FORTEGAVERSO: diciembre 2005

sábado, diciembre 31, 2005

THE BEST OF 2005. CINE... UN OLVIDO IMPERDONABLE

Pasa, a veces la memoria nos traiciona, pero esa es la gracia, siempre se puede hacer justicia. Perdon viejo Clint.... Y para que veas como te respeto, en lugar de editar la entrada anterior, te dedico una entera para ti

  1. One Million Dollar Baby (Clint Eastwood/EE UU): La mejor película de Eastwood en años. Ok, puede que con el paso de los meses hartas cosas del film se me hayan caído, pero lo tiritón que me dejó en la primera impresión no lo logró ningún otro film de mi lista. Todavía cuando recuerdo cualquier escena de Clint en la iglesia, se me eriza la espalda. Amen.

viernes, diciembre 30, 2005

THE BEST OF 2005. CINE

Hace un año me retire -¿o me retiraron?- de la crítica activa de cine. Cosas que pasan. Por lo mismo el 2005 vi menos películas de las habituales. De hecho revisé más DVDs de clásicos que cintas en pantalla grande. Raro el año. Ninguna película me voló especialmente el rostro. Ninguna me cambió la vida, salvo -por razones obvias- la primera de mi lista. En fin. Estas fueron las películas de mi 2005.

  1. Se Arrienda (Alberto Fuguet/Chile): Tal vez no fue la mejor película del año, tal vez de aquí a cinco años nadie se acuerde de ella, pero yo la escribí y participé de manera activa en su producción. Me emocioné, sufrí y sudé. Perdonen la autoreferencia, pero si hay una película que este año me hizo bien. esa fue SA. Gracias a todo el equipo y a la hermandad blogger que comulgó con Gastón Fernández.
  2. Oldboy (Chang-Wook Park/Corea): Es del 2003, pero la vi este año en DVD y en unos meses, gentileza de Bazuca Films debutará como merece, en pantalla grande. Que decir de este vomito de ultraviolencia. Es una puta obra maestra. Cero emoción, cero mamonismo y pura carne en la parrilla. Ojo con la secuencia de la pelea, cagate mundo entero sobre ella.
  3. Entrecopas (Alexander Payne/EE UU): La última gran película que escribí para el WIKEN. Dos amigos, dos mujeres, muchas botellas, para un ensayo perfecto acerca de la amistad masculina y el sentido del buen pelotudo que siempre tenemos cerca.
  4. 2046 (Wong Kar Wai/(China): Puede que sea la mejor película de ciencia ficción seria desde Blade Runner, puede que no. Compleja, emocionante, corajuda, fotografiada como los dioses y escrita con artesanía. Se ha dicho que es una película bella, eso es limitarse a lo mamón. Lo verídico es que 2046 es una película machista, con pene y testículos, no sólo los del "tatá" Tony Leung.
  5. Batman Inicia (Christopher Nolan/EE UU): A pesar del desacierto de Katie Holmes. Nolan agarra a Batman como quien coge un gran mito americano y lo recrea desde la perspectiva realista. El resultado, un film policial e incluso intimista, alejado del lugar común gótico que por tantos años Tim Burton nos pintó. Hasta ahora, la mejor adaptación de un cómic en pantalla grande.
  6. Sin City: La Ciudad del Pecado (Robert Rodriguez y Frank Miller/EE UU): No una adaptación, sino una traslación de un cómic al cine. Sin City pudo haberse quedado en la pura forma, pero apostó por contar una historia casi teatral, que si bien decae a ratos, sabe mantener el nivel con harto más que dignidad. Mickey Rourke, rules.
  7. Adulterio (John Curran/EE UU): Dos palabras: Naomi Watts. En realidad hartas más. Curran fotografía lo peor y lo mejor de la vida en parejas. Y aterra con lo realista de su visión. A quien chucha le importa tanto el amor si vivimos internos en una licuadora.
  8. La vida secreta de un dentista (Alan Rudolph/EE UU): Otra corajuda obra maestra que nadie fue a ver. Como cresta sobrevive un cuarentón condenado a trabajar de dentista, profesión dónde nadie jamas te va a amar, cuando la familia se desmorona. Sin cursilerías ni lugares comunes, como 2046, una de las mejores películas machistas de la temporada. Dolor de hombre, dolor de bolas.
  9. La Caída (Olivier Hirschbiegel/Alemania): Por años la figura de Hiter se nos ha presentado desde la visión unidimensional de un monstruo. Correcto, puede que así lo haya sido. Pero por lo mismo destaca tanto esta perlita de Hirschbiegel, quien retrata al dictador alemán y a su mundo desde una perspectiva trágica y vulnerablemente humana. El Führer acá no es más que un tipo común y corriente con la salvedad de tener poder y no saber qué cresta hacer con él. Con perdón, pero tal visión yo antes sólo la había visto en Alan Moore y sus Watchmen.
  10. Garden State: Tiempo de Volver (Zach Bradf/EE UU): La mitad de la gente que conozco odia esta película como quien odia a una persona, la otra la ama con igual intensidad. Yo estoy en este extremo, aunque tengo razones muy personales para quererla. La principal de ellas, una dulce chica lista. Una película que me mató con su humedad y honestidad, aunque muchos digan que es tramposa y formulaica. ¿Qué cosa no lo es? Peter Sarsgaard construye otro gran amigo filmico perfecto, Natalie Portman se ve tan dulce y común y corriente como no se veía desde Beautiful Girls y pocas veces Simon&Garfunkel han tenido más sentido que en el tercio final de esta fallida joya de la corona.
  11. Closer (Mike Nichols/EE UU-Inglaterra): Una película como canción triste siempre funciona. Y esta es la más triste de las canciones. Otra vez Natalie Portman, esta vez con Clive Owen. Puro testículo y pico, para otra gran película machista de la temporada.
  12. Actores Secundarios (Pachi Bustos y Jorge Leiva/Chile) : Si en literatura el 2005 fue un gran año para la no ficción, tambien se puede decir lo mismo del cine chileno. Con SA, por razones hormonales fuera, éste fue mi estreno nacional del año. Un relato en primera persona a través de las memorias de un grupo de treinteañeros, que cuando vestían uniforme e iban al colegio trataron y jugaron a ser héroes. Pura belleza, pura historia.

jueves, diciembre 29, 2005

THE BEST OF 2005. TV

Continuando el ciclo de evaluación anual, el turno ahora es de la pantalla chica. Estos fueron los elegidos del año en la columna de CAPITAL. Nuevamente gracias a mi chica lista, por su sapiencia catódica e invaluable ayuda.


· Programa del año: Gigantes con Vivi (Canal 13). Después de un par de años de vuelos de prueba, el 2005, el show de la “heredera del imperio” encontró al fin su madurez. Un show divertido, que no se tomó mucho en serio y al cual ningún invitado resistió la tentación de acudir. Luces para las masas.

· Personaje televisivo del año: Por añadidura, Vivi Kreutzberger. En este mundo hay una sola y gran heredera de la realeza. La mujer nació en el dominio de sintonía de su padre. Y aunque al principio su programa sabatino no era más que una copia de lo que hacía su papi, todo era cosa de que esta encantadora mujer de talla grande encontrara la horma de su zapato. La Vivi tiene ángel, estilo, picardía y sobre todo sabe reírse de si misma. Una mujer perfecta en talla gigante. De cerca la siguió Eduardo Fuentes de En Boca de Todos, el sujeto más simpático visto en pantalla en demasiado tiempo (ver categoría, mejor matinal)

· Peor programa: Empate: Rojo Vip (TVN) y La Noche de Cecilia (Mega). El primero por romper con la romántica fantasía de ver a los cantantes de ayer triunfando hoy, convirtiéndola en una cosecha de malos ratos, discusiones y la sacada de trapitos al sol más maratónica de la TV. El otro, por una suma de malas elecciones y decisiones y un equipo que aún no terminaba de leer el manual de "cómo hacer un estelar".

· Canal del año, TV Abierta: Desierto. Es verdad no fue un año pésimo para nuestra tele, pero ningñun canal se la jugó al 100% para destacar. Sólo hicieron su trabajo y eso tiene tanto valor como cualquier hijo de vecino que se levanta a las 07:00. Cumplieron, pero igualq ue el resto.

· Canal del año, Cable: People+Arts. Se volvió más People que Arts y goleó a penales. Gente viajando, modelando, vistiéndose, peleando, cambiando casas y cocinando. Programas como El Aprendiz, What not to wear o American Chopers son símbolo de que la cultura no esta sólo en la fría galería de arte o un ahumado café literario.

· Mejor estelar: Desierto, y si hay alguna duda de por qué, remítase a categoría anterior.

· Mejor noticiario: Ultima Mirada (Chilevisión). Por segundo año consecutivo, Paulsen sigue demostrando con mayúsculas que es quien la lleva en las noticias televisivas.

· Mejor talk show: En espera de la madurez del formato, Felipe Bianchi y el equipo de La Ultima Tentación (Chilevisión) se llevan el galardón del 2005.

· Mejor matinal: En Boca de Todos, Canal 13. Es cierto, en lo estricto no es un matinal, pero este programa supo tener público cautivo con una fórmula tan sencilla como precisa. En tres palabras: conductores con onda: Carolina Urrejola, correcta, bonita y simpática. Iván Valenzuela, gracioso, perspicaz y lector asiduo de los titulares de La Cuarta, cosa que le da aún más puntos. Y de complemento, un hombre del tiempo que sabe no complicarse y que por poco casi es nuestro personaje de año: el titán, Eduardo Fuentes.

· Mejor reality: El Aprendiz, People+Arts. El magnate Donald Trumph debe ser el hombre con menos gracia televisiva del mundo. Lo bueno fue que supo sacarle partido a su cojera televisiva con un show a su medida, diez anónimos peleando con garras entre si para ser como él. Puro ego, puro deleite para el control remoto. Chao Granjas, Granjas VIP y Granjeras.

· Mejor docudrama: El Día Menos Pensado, TVN. Puede que suene repetido, pero el maestro del terror y suspenso en nuestro país fue, es y será siempre el mismo: Don Carlos Pinto. Nadie maneja los tiempos y el miedo como él, nadie elige a los rostros de sus historias con tal minuciosidad, nadie resucita a actores caídos de manera tan certera. ¡Un grito de terror para el programa que nos hace dormir con la luz encendida los domingos por la noche!

· Mejor comedia, TV Abierta: Aunque Mega dio algunos golpes a la cátedra con La Nanny (grande Alejandra Herrera) y esa sorpresa llamada Magi-K, la deuda sigue pendiente.

· Mejor drama, TV Abierta: Desierto. El 2005 fue muy débil para nuestra industria dramática. Y aunque A los Treinta fue fenómeno, estuvo muy lejos de ser un buen producto.

· Mejor comedia, Cable: Everybody Hates Chris, Sony. Lo mejor en el género desde Curb You Enthusiasm.

· Mejor drama, TV Cable: Lost, AXN, Sony. ¿A alguien le cabe duda?

· Chica que nos rompió el rostro: Puede sonar raro, pero en el año no hubo caderas, cuerpo y cara más sexy que Wonder Woman, monita animada de lujo, protagonista de Liga de la Justicia (Canal 13 y Cartoon Network). Más realistas, ojo con Rachel Nichols de The Inside (Fox).

· Chica que les rompí el rostro: Le pregunté a Victoria, mi novia, y me diodos nombres: Jared Padalecki de Supernatural (Warner), Wentworth Miller de Prison Break (Fox) y Josh Halloway (LOST). Tiró más nombres a la parrilla, pero como soy celoso preferí omitirlos.

miércoles, diciembre 28, 2005

TE BEST OF 2005. MUSICA

Hora de recuentos. Hora de balances. En el blog Top 10 -administrado y creado por mi amigo personal Raul Márquez- varios amigos y conocidos melómanos, como Hernán Díaz, Marisol García, Alejandro Alaluf, David Ponce, mi dulce y lista novia entre otros, escarbamos nuestros cerebros y elegimos lo mejor en música del año.

Y en estos días, donde se hace necesario enumerar lo que nos dejó el 2005, estos fueron mis elegidos. Para resultados finales, recomiendo clickear Top 10.

DISCOS DEL AÑO

1. Paul McCartney, "Chaos and Creation in the Backyard": Es el tata y punto. Sorry por el resto pero Sir Paul es mi Beatle favorito y me costó casi 20 años darme cuenta de ello. Este puto disco es una obra de arte de principio a fin. Sonido y canciones que nacieron clásicas.

2. Beck, "Guero": Sea Change me deprimió de tanto escuchardo, Güero me inyectó. Es lánguido, latero a veces, pero la lleva. Entero.

3. The Bravery – "The Bravery": Synth pop del bueno y made in 2005, como debe ser. New Order, OMD, Joy Division, The Cure, Depeche Mode en un licuado post todo. Pocos discos me han enganchado tanto de la primera escucha como este.

