continúa” parte presentando un conflicto de por sí grande e interesante, pero en lugar de ir trabajando este eje de acción lo va lentamente difuminando a favor de nuevos conflictos que se roban la atención del espectador, porque cada uno de ellos resulta tan grande e interesante como el principal. Situación que se complica al final, cuando la historia regresa a su propuesta inicial y uno no sólo se ha olvidado de ésta (y de los personajes secundarios que la protagonizaban) sino que prefiere quedarse en otra habitación de la casa. Pero a pesar de esto, “La Vida Continua” es una película que se sostiene en el resto, sobre todo en sus personajes. Dustin Hoffman y Susan Sarandon construyen una tragicómica pareja de americanos medios, arribistas, un poco ingenuos (el más que ella) y otro poco hipócritas (también el más que ella). Jake Gyllehal, un clon de Tobbie “Spider-Man” Maguire, juega bien con su cara de torpe ingenuo, mucho más vivo de lo que su aplastante calma demuestra, categoría en la que también corre Aleksia Landeau, una debutante actriz francesa que promete y cumple con su delicada construcción de una chica americana tan media como una hamburguesa y una malteada de chocolate.
Una película de esas para ver en pareja o en grupo, para quedarse callado a la salida del cine y decir una palabra cariñosa al regreso a casa mientras se oye un disco viejo de los Stones.

La Vida Continua
(Moonlight Mile, 2002)
146 Minutos
Mayores de 14 años