La semana pasada estuve perdido en Iquique, Pisagua, Dolores y Tocopilla recorriendo los escenarios de la Guerra del Pacífico, para ser exacto en el desarrollo de los guiones de la serie que se estrenará en Mega el año entrante. Y mientras en la prensa se filtra la búsqueda de nuestra Leonora Latorre (la Sidney Bristow de la Guerra del Pacífico) los obreros nos dedicamos a escribir. Este es un extracto del escape de Leonora en Pisagua, del capítulo 3. Perdonen lo desordenado del formato, pero trasladar de FinalDraft a Word y de Word a blogger es una mierda.
EXT – PISAGUA/PUEBLO - NOCHE
Elcira ha ido a buscar algo que comer, cuando desde una esquina descubre un inusual movimiento de tropas que se despliega hacia la parte alta de la ciudad. Tira las cacerolas que lleva consigo y regresa corriendo al refugio
EXT/INT - PISAGUA/REFUGIO - NOCHE
Elcira corre a través de los refugiados, tropieza con algunos
ELCIRA
Perdone
Se resbala, demora, trata de pasar entre la gente, no puede, le cuesta, cada día hay más gente en el refugio, hasta que finalmente llega donde Leonora
ELCIRA
Tome sus cosas rápido, señora. Apúrese
LEONORA
¿Qué pasa, mujer?
ELCIRA
Vienen por nosotras, mi niña… la policía militar viene hacia acá
LEONORA
Está segura
ELCIRA
Si, señora, acabo de ver soldados peruanos caminando hacia acá. Vamos
Elcira agarra del brazo a Leonora. Caminan entre los refugiados. De pronto Leonora se detiene, hay una forma más rápida de escapar.
LEONORA
Espera, por allí hay una puerta que da al patio trasero, vamos
Le indica la dirección y la insta a caminar con ella. Toman sus cosas y salen del lugar. Algunos las miran, notan que hay algo raro
En el camino se encuentran con la Patrona del refugio, que las detiene
PATRONA
Y ustedes dónde creen que van con tanta prisa
ELCIRA
Mi sobrina se siente mal, buscamos un hospital
PATRONA
No tan rápido, me deben dos semanas, les dije, sólo tres días libres
LEONORA
Mañana me llega dinero desde Arica, no se preocupe, le pagaré de sobras. Ahora si me permite
Y apuran el paso hacia la parte trasera del caserón, apartando a la Patrona.
Entonces alguien tumba las puertas a la entrada del refugio. Y ante los gritos de la gente, ingresa un grupo de policías militares
Disparan al aire
Todos gritan
Uno de los policías pasa adelante
POLICIA
Nadie se mueva, tenemos información fidedigna que aquí se ocultan dos espías chilenas
Los policías rastrean. Levantan a los que duermen. Son violentos. Los apiñan como animales.
Ingresan Buendía y los dos soldados. Miran como el resto de los uniformados hostigan a los refugiados
BUENDIA
Son dos mujeres, señores. Una de ellas joven y hermosa, una dama de sociedad.
Entonces la Patrona sale de su escondite
PATRONA
Yo las he visto mi generalísimo. Estaban acá entre nosotros. Una de ellas dijo estar enferma
Buendía se acerca
BUENDIA
¿Y donde están ahora, señora?
PATRONA
Estaban aquí mismo hasta hace unos minutos, pero salieron fueron hacia allá señor, al patio de atrás
Buendía hace un gesto. Los policías militares corren hacia el patio. Todo es un caos. Niños y mujeres lloran.
EXT - PISAGUA/REFUGIO/PATIO - NOCHE
Los soldados salen al patio, empujan puertas y apuntan sus fusiles de un modo exagerado, casi ridículo, como si enfrentaran a bandoleros muy peligrosos. Pero el patio se encuentra totalmente desierto. Buendía aparece tras ellos
BUENDIA
¿Dónde están?
SOLDADO
Debieran estar acá, pero no hay nadie, mi general.
BUENDIA
(Mira el patio, en verdad no hay nadie, todo desierto) Mierda, búsquenlas y encuéntrenlas aunque tenga que cavar hasta el infierno.
SOLDADO
Desaparecieron, es esfumaron.
BUENDIA
Los duendes desaparecen, no las mujeres. A trabajar holgazanes y no quiero más excusas
El general se retira dejando a los soldados solos.
EXT - PISAGUA/ REFUGIO/PATIO/TECHO - NOCHE
En el techo del refugio, hecho de tejas cubiertas de matorrales, acostada, muy agachadas
casi invisibles, las mujeres observan.
Leonora tapa la boca de su criada, como si quisiera evitar que incluso respirara. Cuando ven a las tropas retirarse, hablan
ELCIRA
Buena su idea de ocultarnos acá arriba, mi señora
LEONORA
Si, pero no podemos quedarnos acá arriba toda la noche, hay que bajar y buscar un lugar seguro donde escapar del general
ELCIRA
Venga conmigo, hacia esas calles oscuras (le muestra) hay bodegas abandonadas. Usted me lo ha dicho, la noche es el mejor disfraz.
Elcira baja del techo y ayuda a Leonora. Luego, ocultas por las sombras, corren en dirección a lo propuesto por Elcira.
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