4. New Order – "Waiting for the siren’s call": Sorry, a N.O. le aguanto todo, disco que salga, disco que estará en mi top 10.

5. Franz Ferdinand – "You could have it so much better with": El mejor debut del 2004 nos pateó con el mejor single del 2005 y un segundo disco de lujo. Escocia, elegancia, bajos certeros, The Kinks chulos. La verdadera gran razón para ir a ver a U-2 en Febrero son sus teloneros.

6. Depeche Mode, "Playing The Angel": Otra de mis vacas sagradas. En todo caso aquí no mulearon como en Exciter. Puede que Angel sea lo mejor que Gahan, Gore y cía. han manufacturado desde Songs For Faith and Devotion, con un par de temas que perfectamente podrían haber estado en Violador o Black Celebration

7. LCD Soundsystem, "LCD Soundsystem": Las máquinas pueden hacer punk y convertirlo en una fiesta oscura.

8. Kaiser Chiefs, "Employment": Me pasó lo mismo que con The Bravery. Un disco que me enganchó de la primera.

9. Porcupine Tree, "Deadwing": Hace un año me prestaron In Abstemia con la excusa de escuchar a los verdaderos nuevos Pink Floyd. Me quedé con el disco. Ok, Steve Wilson tiene la guitarra más Gilmouriana desde Gilmour, pero quedarse con esa definición es ser facilista. El art rock espacial neo todo de PT, la lleva pesado y Deadwing –su placa 2005- es una delicada mezcla de lo anterior con heavy metal electrónico que no escuchaba desde los gloriosos días de la bilogia Signals/Grace Under Preasure de Rush. Chao Tool, esto es verdadero art rock.

10. Banda Sonora de "Se Arrienda": El autobombo es gratuito, pero más allá de juicios, me gustó como quedó. Andres Valdivia escribió y cantó la primera canción de y para película de la historia de nuestro cine.

Un trío en vivo para recuperar la fe en el prog rock:

1. Marillion, "Marbles on the Road" –DVD y CD audio-: El mejor disco de Marillion de la era Hogarth y lo mejor de la banda desde Miscplaced Chilhood, en vivo y con harta acústica. Hay pasiones que no mueren.

2. Rush, "R30" –DVD y CD audio-: 30 años no son nada para estos tres viejos. Volver a oír en vivo "Subdivisions", después de diez años sin ser tocada es un deleite.

3. Kraftwerk, "Minium-Maximun" –DVD y CD audio-. O como aterrizar dentro de una máquina.

CANCIONES Y SINGLES DEL AÑO

1. Franz Ferdinard, "Do you want to"

2. Depeche Mode, "Suffer Well"

3. Paul McCartney, "Jenny Wren"

4. The Strokes, "Juicebox"

5. New Order, "Jetstream"

6. New Order, "Krafty"

7. The Bravery, "Honest Mistake"

8. Beck, "E-Pro"

9. Los Bunker, "Llueve en la Ciudad"

10. Andres Valdivia, "Encontrar"/Javiera Mena, "Cámara Lenta"

Y casi….

11. Depeche Mode, "Precious"

12. Coldplay, "Fix You"

13. The White Stripes, "Blue Orchid"

14. Porcupine Tree, "Lazarus"


CONCIERTOS DEL AÑO

1. The White Stripes

2. The Strokes/Kings of Lion.

3. Placebo

4. Fischerspooner

lunes, diciembre 26, 2005

UN POCO MAS DE VICTORIA
Ya he contado que VICTORIA es un proyecto personal. Una película que escribi hace un tiempo y que espero dirigir algún día. Está ambientada en mi pueblo natal, se llama como mi lugar de origen y como la mujer que amo, si eso no es sincronía ni idea que pueda serlo.
En el cementerio
EXTERIOR – CEMENTERIO – DIA
Medio día. El cielo esta nublado, pero no pesado ni lluvioso, el horizonte se ve calmo. En el Cementerio hay poca gente.
HUGO esta arrodillado junto a la tumba de JUANJO, que está llena de los recuerdos del funeral. Muchas flores y coronas, en su mayoría mojadas y destruidas por la lluvia del día y la noche anterior.
HUGO lleva un ramo de gladiolos blancos y los ordena cuidadosamente alrededor de la cabecera de la tumba, mientras limpia un poco las ramas que sobran. Está en eso, cuando CECILIA aparece a su espalda. La primera parte del dialogo es con HUGO, aún agachado junto al sepulcro. CECILIA fuera de foco, sólo vemos sus piernas.

CECILIA (FUERA DE FOCO)
¿Pagando deudas?
HUGO
Ayer no pude, ésto estaba lleno de gente. Y de lluvia…
CECILIA (FUERA DE FOCO)
Lo sé, lo sé… tranquilo. (Mira el arreglo floral que lleva HUGO) Bonito ramo.
HUGO
Lo armaron las señoras de afuera.
Se pone de pie junto a CECILIA
HUGO (CONT'D)
Andas sola, ¿tu hija…?
CECILIA
La mandé al campo con mis suegros. Mejor así, la mantengo fuera del tango. Les hace compañía y yo estoy más tranquila.

CECILIA se agacha y empieza a mover algunas de las coronas de flores arruinadas por la lluvia.

CECILIA (CONT'D)
La lluvia arruinó todo.
HUGO
¿Quieres limpiar? Te ayudo
CECILIA
No. Además para qué (mira al cielo) Va a seguir lloviendo.
HUGO
Mmmm
CECILIA
Así es el invierno en Victoria.

CECILIA se queda callada. Hay un rato de silencio. Luego empieza a temblar, se lleva las manos a la cara.

CECILIA (CONT'D)
Mierda, Hugo… mierda

HUGO va y la abraza. Se abrazan. Y ella se hecha a llorar. Con pena, rabia, desconsolada. Llora como no había podido hacerlo desde la muerte de su marido. Practicamente se desarma sobre los hombros de su amigo.
CUT TO

EXTERIOR – CEMENTERIO – DIA
HUGO y CECILIA caminan por el cementerio de Victoria. Hablan. Se ven en paz y calmados. Ella sobre todo, como si se hubiera quitado un inmenso peso de encima. Recorren un camino rodeado de muertos, de tumbas y fantasmas. El paisaje hace armonía con el cielo nublado, es una fotografía casi perfecta. Hablan al caminar.

CECILIA
Una vez me dijeron que lo mío con JUANJO iba a terminar mal.
HUGO
No digas tonteras.
CECILIA
No son tonteras. Me lo dijo una bruja. Bueno no era tan bruja, pero sabía algo de eso, de magia blanca, tu sabes...
HUGO
No, no sé
CECILIA
Es un decir.
HUGO
Lo se
CECILIA
La bruja vivía en la pensión donde yo arrendaba pieza cuando me fui a estudiar a Temuco. Cursaba Servicio Social. Estaba en el último año y era de Chiloé. Sabía ver la suerte y un montón de cosas con sortilegios y amuletos mágicos. Con el resto de las compañeras de casa le decíamos la Pincoya, por lo de chilota y esas cosas. Se llamaba Rocío, no me acuerdo del apellido...

HUGO saca un cigarrillo y lo mete a su boca.

HUGO
Puedo
CECILIA
Dame uno
HUGO
¿De cuando que fumas?
CECILIA
No sé, de hace un par de años. Pero es secreto. Juanjo nunca lo supo.
HUGO
¿En serio?
CECILIA
En serio. (alto) Hubo cosas que Juanjo nunca supo (lo mira, hay complicidad)

HUGO le pasa un cigarrillo y se lo enciende con su encendedor, tapando con una mano el viento para que la llama no sea apagada.

CECILIA (CONT'D)
Gracias
Fuman

HUGO
¿Y qué te dijo la Pincoya?
CECILIA
Qué uno de los dos, Juanjo o yo, íba a morir joven si seguíamos juntos. Según ella y sus cartas, nuestra relación estaba condenada por la muerte. ¿Sabes por qué?
HUGO
Ni idea
CECILIA
Por el primer beso. Juanjo me robó el primer beso de mi vida acá, en este mismo cementerio, cuando a los catorce años lo acompañé a dejarle flores a la tumba de su abuelo. Debajo de… espera (mira e indica un grupo de árboles). Allá, debajo de esos árboles…
HUGO
Pensé que había sido para una fiesta del colegio.
CECILIA
Ese fue como el oficial, cuando me pidió pololeo. Pero una semana antes me había robado un beso, acá en el cementerio
HUGO
Se me adelantó más de lo imaginado
CECILIA
Leso
HUGO
Sabes que no

Silencio

CECILIA
Y por ese beso, según la Pincoya, mi relación estaba cargada. Según ella los lugares son muy importantes, más de lo que uno piensa. Dónde haces algo, así te va a ir….
HUGO
Yo que tu, no me tomaría eso muy en serio…
CECILIA
No lo hago, sólo te estoy contando.
HUGO
Llegamos
CECILIA
Porque tenia la idea de que veníamos acá

Y vemos ante lo cual están parados HUGO y CECILIA. Un inmenso mausoleo, construido en estilo barroco, sobre el cual se lee: FAMILIA TAMM. La imagen de la gran cripta familiar es casi tan impactante como la vieja casona del mismo nombre que hemos visto varias veces antes.
CECILIA (CONT'D)
Familia Tamm. ¿Hay alguien más aparte del viejo enterrado aquí?
HUGO
No, nadie mas. Solo Don Erwin Tamm.

jueves, diciembre 22, 2005

MUJER MONITA

El título lo usamos en la última VIVE!, porque Naomi la lleva. De hecho la lleva más que ninguna otra chica linda de Hollywood hoy en día. Bueno, quizás salvo Scarlet Johansson. Como sea, este fue el homenaje que alguna vez le escribí a la señorita Watts. Hoy, con KING KONG repletando las taquillas del mundo, nada mejor que volver a recordarla.

Publicado originalmente en Sobras el 22 de Enero del 2003

Naomi Watts, señorita Floyd

De ser novio de Naomi Watts, tendríamos un gran tema de conversación. Tan grande que terminaría lateándose de mi y mandándome a la cresta después de un par de meses. Sucede que esta deliciosa inglesa (pero criada y con carrera en Australia) de 33 años es hija del gran Peter Watts. Perdón. ¿Peter quién? Peter Watts, bastardos, un nombre que estoy seguro, los melómanos reconocerán como el ingeniero de sonido en vivo de Pink Floyd desde 1974 al 82. O lo que es lo mismo, el responsable del sonido de la maquinaria Floyd en los tours "Dark Side of the Moon", "Shine On", "Wish You Were Here", "In The Flesh-Animals 77", "The Wall 81" y "The Wall 82". El viejo murió el 84 así que me ahorraría (una lástima) horas de conversación, trivias y secretos de una de mis bandas fetiches con mi suegro. Pero ahí estaría ella, para eso y mucho más.
Naomi Watts. Extrema, bellísima, elegante, absoluta, contándome lo que vivió de niña, cuando acompañaba junto a su viejo en los míticos conciertos de la banda de los cerdos voladores. "Sabías que David Gilmour no tocaba el lap steel en la segunda parte de "Shine on" durante el tour del 77. Lo hacía Snowy White, el guitarrista de apoyo", me diría con su voz arrastrada, mientras yo -escuchando- recorro las pecas de su espalda. Esas pecas arrebatadoras que decoran los hombros de esas mujeres precisas, las mujeres que nos arrebatan el corazón, las elegida para algo más (mucho más) que una metida y sacada.Porque claro, Naomi Watts no es del tipo Sofía Vergara (próxima chica sobras). No es del tipo de mujer que se toca, se recorre y se deja. Es de las otras, las que muerden las venas, las que te comen el corazón y acaban reflejadas en tus ojos antes de que te des cuentas.
Naomi Watts s para tener un cuento con ella, para invitarla a irse a vivir contigo... Y no sé, para casarte con ella, si es que las mareas llevan por ese lado tu movimiento. En serio, si consigues una Naomi Watts en tu vida te pasarías de huevetas si la dejas ir.Naomi Watts aun debe darse con una piedra en el pecho por haber perdido el papel de Eowyn en El Señor de los Anillos. Ella y Miranda Otto eran las finalistas para el rol cuando Uma Thurman (la Eowyn original) dijo que no podía arriesgar un año de su carrera en Nueva Zelandia (si será huevona) en una película que potencialmente era un fracaso (si será huevona 2.0). Peter Jackson prefería a Naomi por sobre Miranda y ella moría por el rol. Fanática de Tolkien, sabía que su tipo de belleza (pálida, rubia nórdica, alta y elegante) resultaba perfecta para el personaje de la princesa de Rohan. Pero un ligero accidente la dejó fuera de carrera y la "muy interesante" Miranda Otto terminó arrebatándole la corona y espada de la doncella de los Rohirin. Era el papel de su vida, Naomi lo tenía más que claro.
Era su oportunidad de lanzar su carrera de verdad en Hollywood, donde tras el fracaso de "Tank Girl" aparecía eternamente relegada a eternos papeles secundarios y filmes menores y películas para la TV. Lloró sus penas con su mejor amiga, Nicole Kidman y con su ex novio, Heath Ledger (el hijo de El Patriota en "El Patriota" y actual protagonista de Las Cuatro Plumas), aunque ahí hizo más que llorar y acabo volviendo con el jodidamente suertudo de Ledger. Entonces una foto suya llamó la atención de David Lynch quien buscaba a una rubia con aspecto de años 30 para el personaje de Betty Elms, una aspirante a actriz, protagonista de "Mullholland Drive" su nuevo proyecto. Naomi era Betty Elms. Sus grandes ojos azules, sus curvas pronunciadas sin ser escandalosas, su rubio platinado y su expresión peremnemente triste resultaban en la belleza anacrónica que Lynch buscaba. Y Naomi aceptó. Asumiendo con ello el riesgo de tener que desnudarse ante las cámaras y protagonizar unas de las escenas lésbicas más hot de los últimos años. Pero ganó el partido, cosechó lo sembrado. Se llevó la atención del público, de la crítica y de una naciente legión de fans que empezaron a preguntar quién era esa chica.Antes de seguir. Creo es necesario agradecer a los pajeros de este país que hicieron de la última entrega de Chica Sobras un absoluto Best Seller de Sobras.Com. Los huevetas que mandan en el sitio estaban extasiados, no se lo creían. Chica Sobras se convirtió en lo más visto en toda la historia de Sobras. Como dijo Cerati hace algunos años atrás, gracias totales, mis amigos. Aprovecho además de aceptar mis culpas. En verdad so sorry, se me fue incluir a Tomka Tomicic en la lista. Fue una huevada idiota, un error humano, una volada. Ya lo curaremos, lo prometo, no sé cuando, pero lo haremos. Y si, lo de Lupe Tomic fue un descubrimiento. Hartos quedaron vueltos locos con nuestra chilena más inédita. Como sea. Fue buena idea lo de los especiales, creo que vamos a seguir dándoles, por lo menos una vez al mes. El próximo en salir estará dedicado a bellezas clásicas, sueños húmedos de losa 50 y 60, de Marilyn a Rachel Welch. Para después va lo de Divas Porno y Minas de Cómics, que se yo, lo que se nos ocurra. Se aceptan ideas.
Antes de continuar, una cosa más, porque en verdad me sorprendió. Por la cantidad de mail que recibía antes, hubiera jurado que Nicole le gustaba a muchos más pajeros, pero parece que no, hasta reclamaron porque nuestra Dido nacional tuvo su lugar en el pasado especial. En fin. Lo que es yo, me voy a morir encontrándola exquisita. Return to Naomi.Me enamoré de Naomi Watts antes de saber quien era. O mejor dicho, antes de saber su nombre. La conocí hace como tres años, en el cable, durante una repetición de ese freakerío llamado "Tank Girl". Una de las pocas cosas que me gustó de esa extraña película era la compañera de la protagonista, su sidekick, una chica de pelo negro y desordenado, con lentes gruesos y unos preciosos ojos claros tras los cristales. Una belleza exquisita, bajo cuya desastrosa apariencia se adivinaba un cuerpo gracioso. Unas caderas levantadas y un par de preciosos pechos de esos que los catadores de tetas llamamos zapatitos de duende. Busqué en IMDB el nombre de la chica y claro, entonces la identidad de Naomi Watts me dijo menos que cero. Y así se fue yendo de mi memoria, regresando de vez en cuando en alguna repetición furtiva de "Tank Girl", hasta que finalmente nuestros caminos volvieron a cruzarse. Sucedió a principios del 2002, en "Mulholand Drive". Las frases eran más o menos así mientras corría la cinta. O el disco para ser exactos. Esta mina está exquisita, esta mina es la mezcla precisa de elegancia y cachondeo que he buscado mi vida entera, es diosa, pero normal... Esta mina yo la cacho, donde chucha la he visto antes. Anoté el nombre, Naomi Watts, busqué en IMDB y claro, era ella. Como había pasado el tiempo. Para mejor en su caso, para mucho mejor en verdad. Lo que es en mi caso, mejor no hablar de ciertas grasas. Como sea... Quede tan hot con Naomi que empecé a escribir una chica sobras dedicándosela. No redacté mucho, un par de párrafos quizá, que se perdieron en mi desktop como lágrimas en la lluvia. Decidí que Naomi era demasiado bajo perfil, que había que darle un tiempo más, que además no era tan pendeja y era mejor buscar otra Chica Sobras. Creo que la reemplacé por la infartante Jessica Biel, no lo tengo tan claro. Y me guarde a Naomi. Oculté por un tiempo a su piel blanca, casi traslúcida. A sus ojos grandes y profundos. A su cabello rubio, perfecto, de esos que ya no existen. A sus pezones transparentes y diminutos. A sus caderas generosas sin ser escandalosas. A su vos arrastrada. A su forma angelicalmente maldita. Hasta que llegó "The Ring" su inusual éxito de taquilla del 2002. Una mediana película de horror en donde Naomi hace de Rachel, una de esas mamás solteras perfectas e inalcanzables. Una madre rica, tanto o más que Lorelai Gilmore de "The Gilmore Girls". Tanto o más que la mamá más rica que has visto en su vida.Sorry, ahora que todo el mundo escribe de ella suena oportunista dedicarle tantas flores. Después que "People" la eligió entre las 50 personas más lindas del mundo, que la exclusiva "Vanity Fair" definió su rostro como una de las cosas más bellas del planeta, que la taquillera "In Style" la eligió como la mujer más sexy del 2002 y que las revistas masculinas se desviven por ella, suena fácil colgarse del boom Watson. Pero asi es la vida, a veces nos adelantamos, otras llegamos atrasados. Además la próxima semana "Mullholland Drive" se estrenará al fin para las masas nacionales y estoy seguro de que muchos de los que leen esta columna y se preguntarón quien chucha era Naomi Watts se responderán al final del film: "ahhh" y no agregarán nada más. Porque es obvio, en su caso sobran las palabras. Naomi Watts, bella por siempre, bella de día y de noche, bella en la tradición de Catherine Denauve y Kim Novak. Rubias de esas que cortan el hielo y algo más. Mucho más.

martes, diciembre 20, 2005

UNA NOVELA INCONCLUSA (FINAL)

Y hasta aquí duró el vuelo. No se hicieron más capítulos y no creo que alguina vez se hagan. Pasa. La gente crece, los discos pasan de moda, los interesen cambian y las novelas incompletas... a ves es mejor que queden incompletas.

Nombres-X
-4-

UN GOLPETEO RITMICO Y HUECO me despertó temprano. En realidad no tan temprano, porque en el despertador que había encima del velador, cuatro numeros verdes fluorecentes decían bien claro: 09.30. Abrí los ojos con cuidado, la cabeza me estalló en trescientos mil pedazos todos exactamente desiguales. Entrecerré los ojos y me dejé caer sobre la almohada con los sesos haciéndose pebre cuchareado dentro de mi craneo. Es potente la palabra craneo, huesuda, al callo. Afuera el golpeteo rítmico y hueco continuaba sin parar. A mi lado derecho, la espalda desnuda de la chica que desde anoche bautizé como Pilar dormía como si nada pasara. Estaba en su casa, las cosas se habían movido bastante rápido.
Me levanté con cuidado, para que no se despertara, y busqué por el suelo algo con que vestirme. Las formas y las cosas giraban lento, pero giraban. Dolor. Tuve que arrodillarme para buscar bajo la cama mis arrugados calzoncillos y una camiseta blanca que estaba toda machada de demasiadas cosas. También mostraba un par de quemaduras de cigarrillo, una de las cuales tenía forma de corazón.
Junto a un par de zapatillas de descanso, con forma de garras de cocodrilo, había una bolsita de papel de diario con un poco de marihuana, la tomé con cuidado y la subí al velador. La puse al lado del despertador, encima del sobrecillo rojo de los papelillos. La chica que desde anoche se llama Pilar se movió un poco y luego murmuró en el ensueño dos veces papá, en la última de las cuales agregó el sustantivo propio: Juan. Buen nombre para un padre, bíblico. Da confianza.
En una silla de madera dormitaba el gato negro de la chica, estaba enrollado sobre su cuerpo y la espaldilla le subía y bajaba a medida que respiraba. Los gatos respiran chiquitito, por eso viven tanto. Fui a las ventanas del dormitorio y descorrí un poco la cortina para mirar a la calle. Reconocí las formas de Providencia, las caras de Providencia y los sonidos de Providencia. Cuatro pisos más abajo, en el espacio exterior, un chinchinero giraba a 250 kilómetros por hora haciendo retombar su set completo de drum machine. Un trio de cabroschicos lo miraban con atención mientras se decían cosas al oído. El más pequeño de los tres tenía una boca enorme, con grandes paletas blancas, como de conejo, que sobresalían encima de sus labios. El chinchinero giraba cada vez más rápido, tanto que ya era una figura indistingible dentro de un vertiginoso vórtice de viento y velocidad. Y de pronto resbaló... fue tan repentino como sorpresivo (aunque ambas palabras sean sinónimos)... volaron los tambores, platillos, cuerdas y cables... El tipo calló de espaldas sobre el bombo y su cuerpo lo atravezó como si fuera de plumavit. Formas circulares, metálicas y oxidadas rodaron por el borde de la calle. Algunas se perdieron y otras comenzaron a rotar en círculos concéntricos que parecían no querer acabar nunca. El hombre no se levantaba, estaba echado sobre su desgracia con las piernas flectadas. De no ser por el movimiento de su panza, hubiera sido fácil declararlo muerto, a esta altura de las cosas resulta fácil declarar a la gente muerta por cualquier excusa.
Los niños, que aparte de mi eran los únicos testigos del suceso, se cagaron de la risa. Carcajeaban como si la desdicha del chinchinero fuera el mejor chiste gráfico de la historia. Y de hecho podía serlo. Dios es el mejor dibujante de tiras cómicas, eso es de sobra conocido.
El más chico de los peques tomó un par de platillos del chinchineros y comenzó a patearlos. Así, empujándolos como si fuera una pelota de dos dimensiones, se lo llevó muy lejos de allí. Los otros dos lo siguieron, corriendo también detrás de los oxidados discos. En el suelo, el hombre todavía no daba señas de estar vivo. Otro dolor de cabeza, otro golpe en el estómago. Otra señal de vida. Molesta, pero al fin y al cabo, señal. Que asco.
Cerré las cortinas y fui al baño. Al pasar junto a la silla de madera del dormitorio, noté que el gato ya no estaba. Un departamento chico a las nueve cuarentaicinco de la mañana, con un gato negro suelto, podía llegar a ser peligroso. ‘‘Very dangerous’’.
Entré el baño y me quedé quieto frente a la taza. Tenía que hacer algo, todavía no tenía claro qué, pero necesitaba hacerlo. Si lo primero que venía era el retorcijon, sentarme. Si era el tiritón, continuar de pie. Si la arcada, arrodillarme. Tres alternativas, sin‘‘todas las anteriores’’. Vino el tiritón. Levanté la tapa del inodoro (una fea palabra) y esperé el segundo impulso, el escalofrío que sube rápido desde los pies a las caderas y el rápido vacío. Estuve meando -‘‘tus viejas cartas’’- como cuarenta segundos, sin parar uno solo. Una corriente submarina en forma de turbina amarilla fue haciendo anillos dentro del agua transparente del baño de la chica que desde anoche opté por llamar Pilar. Cerré los ojos y me sacudí, cuando volví a abrirlos vi encima del estanque, mirándome con sus ojos amarillos, al gato negro. Me quedé quieto, asustado, no porque le tuviera miedo a los gatos, sin por todo lo contrario, porque me gustan y me gustan mucho.
-Selina, ven-, dijo la voz de la hipotética Pilar a mi espalda. El gato -la gata- saltó del estanque, pasó a mi lado y subió rápido hasta el hombro de mi anfitriona. Giré hacia ella, llevaba puesta una camisa de hombre larga y grande, el pelo desordenado y la cara de sueño. De mucho sueño. Bostezó largo y luego le hizo cariño en la espalda a la gata, el animalillo arqueó su cuerpecito e hizo un sonido parecido a un purrr!!! La hipotética chica llamada Pilar me sonrió sin decir nada y luego palmoteo fuerte a su mascota en la cola para que esta saltara al piso y desapareciera de escena.
-Salte, Selina...
-Buen nombre.
-I know. es por Selina Kyle, Gatúbela... Perfecto para una guapa gata negra.
-¿Y es una gata guapa?
-Es lo mejor. Deberías dejar que te mordiera los dedos, es lo mejor del mundo.
-....
-....
-....
-....
-Buena noche…
-Mmmm
Y se río. Luego se metió la mano derecha a un bolsillo de la camisa y sacó un pito pesimamanente mal hecho. Tomó un encendedor que había bajo el calefont, en la pared opuesta del baño y lo encendió. Le dio una piteada larga y profunda. Yo aproveche de salir del lugar y caminar a la cocina, ella me siguió.
Si la vida en el fondo es una hiperhistoria, la cocina de la chica hipotéticamente llamada Pilar era una cocina hipercochina. Platos sin lavar desde hacía tres semanas, un basurero fétido con tres cáscaras de plátano como corona, vasos y copas con vino, pisco y licor y una caja de leche agria sobre una meson rojizo lleno de quemaduras. Lo mejor del lugar era una pizarra de plumavit con fotos de gente desconocida, recortes de películas y un horario universitario escrito con rojo fuerte del tipo sangre coagulada.
-Armagedon-, dijo ella. -El lunes viene la nana.
No quise decirle que hoy era sábado. No ahora, quizás después. Lo más probable es que nunca. Selina paso junto a mis pies y se dejó caer rápido sobre la caja de leche agria.
-¿Tienes hambre?-, me preguntó.
-No, algo para el dolor de cabeza. Un vaso de agua.
-Toma-, abrió un anaquel, sacó un vaso de plástico blanco y lo llenó con agua de la llave. Agua con un 70% de cloro, pero agua al fin y al cabo. Me la tomé de un trago. Ella le dio una nueva aspirada al pito y me lo pasó.
-Ooma..
Lo tomé con fuerza y le di una pitada fuerte, directo a los pulmones, hasta reventar lo que se reviente. Me metí por la raja eso de no fumar marihuana sin haber comido nada. Supongo que me he metido por la raja tantas cosas en el último tiempo que en el conteo final, una más va a dar lo mismo. Se lo devolví.
-No te he pedido perdón por haber llegado atrasada anoche.
-No hay drama, supongo que te ganaste el perdón antes de pedirlo. Además estuve con un amigo, él que se fue con tu amiga.
-¿What?
-Mi amigo imaginario, el que se fue con tu amiga imaginaria.
-Estás loco, eres un niño. Además yo nunca he tenido amiga imaginaria.
-Todos hemos tenido...
-Ay huevón... Basta... No me interesa hablar de esto.
Sentí como el sicotrópico bajaba hasta la punta de los dedos de mis pies y luego subía despacio y arrastrado hasta mi cabeza. Plop... hay cosas que no hay que meterse por la raja... Los ojos empezaron a laterme, era rico.
-Anoche...
-¿Anoche qué...?- y se me acercó con cara de loca.
-No sé.
-Tranquilo, anoche no hicimos nada... Estás loco que te iba a dejar que me hicieras algo.. Yo no dejo que mis amigos me lo metan.
Eso fue duro, al menos le sonó duro. Poco femenino tal vez. Trate de responderle en el mismo tono.
-Pero te acuestas en pelotas y atracas con tus amigos.
-¿And? Game people play, darling.
-Que yo no... Nada.
-Si, nada. Igual fue choro. Eres choro, además inofensivo. Si te dejé entrar a mi cama no fue porque estuviéramos borrachos y curados, sino porque confío en tí. También quería estar contigo, desde hace tiempo que tenía ganas y sabía que esto iba a pasar. Además estaba segura que no me ibas a violar, ni a forzar, ni a otras huevadas por el estilo.
-¿Como lo sabías?
-Porque te conozco, inocuo. Eres un pan blanco con tantos royos que se te hace imposible hacerle el amor a una chica de la que no estás enamorado. Eso es encantador, pero la vas a pasar mal.
-La estoy pasando mal.
-Ni tanto.... Si te sirve besas bien, bastante bien...
-Gracias.
-De nada. Una cosa más, que te quede claro que no espero que me llames, ni me busques, ni nada por el estilo. Por favor no te vayas a ir en la volada del amor y cosas así. No te voy a responder.
-Soy Iron Man...
-Rico el hombre de hierro.
-Tonta.
-Tonto.
-....
-....
-....
-.....
-Ja.... Eres divertido. Sobre todo callado, pones unas caras...
-El más divertido del mundo... Pero ya es tarde, esto se acabó y hoy es un día un poco complicado para mi. Me largo, gracias por todo.
-It’s over
He escuchado como quince veces en el día esta frase.
Me siguió al dormitorio sin decir una palabra. Esperó a que me pusiera los pantalones, los calcetines y las añejas zapatillas color laucha. Me mojé un poco la cabeza en el baño, para calmar los efectitos residuales del reino vegetal y volví a despedirme. Ella ni siquiera me fue a dejar a la puerta. Antes de salir me dijo adios y luego busco alguna clase de comentario de que quizás nos volvamos a ver en la universidad. Luego pareció recordar que yo ya no iba a volver a la universidad y trató de arreglar las cosas. Pero no pudo. Fue la última vez que nos vimos con la chica supuestamente llamada Pilar, al menos la última vez en mucho tiempo.
Afuera, en la calle, el chinchinero continuaba tirado al borde de la cuneta. Me acerqué para ver si estaba vivo y de hecho lo estaba. Lloraba. De haberme quedado un poco de superhéroe le habría buscado una solución a su vida, pero en definitiva no estaba con ánimos de buscarle soluciones a la vida de las personas. Voltee hacia el edificio donde había pasado la noche y busqué la ventana precisa. Entre las cortinas y el vidrio estaba mirandome Selina.... Selina Kyle.

A LAS DOCE EN punto de la tarde, o sea al mediodía, entregué el mantó del Capitán Marvel. Le pasé a mi ex mentor las pantaletas y la camiseta roja (con el relámpago amarillo) muy bien doblados, la capita blanca y el cinturón de oro forjado por Hefestos. No nos dijimos nada, el desapareció tan rápido como había venido y yo me quedé sentado frente a la catedral, sin el don que me convertía, cada vez que lo necesitaba, en el mortal más poderoso del universo. Algunas cosas estaban acabándose pero otras, definitivamente estaban zarpando. Como un buque de línea desde el puerto de Belfast en la década del 30, como un Boeing 707 desde el aeropuerto Kennedy en 1962, como un crucero pesado clase Excelsior desde los cuarteles de Starfleet en el siglo veintitres. En clave del mejor-peor tema de Rush, ‘‘Time stand still’’. Y que así sea por el resto de los días, Amén.


POR CADA beso, una bala en el rostro. Por cada acción, una reacción. Por cada suceso, otro potencialmente alternativo, una posibilidad exactamente opuesta... Es cierto, el mundo que conocemos es un mundo prodigioso... pero la diferencia de un paso en falso, de un latido detenido a destiempo puede convertirlo en un mundo en ruinas...

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lunes, diciembre 19, 2005

UNA NOVELA INCONCLUSA (3ª PARTE)

Nombres-X
-3-

EL DIABLO JAMAS mira a los ojos. De hecho nunca mira a ninguna parte, lo que es algo más o menos difícil de explicar en palabras, por eso dejémoslo así. Al menos por un rato. Eso -lo de no mirar a los ojos- le da potentes ventajas. Que se yo, para conquistar, moverse, mentir y supongo que también para ser feliz. Aunque, entre nosotros, no estoy muy seguro de que alguna vez haya sido feliz, ni siquiera en esa época en que era el Lucero más brillante y se sentaba a la derecha de Dios. Una vez le pregunté por esos años, pero se hizo el idiota (lo hace bastante) e imitando a Luca Prodán me respondió cantando aquello de mejor no hablar de ciertas cosas. Lo siento, pero no sé como se llama esa canción, es que nunca me gustó mucho Sumo. Hace un par de meses no habría hecho esa confesión.
Llevo veinte minutos con el Diablo. Sentado en un bar ‘‘perdido’’ que ocupa la totalidad del segundo piso de un edificio color gris azulino ‘‘perdido’’ en mitad del barrio más ‘‘perdido’’ de Ñuñoa. Encima de la mesa hay una botella de vino tinto a medio tomar y dos vasos también a medio tomar. El Diablo se acomoda el pelo y a veces se parece a David Bowie, otras a Jarvis Cocker pero las más se parece al Diablo, que no tiene nada que ver a como lo pintan, pero eso es un detalle que a estas alturas del tiempo ya lo sabe todo el mundo.
-¿Morningstar?-, le preguntó.
-Lucifer Morningstar-, me aclara.
-Como sea.
-Es raro que me digan así. De hecho hace mucho tiempo que nadie me llama por el nombre y el apellido. Aunque en verdad he tenido tantos nombres a lo largo de la historia que bueno, tu sabes.
- Mentira, has tenido uno solo. Los otros han sido sobrenombres.
-Buen punto-, y vuelve a parecerse a David Bowie, pero no al de ‘‘Ziggy Stardust’’ sino al más pálido y flaco. Al Bowie de ‘‘Let’s dance’’, el de su canción más horrible.
Atrás de nosotros se sienta la chica más bella de Santiago. Viene con un tipo que no tiene nada que ver con ella, pero que igual se ve demasiado bien a su lado. Son curiosas las parejas que se ven demasiado bien. Una amiga me dijo una vez que cuando uno conoce a alguien y se ve demasiado bien con ese alguien, la cosa no puede durar más de un par de horas, como en la película ‘‘Antes de amanecer’’. De hecho lo que en verdad dijo ella, es que la cosa no debe durar más, que no es saludable. La analogía perfecta es la de una fotografía: el momento y luego el adios. ‘‘It’s over’’, como la mejor canción de Level 42.
La chica más bella de Santiago tiene un mechón blanco sobre la frente y una mirada de esas que uno piensa que no existen, es difícil dejar de mirarla. Es como un objeto, ni siquiera dan ganas de besarla, ni de tocarla. Ni menos de culiársela -con perdón-. Dan ganas de congelarla y guardarla quietecita y para siempre en una cajita de madera con cuatro paredes de vidrio, ponerla encima de un mueble y mirarla. Sólo mirarla y hacerlo hasta que uno se va poniendo viejo y ella se va poniendo vieja con uno.
El tipo que la acompaña le está hablando de su familia, de un rollo con una tía que está medio loca y de un pariente lejano que padecía algo así como combustión espontanea. Al menos, eso es lo que alcancé a escuchar. Ella le sonríe como sólo la chica más bella de Santiago sabe sonreir y le da un beso en la frente. A veces los besos en la frente significan mucho más que un beso en la boca. Llega una mesera gorda que se llama Marcela -lo sé porque el tipo de la barra cada vez que la llama le grita: ¡Marcela!- y pone encima de su mesa un par de botellas de cervezas de a litro y les pregunta si quieren algo más. El tipo afortunado le responde que no. Es muy amable el tipo afortunado.
-¿Deberías ser mas discimulado para mirar?
-Es la chica más bella de Santiago.
-Todo el mundo lo sabe. Y ella sabe que la estás mirando.
-Esa es la idea.
-Siempre es la idea. En todo caso se va a morir luego, en unos cinco años. No más.
-¿....?
-Soy el Diablo.
-Aunque ya no tengas ni cuernos ni alas.
-Nunca tuve cuernos y sobre las alas. Buehh... quien necesita alas cuando las estrellas están cada vez más cerca.
-Eso fue cursi.
-Somos cursis.
-Salud por eso... Y por la chica más bella de Santiago que se va a morir en cinco años... Salud por el futuro.
-Por el porvenir. Es mejor palabra y significa lo mismo.
Me acordé de una ilustración que vi cuando chico. Salía en la última página de un libro que se llamaba ‘‘El mundo de los medios de transporte’’. En ella aparecía un enorme auto de seis ruedas y cabina tipo avión. Estaba lleno de detalles cromados y flechas de velocidad, abajo decía con grandes letras azules (el mejor color del mundo): El bolido del porvenir. Luego el redactor explicaba que era un enorme coupé deportivo diseñado por Ford para los tiempos venideros. Claro que al final la crisis del petroleo y la arremetida de los autos japoneses cagaron cualquier intento de Ford por construir su bolido del porvenir. Fue al ver esa página cuando descubrí que porvenir no sólo era sinónimo de futuro, sino que además se decía y se escuchaba mejor.
El ruido de un helicóptero chilló desde afuera. ¿Chillan los helicópteros? (...) Vino desde un puntito invisible, luego pasó encima de todos y se fue perdiendo hacia el fondo de le noche en un onomatopéyico silbido de aspas cortando el aire. Si fuera pintor y decidiera hacer un cuadro del Santiago nocturno, haría un mural de cinco por diez metros con una visión nocturna de la ciudad. Una limpia silueta negra contra un fondo más negro sin ninguna ventana. Y el cielo estaría sobrepoblado de helicópteros luminosos, algunos muy grandes y otros muy chiquititos. Entre ellos volarían autogiros, que aunque se parecen mucho a los helicópteros no son lo mismo.
-¿En qué estas pensando?-, me preguntó Morningstar.
-En que siempre me han gustado los helicópteros. Si fuera multimillonario me compraría un Sikorsky CH-53E Super Stallion y viviría en él
-Vida de helicópteros, podría funcionar como título para tu autobiografía.
-Esta es mi autobiografía.
-Cierto. Es que aún no me gusta mucho eso de ‘‘Nombres-X’’
-Es por ‘‘Hombres-X’’, los ‘‘X-Men’’
-I know.... ¿Estuviste llorando?
-Un poco. Hacía tiempo que no lo hacía... y fue complejo, raro. Como que no era yo. No sé, ahora que lo pienso fue como si hubiera contratado un doble para que llorara por mí.
-Cursi.
-Supongo.
-¿Así que te echaron?
-Mmhh. Hoy es mi última noche como el Capitán Marvel. Mañana me quitan el traje, la capa y el mentón recto con el hoyito en la pera.
-Estoy hablando de la universidad.
-Bueno... también...
-¿Y?
-¿Y qué?
-No sé, dimelo tu.
-Es que en verdad no hay mucho que decir, era algo que se veía venir. Me lo estaba buscando y putas...
-Putas nada, pasó y punto. No puedes pasarte la vida buscando culpables y justificaciones. ¡Ja, mírame! dando consejos buenos, ni que fuera Dios. Creo que tengo que virarme un rato de este mundo, me estoy volviendo sentimental. Supongo que ya no soy el Satanás de siempre. Pero en fín, volviendo a lo tuyo... mírale el lado bueno al asunto, al menos tienes algo que contar... No todo el mundo tiene algo que contar...
-Gracias...
-No te estoy agraciando ni nada por el estilo. Sólo es un comentario al azar, soy el Diablo. Puedo decir y hacer lo que quiera, nadie va a venir con un soplete y me va a cerrar la boca... Bueno, eso es un poco extremo, pero se entiende, ¿no?... ¿Por eso lloraste?
-No... porque mentí.
-¡Ja, ja, ja!, has mentido toda tu vida. Eres el rey de los mitómanos de Santiago de Chile y nunca te has sentido culpable de eso. Es cosa de recordar las veces que Claudia descubrió tus embustes...
-Por favor, esa palabra...
-Déjame continuar, por favor. Yo elijo las palabras con las que quiero hablar...
-Será, pero no me gusta mentirle a mi papá.
-Siempre le has mentido. Y él también te ha mentido a ti. Ese es tu juego con él, armar un mundillo aparte construido con un millón de mentirillas multicolores e inofensivas. El mundo ideal... ¿Y por qué le mentiste?... No me respondas, lo haré yo. Tengo tres alternativas: a) Para no hacerle daño. b)Para que no te hiciera volver al sur y pudieras seguir acá, en la Capital, viviendo con la plata que cada fin de mes te manda. Y c) Todas las anteriores.
-...
-¿Y a tu mamá?
-Con ella es diferente.
-Con ella es igual, sólo que no puedes mentirle. No te atreves a jugar con ella porque siempre te descubre. Siempre lo ha hecho. No entiendo porque le tienes tanto miedo, si tu madre nunca te va a dar la espalda. Pase lo que pase va a estar contigo.
-No la conoces.
-La conozco lo suficiente como para saber que eres su favorito. De hecho eres su debilidad...Y lo peor de todo es que tu lo sabes... O tengo que recordarte porque terminaste con Claudia.
-Ella terminó conmigo.
-Eso no es cierto... Pero en fin, allá tu... Después de todo soy el señor de la mentira y el engaño y a mi me conviene mucho que vivas en ese mundo. Es tan delicioso. Las almas en mentira son exquisitas, me gustaría que pudieras probar una, pero no puedes... Y a propósito de la Claudia. ¿Has vuelto a pensar en ella?
-Una vez cada quince días. Esa es mi norma...
-Deberías volver a verla, te recomiendo una vez cada dos meses. Podría funcionar ¿Que estás haciendo?
-Anotando tus consejos.
-No huevees... Mierda, esto se está poniendo un poco aburrido. Cuarentayocho líneas de diálogo en los que no ha pasado absolutamente nada, eso aburre a cualquiera. Aceleremos la cosa.
-Yo no puedo hacer nada, sólo soy un pobre mortal. El ser divíno... buehh, infernal... eres tu, así que el fast forward está en tu mano.
¡Click!: Stop
¡Click!: FFfw
CERCADESESENTACOSASBASTANTETRIVIALES
BASTANTEEXTRAÑASUNPOCOQUIZAS
DEMASIADOCOMUNESQUESUCEDEN
ENELTRANSCURSODETREINTA
YTRESMINUTOSCUANDOSE
ESTASENTADOCONELDIABLOEN
UNBARPERDIDOENELRINCONMASPERDIDODEÑUÑOA
¡Click!Stop
¡Play!
-Eso fue rápido.
-No haz visto nada-, responde Lucifer, cambiando su apariencia a la de David Bowie en ‘‘Earthling’’. -Ahora, pongamos un par de chicas en escena. ¿Cómo te gustan?
-No soy muy exigente. Que no sean batracios y que tengan algo que contar.
-O sea ricas.
-Lindas.
-Ricas.
-Estoy en el aire.
-Yo también. Mira la puerta.
Miré. En la entrada del bar, junto a un cuadro desteñido de una película alemana (supongo) habían dos lolas. Las dos eran exactamente iguales, ni flacas ni gordas, con caras redondas y ojos de gato. Eran bien pálidas, usaban las uñas negras y el pelo largo, color violeta. Ambas llevaban los labios de un rojo muy fuerte, casi brillante.
-Me dan miedo.
-A ti todas las mujeres te dan miedo.
-...
-OK. Cierra los ojos, vuelve a abrirlos y van a cambiar.
Lo hice, cambiaron.
Las chicas eran amigas, una se llamaba Anita y la otra Pilar. Anita conocía a Morningstar de un lado X y Pilar había escuchado a su amiga hablar del Diablo, claro que ninguna de las dos conocía la verdadera y satánica personalidad de mi compañero de mesa.
Lucifer las invitó a sentarse con nosotros, ellas aceptaron. Anita estaba muy cariñosa con mi amigo y todo lo que hablaba lo decía en clave de lugar común. Yo la miraba, también veía a Pilar. Ella me sonrió y me hizo un salud con su copa, luego no volvió a hablar. Estuvimos largo rato oyendo las cosas que se decían Morningstar y Anita. Se acordaron de tres fiestas, de un par de tipos con nombres que comenzaban con ‘‘P’’ y de algo extraño que había sucedido en la casa de una tal Ximena. Se rieron cuatro veces y Anita tenía una deliciosa forma de curvar los labios cuando lo hacía. Pilar jugaba con su copa de vino y yo tenía muchas ganas de largarme lejos de ahí... a una galaxía muy... muy lejana.
De una mesa cercana se levantó un tipo que usaba un extraño peinado en forma de flecha invertida y fue al wurlitzer, que no está demás decirlo, había pasado por toda clase de voces y estilos desde que la noche fue noche. Mierda, no puedo ser tan cursi. El del peinado en forma de flecha puso un disco de Queen, comenzó a sonar ‘‘Who wants to live forever’’.
ANITA: Me encanta esa canción.
YO: Es de la película ‘‘Highlander’’, el tema principal.
LUCIFER: Sabían que llega un momento en que todas las canciones del mundo se convierten en canciones de Queen.
YO: Eso es de ‘‘Buenos Presagios’’, Gaiman y Pratchett
PILAR: Freak show.
Todos miramos a Pilar, nadie dijo nada.
PILAR: Acaba de pasar un inmenso ángel... ¿Que?... ¿Nunca habían escuchado eso? Se dice cuando de pronto un grupo de personas se quedan calladitos, como si alguna clase de espíritu les hubiera cerrado la boca.
YO: ¿En serio?
PILAR: En serio, ¿no sabías?
YO: Si, o sea de lo otro no tenía idea. Que se decía lo del ángel por lo del espíritu que cierra las bocas.
PILAR: En verdad no tengo idea si es por eso... me salió.
YO: Te salio bien...
PILAR: Gracias. ¿Nos conocemos, cierto?
YO: Cierto.
Y se volvió a quedar callada, yo también. Anita y el Diablo hablaban demasiado. Demasiado para ser tan tarde.

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domingo, diciembre 18, 2005

UNA NOVELA INCONCLUSA (2ª PARTE)

Nombres-X
-2-

EL VIEJO HECHICERO APARECIO en medio de un par de rubias de parvularia. Este campus tiene la virtud que tarde o temprano todas las rubias que entran se convierten en estudiantes de parvularia. No sé si es una maldición, pero las cosas suceden y si así pasan debe ser por algo. El viejo me quedó mirando y sonrió. Me fijé en como caminaba, con ese traje andrajoso y lleno de ramas. Y esa barba blanca de casi dos metros que se mezclaba con lo que supongo son las cejas más espesas del mundo. Extraño el aspecto de este hombre, menos mal que somos pocos los que podemos verlo.
Se acercó despacio y se me sentó al lado. Sopló fuerte y un par de ramitas de sauce que tenía enredada en la barba se cayeron al suelo.
-¿Te fue mal, verdad?- preguntó.
-En rigor escapé.
-Que en el fondo es lo mismo. ¿Y que vas a hacer ahora?
-Mañana por lo menos me voy a levantar tarde. Pasado mañana, no sé. Tal vez dar vueltas por la ciudad, conocer gente y buscar un trabajo.
-Tu no sirves para trabajar.
-Trabajé para usted.
-Ser superhéroe no es un trabajo.
-¿Y usted que sabe?
-Yustedquesabe... Yo fui el primer Capitán Marvel
-Ser el Capitán Marvel el año mil no es lo mismo que serlo ahora.
-Eso es cierto, esta época es especial.
-La gente de esta época es la especial. Ya no necesitan héroes.
-En rigor nunca nadie ha necesitado héroes. Los héroes de verdad son accidentes.
-Pues yo soy un accidente.
-Si tu lo dices.
-Me va a quitar los poderes, ¿cierto?
-Mmhh... Es inaceptable que el Capitán Marvel haya sido expulsado de una universidad.
-No me expulsaron, me fui.
-En tu caso es lo mismo.
-Bueno... ¿En serio me va a quitar el Shazam?
-En serio. ¿Acaso crees que le voy a legar la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la mortalidad de Aquiles, el poder de Zeus, la resistencia de Atlas y la velocidad de Mercurio a cualquiera badulaque? Tengo que reemplazarte rápido, desde mañana bien temprano me pongo a buscar el candidato.
-Ponga un aviso en el diario.
-Buena idea.
-¿Y que tengo que hacer para entregárselo?
-Nada, sólo cierra los ojos y cuenta hasta tres.
-1...2...
-En regresiva...
-3...2... Espere.
-¿Qué pasa ahora?
-Porque no me deja un ratito más con el poder. Se lo puedo devolver mañana, le juro que me porto bien. Es que usted sabe, hágame el favor...
-...
-...
-Pero mañana.
-Mañana.
-A primera hora.
-A la hora que usted diga.
-OK. Son las seis de la tarde, puedes ser el Capitán Marvel un día más.
-Gracias.
-Nada de gracias, sólo deja de hueviar. -Es una promesa.
-Ya ya....
Y tal como vino, el hechicero desapareció. También entre dos rubias que más tarde que temprano se habían convertido en estudiantes de parvularia.
Tomé mis cosas y busqué un lugar apartado, un sitio donde nadie pudiera ver mi transformación. Miré al cielo y grité ‘‘¡Shazam!’’.... el rayo me pegó menos fuerte que en otras acasiones, pero igual me dejó un poco atontado. Ahora que lo pienso quizás por eso he ido perdiendo la memoria en el último tiempo. Noté mi mentón recto y mi ridículo traje-píjama color queso rojo con un relámpago amarillo en el pecho. Es groso ser un superhéroe, uno puede llegar a sentirse muy bien. Después miré al cielo y me concentré en un punto blanco en medio de las nubes, que cada vez más grises y espesas comenzaban a cubrir la ciudad capital. Y me impulsé. Desde arriba Santiago no era más que un inmenso tablero de ludo y yo volvía a ser el Capitán Marvel, el mortal más poderoso del mundo... aunque fuera por última vez.


CAGAR ES HUMANO, de hecho creo que a la velocidad con que actualmente transcurren las cosas para el homo sapiens, cagar es uno de los verbos más puros que existe. Después de todo significa limpiarse, vaciarse de toda esa mierda que almacenaste durante el día. De la comida chatarra y la comida natural, de lo que no sirve y también de lo que sirve. Cagar es humano, a veces duele y otras veces no.
Hundí más el trasero dentro del aro plástico del inodoro. Un curioso objeto que nunca he sabido como se llama pero que supongo es para evitar que uno se caiga de poto dentro de la taza.
Hace como diez minutos que terminé de cagar, pero todavía no quiero salir del baño. Por mi me quedaría toda la vida sentado acá, con los pantalones abajo, mirando estas formas de loza blanca llenas de manchitas de humedad donde habitan millones de microcriaturas amantes de la humedad más hedionda. El baño: un rollo de papel confort con tres vueltas antes de acabarse, un vaso con tres cepillos de dientes, dos máquinas de afeitar y el tubo de Pepsodent Gel sin tapa, lleno de esa excrecencia dura que forma la pasta al secarse. El lavamanos lleno de jabón derretido, el vidé que nadie ha ocupado, la tina grande y llena de botellas de shampoo vacías. Tres toallas, con los tres colores de la bandera chilena, colgando detrás de la puerta. Y al final la cortina de baño y los hongos de la misma cortina de baño.
Miré al cielorazo, una araña de patas largas venía bajando por la pared. La araña se movía rápido, saltando en sus patitas, más rápida que cualquier otro insecto. Eppp, la araña no es un insecto sino un arácnido. Igual que los conejos no son roedores sino logomorfos. Esto es una breve pero útil clase de zoología gentileza del Dr. Félix Rodriguez de la Fuente. ¿No conocen al Dr Rodríguez de la Fuente? Pues deberían, es un tipo muy agradable que escribió un memorable libro titulado ‘‘Mis amigos los animales’’ (Salvat, 1967) y que se pasó quince años defendiendo los derechos del lince ibérico. Nunca supe si ganó, pero al menos dio la pelea.
La araña salto sobre el estanque del water y se quedó quieta, mirándome con sus 67 ojitos hexagonales. Me acordé de mi viejo amigo Peter Parker y de todo lo que sucedió en su vida por culpa de una araña como esa: le mataron a su tío, asesinaron a su encantadora novia rubia, su mejor amigo se convirtió en el Duendecillo Verde, su esposa pelirroja lo pasó pésimo en el embarazo, descubrió que no existia y ahora es un pobre huevón. Agarré una toalla y apreté a la araña. Se quedó ahí, reventada, convertida en una amorfa manchita amarilla encima del estanque del WC. Me puse a llorar, hacía tiempo que no lloraba.
Antes de volver al llanto, algunos datos. Vivo solo en Santiago, aunque ésto de solo es sólo (y valga la redundancia) una formalidad ya que en rigor arriendo un departamento de dos piezas y media en un lugar redondo de Ciudad Gótica. El arriendo lo pago con el Sr. A y el Sr. B. El Sr.A es un tipo que conozco de toda la vida pero con quien en verdad nunca hemos sido muy amigos, el Sr. B llegó por accidente. El departamento era un poco caro así que pusimos un aviso en el diario y apareció él. Estudia geología y es bastante extraño, no habla mucho y las pocas veces que está en casa se tira en un sillón, toma el control remoto y ve tele sin hablar con nadie. Su canal favorito es el canal de las estrellas, el mexicano, sobre todo un programa infantil que dan los domingo y que anima un ser bizarrísimo que se hace llamar Cachencho, que tiene como sesenta años y se viste como niño.
El Sr. A es mas normal. Dentro de tres años va a ser ingeniero, tiene una novia que lo adora y un par de padres que piensan que es poco menos que el principe de Gales. El Sr. A también es hombre lobo, pero como eso sólo ocurre cuando hay luna llena (y el edificio de al lado es tan grande que no la deja ver), en verdad no es un problema muy grave. El Sr. A ocupa un dormitorio, el Sr. B el otro. Yo duermo en el 1/2 que es como dormir en el dormitorio del osito chico de ‘‘Risitos de Oro’’. Hace tiempo tuve mi propia Ricitos de Oro, pero muchas cosas han cambiado en mi vida desde hace mucho tiempo.
Vivo con los Sres. A y B porque me vine a estudiar acá. En rigor porque mis padres pensaban que venía a estudiar acá, lo que en verdad vine a hacer hasta que conocí a la Claudia y a toda clase de Hombres-X que han terminado desordenándome demasiadas cosas. Demasiado. Es una buena palabra esa, una palabra total. Son útiles las palabras totales.
Mi padre con mi madre viven en un pueblo del sur, el pueblo se llama Traiguén, tiene 13.950 habitantes y si hay un sitio olvidado de la gracia del Señor, ese sitio es Traiguén. De hecho parece sacado de una novela de mil páginas de Stephen King, o mejor aún, parece la versión criolla de ‘‘Eerie Indiana’’. Alguien alguna vez vio esa serie, a mi me gustaba, pensaba que el protagonista era yo.
Aterricé en la terraza del edificio cuando en Santiago ya estaba lloviendo. Grite Shazam!!! despacito y dejé de ser el Capitán Marvel. Me acomodé mi ropa de ciudadano común y corriente y bajé al departamento. El Sr. B estaba mirando tele y el Sr. A no había llegado. Sabía perfectamente lo que tenía que hacer, agarré el teléfono y llamé a la casa de mis padres. Contestó mi papá.
-¿Como estas?- me preguntó, yo le dije una mentira. Hablamos del clima, contamos un par de chistes, me contó que mi mamá andaba donde mis abuelos, que quería comprarse una camioneta nueva, que a mi hermana le estaba yendo bien en el colegio, que había pillado al alcalde Traiguén con una puta, que si había visto el partido del domingo. Le recordé que no me gustaba el fútbol. El se rió y me hizo un comentario tonto, después me habló algo de un campo y de un caballo. Siempre he pensado que mi padre hubiera sido un gran vaquero y que nació en la época y el lugar equivocado. Que lo mejor que pudo haber hecho Dios -porque Dios existe y tiene muchos nombres- es haberlo hecho nacer en algún pueblo de Arizona en 1879, aunque lo más probable es que lo hubieran matado antes de cumplir los cuarenta años. Papa era un buen cowboy pero un pésimo tirador.
-¿Y como te ha ido?
-Bien... me saqué un 6,0 en taller de información.
-Excelente hijo
‘‘Excelente hijo’’, se me quedó marcado en la cabeza, junto a tantas cosas que pensé y no dije. Y tuve que cortarle. No me gustaba mentirle a mi padre. Con mi mamá me daba lo mismo, ella es más aterrizada y mas fuerte. Ella cree en Dios más de lo que Dios cree en si mismo, así que si le miento está vacunada. Con papá es otra cosa, porque mi padre es bueno, quizás el hombre más bueno del mundo. Es como un niño, un niño de 50 años con la misma inocencia que cuando tenía 8. Como cresta podía ser tan miserable y mentirle a él. Pero en fín, no era primera vez que le ocultaba la verdad, después de todo nunca supo que yo era el Capitán Marvel.
Y después de cagar pensé en papá y lloré por papá. Lloré por todas las cosas que he pensado. La mayoría de la gente se hace problema por las cosas que dice en ciertos momentos, a mi me hacen más daño las cosas que pienso en ciertos momentos. Después de todo cuando uno dice algo se puede retractar y pedir perdón, en cambio cuando uno las piensa el perdón no funciona... y eso daña... Daño, esa era la palabra favorita de Claudia. Hacía tiempo que no pensaba en ella. Me limpié los ojos y me soné la nariz. Afuera escuché el teléfono.
-Teléfono...-me gritó la voz del Sr.A desde afuera de la puerta del baño. No lo había sentido llegar.
-¿Quien es?
-Ni idea.
Me levanté del water, el plástico había hecho estragos en fórma de círculo irregular alrededor de mis nalgas. Corté una línea de confort, me limpié y luego tiré la cadena. Me lave las manos y me limpié un poco la cara. Después salí del baño. El Sr. A estaba afuera.
-¿Qué onda...?
-¿Que onda qué?
-Esos ojitos.
-Me fumé un cuete antes de llegar.
-Y no te queda una colita.
-Me convidaron. ¿No te sentí llegar?
Me respondió que había llegado recién y me tiró un mal chiste sobre mi larga estadía en el baño. Le contesté con una sonrisa y después fui al teléfono.
-Las noticias corren-, me dijo una voz muy conocida al otro lado de la línea.
-¿Quien te contó?
-Eso no importa.
-Si tu lo dices.
-Claro que lo digo, soy un pedante. Tenemos que hablar, yo invito lo que sea. Juntémonos en la esquina de tu casa a las diez.
-¿En cual esquina?
-La sur, vereda suroriente. Nos vemos
Y cortó. Mis diálogos telefónicos con el diablo eran siempre así de cortos.

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sábado, diciembre 17, 2005

UNA NOVELA INCONCLUSA (1º PARTE)

Entre marzo y julio del 2000, fuí parte de un proyecto de Terra.cl llamado Ciudad Virtual. Estaba ubicado en www.cv.cl y en ella participaron gente tan notable y grande como Ernesto Garrat, Marcelo Contreras, Paloma Soto, el Negro Martínez y otros próceres del periodismo pop de la última década. Yo estaba a cargo de las críticas de TV y cómics, pero además publicaba cada quince días una novela por entregas protagonizada por un fanático de los comics. Esta fijación del héroe sirvió para nombrar el arrebato como X-Names o Nombres-X, homenaje obvio a los X-Men. Al final, con la caída de ciudad virtual, cayó también esta novela. Encontré los borradores hace un par de días. Y nada. Este blog me pareció una buena instancia para re-publicarla. Claro, también por entregas.


Nombres-X
-1-

LA VIDA TIENE más vueltas que una oreja, eso hay que tenerlo claro desde un principio. Desde que se abre la página y comienzan a leerse los giros de esta diligencia larga y divertida que tiene que ver con respirar, saltar, correr, reir, llorar y millones de puntos suspensivos apiñados en curvas y líneas rectas como mosquitos cínicos. Ok, vamos por parte, no es necesario acelarse tanto ni bañar todo de una absurda retórica con sabor a cemento. Así que punto aparte.
Un comienzo es algo muy delicado, eso dijo alguna vez la Princesa Irulan. Buena tía esta Irulan. También dijo otras cosas, como el verbo de viajar a cualquier parte del universo sin moverse. Yo también he viajado por el espacio sin moverme, el problema es que en muchas de esas veces no he encontrado el camino de regreso a casa y eso ha sido un poco complicado.
Ya lo dijo Dorothy en "El mago de Oz", no hay nada mejor que casa. Desde hace un buen tiempo creo que Dorothy tenía toda la razón. La verdad es que desde hace ese mismo tiempo he preferido creer que la gente -por muy raro que se comporte- siempre tiene toda la razón. Una posición bastante cómoda, pero siempre he sido cómodo. Una mierda buena onda y concensual que nunca ha quedado mal con nadie. No por nada me escogieron mejor compañero en cuarto medio.
Podría iniciar esto hablando de mi vida, de mi nacimiento y de mi familia. Pero en primer lugar todavía faltan demasiados puntos apartes y también demasiados párrafos para detenerme a hablar de mi familia. Y en segundo lugar, así lo haría si yo fuera Carlitos Dickens y este narrador se llamara David Copperfield. O sea toda esa paja de nací en tal lugar, en medio de tal lugar, bajo tal lugar, con tal lugar. Como Louis en "Entrevista con el vampiro", en fin, ya nos estamos dispersando. Y en plural, con perdón.
Supongo que todo partió el día que me echaron de la universidad, que paradójicamente ocurrio el mismo día que me quitaron los poderes del Capitán Marvel.


CUARENTA Y SEIS MINUTOS después de haberme reunido con la secretaria académica, estaba afuera de todo. Para empezar afuera de la escuela, sentado en el patio, esperando la llegada del anciano hechicero. Si hay algo que siempre odié del viejo, fue su maldita inpuntualidad. Una vez tuve que esperarlo casi dos días afuera de las murallas de Xanadu, cagado de frío por las corrientes de aire que acarreaba el río Alph. En fin, supongo que eso puede perdonársele a alguien que lleva ochocientos años caminando entre los mortales. Arriba, en el cielo, Santiago comenzaba a ponerse gris. Abajo, en el suelo, Santiago hace harto rato que era gris. En un par de horas se iba a largar a llover.
La reuníón había sido más rápida de lo pensado. La secretaria académica me tuvo casi una hora adentro y en todo ese lapso se limitó a mirarme cuatro veces a los ojos. 1.cuando me dijo que entrara, 2.cuando empezó a leer mi carta de apelación, 3.cuando me dijo lo que me pensaba de mí y 4.cuando escuchó lo que yo pensaba mí. Por mi parte yo la miré mucho más de tres veces. Siempre me había parecido una mujer guapa, con un delicioso aire a chica cosmopolitan arrepentida, pasada por el colador del Opus Dei. Había algo en su forma de hablar, de mirar y de moverse, que sé yo... supongo que siempre me han gustado más las mujeres mayores que las pendejas. Desde chico era así, prefería a las amigas de mi mamá que a las de mi hermana. En otras palabras -y en código de modisto- prefiero el traje de secretaria, o de empleada pública, a un jumper hiperajustado en un cuerpo en crecimiento.
-¿Y que vas a hacer?-, me preguntó ella.
Levanté los hombros.
-Mira, yo igual voy a defenderte ante la comisión y apelar por ti. Pero la cosa está bien difícil.
Levanté los hombros.
-¿Estás seguro que esta carrera es para tí?
Levanté los hombros.
-Te lo pregunto porque en tu carta hay puras disculpas, pero ningún compromiso a cambiar en un futuro.
Levanté los hombros.
-Nada que me diga a mí o a la escuela, por qué tenemos que defenderte y dejarte seguir aquí. Sinceramente yo prefiero que te vayas. Creo que es saludable para todos y sobre todo para tí.
-Entonces mejor me voy.
Y me fui. Para siempre, aunque algún pedante diga por ahí que nada es para siempre.

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viernes, diciembre 16, 2005

SANTIAGO, PENA CAPITAL

Hace 11 años que vivo en Santiago y amo esta ciudad, que no es lo mismo que decir que amo a los santiaguinos. Como sea, esta es una de las entrevistas de las cual me siento más orgulloso. Con ella se inauguró la sección "Pensamiento Contemporáneo" de la etapa PLC de la revista CA:CIUDAD Y ARQUITECTURA. El tema: Santiago de Chile por escrito, el citado: Carlos Franz. Escritor, amigo y alguna vez profe.

Publicado en la revista CA nª 111, Junio 2003

CONVERSACION CON CARLOS FRANZ: DESENTERRANDO MURALLAS SANTIAGUINOS

Buscando al identidad literaria de nuestra Capital, el escritor Carlos Franz se embarcó en la escritura de “La Muralla Enterrada”, un ensayo que construye la ciudad a través de las diferentes voces de la literatura chilena de los últimos 100 años.


Cuenta Cyrus Pinkey, el extraño arquitecto de Rascacielos la novela futurista de J.G.Ballard (Crash) al narrador de la novela, que las ciudades nacieron con los hombres. Que crecieron para protegerlo y guardarlo de los demonios que lo amenazaban desde el mundo exterior. Por eso alguna vez estuvieron cercadas por murallas, baluartes infranqueables que resguardaron el corazón de los hombres, de su vida y su fe. Y al interior de esos muros, los hombres fueron armando historias, las que crecieron a la par con las casas y edificios. Un pulso urbano, una arquitectura oral y escrita que construyó la identidad del hombre como animal de ciudad.
La relación entre la ciudad y la literatura es tan antigua como la historia de la humanidad. Los relatos bíblicos, los dramas griegos, las leyendas mesopotámicas son crónicas anónimas de ciudades. La metafórica construcción de la Torre de Babel habla de las calles que se levantaron en torno a ella. Entre la Babel bíblica y la Nueva York de Paul Auster –o la Shanghai futurista de Neal Stephenson- no hay mucha diferencia. Y ahí, en un eterno paréntesis, están las visiones del Londres según Charles Dickens, del París de Victor Hugo primero y a través de los foráneos ojos de Hemingway más tarde, del Buenos Aires de Borges, Cortázar y Marechal, cuyo magnífico Adan Buenoayres es acaso la mejor novela urbana con una ciudad latinoamericana como protagonista.
Según el escritor Carlos Franz (33), autor de La Muralla Enterrada (Editorial Planeta, 2001), libro que precisamente trata esta relación, estamos frente a un tema y a un dilema eterno. “Piensa en las Mil y Una Noches, tantos de cuyos cuentos ocurren en Bagdad. La tragedia griega, unos 1500 años antes, tiene de trasfondo la ciudad, como en Las Euménides de Esquilo. El asunto político ha sido siempre materia de drama, y por ende la polis, como escenario de la política. Más tarde, con el auge de la novela burguesa (que es también la novela del burgo), la ciudad va a ser casi un personaje más. Pero hay, todavía, otra manera de contestar esta pregunta: la ciudad es literatura, es un texto abierto, un libro que leemos y no agotamos, porque al leerlo lo reescribimos”-, responde Franz desde Londres, ciudad donde lleva radicado como escritor residente desde un par de años.
¿Crees que arquitectura y literatura deben potenciarse desde sus respectivas esquinas en el resguardo del patrimonio urbano?
“No. Yo no creo que la literatura deba tener obligaciones. El arte debe ser el gran espacio de libertad social e individual, el último bastión que los planificadores no pueden quitarnos. Otra cosa es que como ciudadano sufro y protesto, siento en mi piel las heridas de la urbe. Como esta herida fresca de la Costanera Norte, el peor legado que le dejará Lagos a Santiago”.
Sobre lo mismo. ¿Cómo ves la relación entre literatura y la arquitectura?
“Fecundísima. Algunos grandes escritores han sido arquitectos, como Max Frisch, por ejemplo. Y algunos grandes arquitectos han querido ser poetas como el Mies Van Der Rohe del “less is more'” Sin embargo, yo creo que la arquitectura es más novela que poesía. Algo hay de similar en la construcción de una novela y un edificio, un equilibrio entre razón e imaginación, entre estructura y espacio, entre función y emoción”
¿Y tu relación con la arquitectura?
“Soy un arquitecto frustrado. Un “flaneur” desesperado que recorre las ciudades lamentando todos los edificios a los que no puedo entrar, atisbándolos por las ventanas, colándome por las puertas de servicio. Hace poco, sin ir más lejos, descubrí una joya escondida en Londres: el edificio art decó del Royal Horticultural Hall. No daré direcciones, porque como buen aficionado soy egoista.”
“Para mí Santiago ha sido la esfinge y el enigma al mismo tiempo”, inicia el autor, antes de entrar en los porqués de su obsesión capital. “Llegué a Santiago a los 11 años sin saber quién era ni dónde estaba. Desde entonces la pregunta de la ciudad quedó para siempre asociada con la pregunta de mi identidad. Entender la ciudad sería como entender nuestra sociedad y por ahí entender nuestra identidad. Lo que me traería de vuelta a saber quien soy. No lo he logrado, en ninguno de esos cuatro planos. Pero este es de esos temas en los cuales lo importante no es la respuesta, sino la ampliación de la pregunta. Bueno, y desde entonces he dedicado una novela y un ensayo de 220 páginas al tema. Y apenas empiezo a entreverlo”.
Relata Franz, en el prólogo de La Muralla Enterrada, que durante la década de los 70 para la construcción de la línea 1 del Metro, fue descubierta en el centro de Santiago una ciclópea “muralla enterrada”, resto de los antiguos tajamares de la época colonial. Testimonio de la memoria arquitectónica urbana de nuestra capital, presencia que el autor usó como metáfora para reconstruir la otra memoria urbana de Santiago, la literaria. Teoriza el autor que Santiago es una ciudad que ha crecido y se ha fortalecido en el desorden, razón por la cual habla de la urbe como un Imbunche, ente mitológico deforme, creado a partir de partes pegoteadas de otros seres y con todos los orificios (¿escapes?) de su cuerpo cerrados. Criatura escondida en el barrio de la Chimba, según El Obsceno Pajaro de la Noche de José Donoso, que existe como un secreto parásito de Santiago de Chile pero que al mismo tiempo, por contradictorio que parezca, es el rostro de la ciudad.
“En La Muralla Enterrada intenté contradecir la tesis de que la literatura chilena es sobre todo poesía y que esta es sobre todo paisaje natural. Creo que tenemos una gran novela urbana en clave: la formada por esas más de setenta novelas del siglo XX que tomaron a Santiago como espacio y que trato en mi ensayo. De alguna forma todos los libros citados en La Muralla Enterrada funcionan como un todo, un retrato seriado de Santiago del Nuevo Extremo”.
“La verdad es que existe una poderosa narrativa urbana de Santiago, con ya más de cien años de edad”, describe. “Si no hemos querido verlo con más claridad es porque esta novela urbana ha sido muy crítica de nuestra ciudad. Es decir de nuestra sociedad. Y los chilenos le huimos al espejo. Porque -y perdón por citarme-: "Si los escritores no han amado a Santiago, es porque nosotros no nos amamos. Si a sus autores los ha espantado la muralla enterrada y el rostro de imbunche de la ciudad, es porque la muralla y el imbunche son los rostros que vemos cuando nos miramos en el espejo de nuestras pesadillas. Por eso evitamos el espejo, cerramos los libros”.
Y los arquitectos también le escapan a este espejo
“No lo sé, no me atrevería a afirmarlo. Tampoco a negarlo”
Explica un poco más lo del Imbunche
“Creo que el Imbunche debiera reemplazar al cóndor y al huemul en nuestra heráldica. El Imbunche: ese ser deformado, coartado, cosido y recosido, y al mismo tiempo potente. Es decir pura potencia que se frustra en el acto. Eso es tan de nuestra pobreza. El estilo ecléctico nacional es hijo del imbunche. He ahí nuestra fuerza y tan poca gente lo ve. En el mito chilote ese monstruo es el guardián de la cueva, de la “casa grande”, o sea del país.”
¿Hay en la idea de “La Muralla Enterrada” una metáfora implícita al hecho de que Santiago se ha caracterizado por “enterrar” su legado arquitectónico?
“No sólo su legado arquitectónico. Esto sería casi banal, considerando que ciudades mucho más importantes -para sus habitantes- que la nuestra, lo han hecho y lo siguen haciendo, como Londres donde actualmente vivo. El nuestro es un problema mayor, es un problema de identidad en conflicto, un problema de nuestra cultura. No sabemos qué conservar y qué cambiar, porque no sabemos quienes somos”.
La Muralla Enterrada presenta Santiago como una ciudad imaginaria dividida en siete barrios, divisiones que tienen que ver con la forma como han visto los escritores a la ciudad a través de novelas y cuentos, desde 1900 a la fecha. No es una estructura política, sino estética y desde ese punto también lo es social. El Santiago de La Muralla Enterrada se dibuja en su desorden, en las diferencias que hay entre cada uno de estos barrios, pequeñas ciudades que forman la nave madre. Carlos Franz parte con el Barrio de las Chimba (Recoleta e Independencia), sigue con La Ciudadela Amurallada (el centro) y el lugar de Los Deseos (Estación Central). El cuarto barrio es el del Matadero (Sur de Santiago) al cual continúa el Zoco (Calle San Diego). La Ciudad de los Cesares (Centro Cívico) alarga el viaje que finalmente acaba en los barrios altos, de Providencia y las Condes, llamados acá el Jardín.
“No creo que los barrios estén en extinción”, se extiende Franz cuando las preguntas llevan al tema de esta visión de la urbe. “Hay otras maneras de vivirlos”, sigue. “No necesariamente peores, sólo distintas. La literatura urbana es un sismógrafo. Las primeras novelas sobre los barrios de clase media nueva de La Florida darán cuenta de que allí hay más que una comuna, hay una manera de habitar gestándose. La literatura hace ciudad casi tanto como el SERVIU”.
¿De que manera este desorden ha contribuido a dar la “forma” definitiva
de Santiago?
“De ninguna. El desorden es fluctuante, cambiante, mutable. Es la única identidad en la que creo: la tradición se perpetua a través de los cambios que hacemos en ella, dijo T. S. Eliot.”
De donde vino la idea de darle esta forma al desorden de Santiago.
“Ansiedad apolínea. Como buen dionisiaco, añoro las formas que sugiere el caos.”
Si en "La Muralla Enterrada" hay un mensaje para los escritores, ¿también hay uno para los arquitectos?
“No me atrevería a dar mensajes. Hemingway dijo que eso lo hacen los carteros. Pero a los urbanistas y arquitectos yo los haría leer más novelas y a los escritores diseñar una casa, o planear una ciudad. Hay tanta novela donde las puertas baten en contra; y tantas casas sin imaginación. Ejercicios de humildad, creo que ambos saldríamos ganando”.
Donde está la frontera que separa al Santiago construido por la literatura del Santiago armado por la arquitectura.
“No es posible encontrarla. Es una costura continua, una cicatriz invisible como la de la muralla enterrada. Desde el subsuelo la obra nace con la amenaza de su ruina. El arte, la arquitectura naive, no lo ve y cruza el límite continuamente, tropieza en la falla y tiembla, amenaza caerse. Ese temblor es pura potencia, en lo mejor de lo nuestro. Un gran edificio tiembla, siempre, de irrealidad. En Chile somos tan realistas, queremos una solidez extranjera, y por eso somos tan estables en nuestra fomedad. Nuestras mejores obras son nuestra ruina”
Lo comentas en tu libro, pero me gustaría que te refirieras a algo que tratas en el capitulo dedicado al Jardín, acerca de cómo la ciudad fue encaramándose a los cerros y alejándose del centro.
“El poder huye del centro de sus responsabilidades porque se siente culpable; culpable de su inconstancia. La elite huye hacia un jardín del edén -el jardín del este-, utopía ecléctica de estilos en fuga de si mismos. La ciudad es el registro de sucesivas capitulaciones, y de huídas protagonizadas por sus elites antes de cons"olidarse, aterradas por la consolidación. No digo nada muy nuevo: esto es muy nuestro y muy latinoamericano. En el reciente reflujo hacia el centro asoma una débil esperanza.
¿Hay que aprender a leer nuestra ciudad, antes de querer cambiarla?
"Habitar es leer. Hacer inteligible el espacio. Inteligible que viene de inter-legere. Leer entrelíneas".

jueves, diciembre 15, 2005

UN BUEN ARTICULO GRUPAL

Lo Buen del adjetivo no es de que el articulo haya sido especialmente bueno en calidad, sino que lo fue de adentro, de sentimientos. Y eso al final termina siendo más importante que cualquier otra cosa. En fin. Este artículo fue pensado en varias voces y escrito en varias manos. Gracias a: Verónica Guarda, Bárbara Mayer, Rodrigo Díaz y Gonzalo Maza. Muchos de los firmantes, incluyendome, ahora amamos. Supongo que algunas cosas han cambiado desde entonces.

Publicado el viernes 28 de Julio del 2000, en Zona de Contacto, El Mercurio.


Cuando uno no ama escribe


Estas no son reglas, ni sugerencias, ni nada por el estilo. Más bien son como los signos zodiacales de los corazones solitarios: si no amas a nadie, alguno de éstos te tiene que corresponder. Son líneas que quizás puedan recordarte que, como decía una isapre, usted no está solo.

Cuando uno no ama, trabaja
La respuesta más alienante, la más extrema, la que queda más a mano, es desviar la devoción por un pareja hacia tu jefe, o al computador que tienes enfrente, o a esas reuniones que terminan después de las ocho y te dejan demasiado cansado como para cualquier intento de volver a iniciar a una vida. Trabajar es la única carretera visible donde las frustaciones, por lo menos, se pueden manejar. Hacer tu pega bien te da la sensación de que quizás hay una cosa que sí puedes hacer bien, que sí existe algo en lo que puedes ser experto.

Cuando uno no ama, se aburre
Cuando dejas de amar, te sobreviene un desgano frío. Sin mencionar lo que duele. Uno llora y echa de menos y mira el teléfono y bosteza hasta en la mejor fiesta y daba-daba-dá. Los sicólogos le llaman período de duelo. Lo peor es que el aburrimiento llega por opción propia, por el afán de guardarte en la concha, esconder la cabeza y taparla con los brazos. El aburrimiento es enfrentarse a la tele por temporadas completas del canal Sony, es definir demasiadas de tus salidas nocturnas como piolas, es estar dando botes en el área y que nadie ande cerca o a tiempo para empalmarte y meter el gol.

Cuando uno no ama, abre los ojos
No es que dejes de estar solo, pero por alguna razón pasa el tiempo y lo empiezas a disfrutar. O al menos el tema te deja de preocupar. Empiezas a mirar el otro lado, el lado B de estar solo. Si el lado A significa revolcarte de pena en tu pieza un sábado por la noche, el lado B no es -por favor- bailar eufóricamente en el lugar de moda hasta las 6 de la mañana. Es más bien caminar tranquilamente por Providencia, mirando tiendas, pensando por ejemplo en cómo te verías con ese vestido o esa chaqueta. Es raspar con las suelas las veredas más largas y de repente levantar la vista y darte cuenta de que el mundo no era tan feo.

Cuando uno no ama, engorda
Me lo dijo una vez una amiga y tenía toda la razón. Al final el amor es una cuestión fisiológica y mental. Como si te apretaran un start on. Te embalas con alguien y todo empieza a girar en torno a esa persona, la cabeza no sale de ella/él, el tiempo que ocupas en el teléfono te alcanzaría para aprender un idioma y, en eso, en la vorágine que revuelve el pecho y el abdomen, se te va olvidando comer. Un olvido del que de repente te acuerdas, pero que dejas de lado por el factor X de querer verte bien. Y así la suma de las partes, como en un inmenso lego, te van bajando los kilos. Por el contrario, la vida sin un amor es un vacío que repentinamente se empieza a llenar con comida, para por lo menos hacerle cariño a la lengua.

Cuando uno no ama, compra
Un sicólogo diría que es una manera de compensar, pero yo creo que es más bien una forma de sacarle ventaja a la situación. Cuando uno no ama y es mujer, va al gimnasio, se corta el pelo, se echa cremas nuevas, prueba distintos perfumes, se hace masajes. Ya lo decía Cerati, y lo apoyan las tarjetas de crédito: traspasar el vacío del corazón al de la cuenta corriente. Por lo menos, las deudas en algún momento se pueden pagar.

Cuando uno no ama, no tiene a nadie en quien pensar(¡auch!)
Tener la cabeza vacía de crushes amorosos ofrece un tiempo de balances, de poner rewind y revisar tranquilamente los capítulos que quieras de tu vida y luego, de apretar forward y pensar cómo quieres que las cosas sean de ahora en adelante. No es malo, no es bueno, es aire. Y los días pasan más rápido, más iguales, pero no menos inquietos.

Cuando uno no ama, viaja
Miras revistas y piensas en viajar. Y repentinamente viajas, para conocer gente nueva, gente que nunca más vas a volver a ver o gente que puede quedarse instalada entre tu libreta de direcciones de email. Viajar limpia la cabeza con Klenzo. No es avanzar, porque no estás reteniendo, no es tu objetivo. Estás desplazándote, o por lo menos te estás moviendo. Lo que suceda a partir de eso es otro cuento. Y ojalá que sea bueno.

Cuando uno no ama, ordena
Si uno viene de una esas relaciones en que no amas al que te ama, es la sensación más culposa de todas. ¿Por qué? Visto desde afuera, el ejemplar es perfecto, pero no despierta en ti lo más importante: encontrarlo el mejor de todos. En estos casos, lejos de amar, uno se escabulle, no escucha, no responde, desaparece, se hace humo. Cobardemente arranca. No corresponder es casi peor que no ser correspondido. Quedas con el pánico de arrepentirte después, claro, por lo falible que es uno. Y porque siempre, meses o años más tarde, vas a recordar al ser perdido como algo bastante más perfecto de lo que realmente era. En lo práctico, cuando no amas al que te ama cada movimiento se transforma en peripecia. Si tienes que tocarlo o no, si lo abrazas más o menos apretado al saludar. Si eres como siempre o más frío para hacer patente la distancia. Con el tiempo se ordenan los márgenes, se limpia el escritorio, se ponen los planos sobre la mesa para que pronto puedas empezar a tirar las primeras líneas.

Cuando uno no ama, analiza
Uno tiende a preguntarse, inevitablemente, qué es lo que ha hecho mal. O por qué a pesar de los años y de la supuesta experiencia, uno sigue siendo bastante mediocre para el amor. Si no amas porque no te aman, el sentimiento se convierte en una extraña especie de obligación. Hay que olvidar, hay que estar bien. A pesar de que en realidad lo único que uno quiere es llorar y pensar que la canción que salió en la radio es señal de algo y no una pura coincidencia de programación. Porque te acuerdas de ese beso de despedida que le diste en la cara y te dejó con gusto a boca, y te da rabia. Cuando esa persona te falta en todos lados, maldices la ausencia. Que haya dejado vacía la silla del frente y callado el otro lado del teléfono. Cuando no amas porque no eres correspondido, todo a tu alrededor va creando una atmósfera de tolerancia mucho mayor a la acostumbrada. Tus amigos asumen un rol de línea 800, las 24 horas del día a tu disposición, y asumen de pasada que tu autoestima está por el suelo, junto con tu ánimo, tu personalidad y todo lo que antes te hacían un ser vivo normal.

Cuando uno no ama, espera
Estar solo es, hasta cierto punto, una tranquilidad. Eres tú y el mundo y todo lo que el mundo te puede ofrecer. Hasta que aceptas algo de eso, y las cosas se vuelven a convertir en un caos y nuevamente hay alguien revolviéndote todo. Porque cuando uno no ama, en el fondo, uno está pensando secretamente en cómo van a ser las cosas cuando se ame.

martes, diciembre 13, 2005

¿LEERÍAN ESTO?

Ayuda bloggermandad. Propuse esta idea de columna a la Revista de Libros de El Mercurio. Ojalá la compren. La pregunta entonces es simple, ¿les gustaría leer algo así?

LADO B
Propuesta de columna de Francisco Ortega



Qué es LADO B: Una columna con cierta periodicidad, dedicada a escribir, comentar y o criticar el otro lado de la literatura. O si se prefiere, de las artes narrativas en general. Géneros y subgéneros; cómics e historieta europea; novelas gráficas y “televisivas”. Best Sellers y libros B: y también –de postre- levantar polémicas (de las fáciles y las otras) entre los puristas del género. La idea es que sea un espacio muy conectado con este tipo de tendencias, algo así como el lado alternativo de la escritura… de ahí precisamente lo de la B. Sobre el estilo, la clave es bastante libre, que a veces sea objetivamente en tercera persona, pero en otras ocasiones –como en la maqueta-

Por qué LADO B: Porque Revista de Libros de El Mercurio, al ser el único medio especializado en Literatura, no puede quedarse atrás en estas tendencias. No se saca nada con publicar de vez en cuando un reportaje dedicado a las novelas gráficas o a los 20 años del cyberpunk, cuando todas las semanas sucede algo en estos subgéneros. Hay algo potente en la atmósfera y hay que agarrarlo, sujetarlo: Escritores que se dedican a escribir series, novelas gráficas incluidas entre las 100 novelas más influyentes del siglo pasado, los setenta años de Superman, Igdrasil y el vamos a la ciencia ficción chilena, Papelucho y el Marciano, Hugo Correa, etc y etc.


Extensión de LADO B: 3.200 a 4.5000 caracteres, de 500 a 600 palabras

Periodicidad de LADO B: Lo ideal sería semanal, pero quincenal me parece más que sano.

Maqueta:

Neil Stephenson: Vendiendo Pizzas en el Ciberespacio.

Cinco novelas. Un divertido ensayo periodístico. Una docena de reportajes para Wired y Rolling Stones. Su aspecto: entre diyei y matemático. Rápido, desechable y divertido. La piedra angular de la cultura electrónica escrita de este siglo.
Mi problema con Neal Stephenson es que quiero ser él. Sucede. A veces el fanatismo se parece demasiado a una obsesión amorosa o religiosa (pero yo no soy gay ni voy a misa). El asunto es que quiero ser Stephenson, lejos la mente más lúcida de la cultura electrónica escrita. Un tipo taquillero, con cara de cínico, que se ha ganado el respeto en dosis parecidas de las comunidades críticas y fanáticas. Curiosa mezcla de un autor que es seguido tanto por freaks sin vida como por cultores onderos de la música tecno. El Aphex Twins de la literatura. El Shakespeare del ciberespacio. Frases con que medios tan disímiles como Yil o NME lo han definido. O sea, que hablen de tu prosa comparándola con un soundtrack del mundo online ya me parece groso. Rolling Stone le dio una portada el 2000, justificándolo como el guru post-todo, y Wired hace lo mismo cada vez que les firma un reportaje. Autodefinido como el primer exponente de la non-science-fiction (algo así como ciencia de no-ficción), Stephenson no es alguien que se lleve muy bien con sus colegas escritores de Sci-Fi. A él lo definen también como un frívolo, demasiado humorístico, poco serio y muy poco comprometido con la difusión de la ciencia-ficción. "Un reportero taquillero de Wired". Digan lo que digan, el bueno de Neal prefiere a sus geeks incondicionales, su amistad con Don Delillo, las comparaciones con Thomas Pynchon y las cinco estrellas del New York Times o del Village Voice a ser portada de la Sci-Fi Magazine. Yo también lo preferiría. Sospecho que eso no les interesa.
Un viejo amigo tuvo la culpa de todo. Una vez me pilló leyendo a William Gibson y la hizo corta: "Gibson está out, EL HOMBRE ahora es Neal Stephenson, el único mutante capaz de mezclar pizzerías con ciberespacio y conseguir un buen resultado". Ese diálogo me gatilló la obsesión por conseguir Snow Crash, su tercer y más famoso libro (antes hay un par de novelas por encargo que es mejor obviar). Snow Crash describe a través de los ojos de un desconcertante hacker freelance, repartidor de pizzas de alta velocidad y samurai sicario, llamado Hiro Protagonist, un futuro con sabor a música pop y a película de Tarantino, cosas que Matt Groening usó de base para Futurama. La clave es que a diferencia de Gibson o Sterling, Stephenson es un sujeto informado, medio hacker y bastante fetichista con el mundo hi-tech, que hizo sus tareas y sabe perfectamente de lo que está hablando. Y por muy funny que sea su prosa, el dato duro nunca falta. Tras Snow Crash se dio el lujo de reescribir Historia de Dos Ciudades de Charles Dickens, en códigos de ficción social y nanotecnología en La Era del Diamante: Manual Ilustrado para Jovencitas, una de las novelas más brillantes de los '90s, antesala directa para su obra maestra: híbrido de reportaje, novela de espionaje, juego de rol y remake en ácido de El Señor de los Anillos. Advertencia: Neal Stepheson es adictivo.