LOS SUEÑOS DIGITALES DE PAZ SOLDANPaz Soldán es uno de los escritores latinoamericanos más lúcidos. Lo conocí vía mail el 2000, cuando lo entreviste a raíz del lanzamiento de su novela SUEÑOS DIGITALES en la Feria del Libro de ese año. Esta fue la primera entrevista que le hizo un medio chileno. Y me siento orgulloso de aquello. Para los interesados Paz Soldán estará en la Feria del Libro de Santiago 2005, donde Fuguet presentará su más reciente novela.
Esta entrevista fue publicada en Zona de Contacto, de El Mercurio, en septiembre del 2000Edmundo Paz Soldán tiene 31 años y una carrera literaria tan acelerada como el mundo en la era digital. Y ese es el tema que da forma a su última novela, Sueños digitales, la misma que la Zona adelantó hace un par de meses. A pocos días de su llegada al país con motivo de la Feria del Libro, sostuvimos un trasnochado mail to mail con el escritor más conectado de Latinoamérica.
La primera que entrevisté a Paz Soldán fue hace solo un par de meses, para un artículo sobre la nueva narrativa boliviana. Por eso se sorprende tanto con mi email pidiéndole un segundo round de preguntas y respuestas. Me responde que sí y de nuevo pone las reglas sobre el terreno: le gusta escribir, y sobre todo le gusta escribir mails. Así es que nada de teléfono ni grabadora, solo un par de computadores unidos a través del hilo telefónico. El mío acá en Santiago de Chile y el suyo allá en Ithaca, costa este de Estados Unidos, donde vive haciendo clases en la Universidad de Cornell. Mail to mail, así se siente cómodo el escritor más conectado de sudamérica en este momento.
Para hacer más dinámico el juego, en lugar de enviarle grupos de preguntas en mensajes sucesivos, le digo que usemos el correo electrónico como messenger. Como ICQ o un chat. Intentar una entrevista on line, pero de verdad. La idea le tinca y quedamos para un sábado en la noche. La diferencia horaria es de una hora, casi nada. Yo comienzo:
Edmundo, ¿estás conectado?Llevo una hora esperándote. Frente a la iMac, aprovechando de responder algunos correos y de leer periódicos online. A mi espalda tengo la televisión encendida y estoy esperando que empiece Saturday Night Live.
¿Qué libros hay sobre tu velador?The penultimate truth, de Philip K. Dick, y hacen cola los últimos de Ishiguro, When we were orphans, García Canclini, La globalización imaginada, y Carlos Monsiváis, Aires de familia.
A propósito de Philip K. Dick, ¿crees que los androides sueñen con ovejas eléctricas?Como todos, en verdad. Nuestros sueños, nuestro imaginario ha sido invadido por las bellezas y los terrores de las nuevas tecnologías.
¿Te sientes un escritor conectado?
Más de lo que quisiera.
¿Cuál es tu software preferido?Bastante obvio: Word 98.
¿Y qué hay que leer para entender la era conectada?
El jardín de los senderos que se bifurcan, de Borges. El escritor argentino llegó antes que todos a los conceptos de red, hipertexto y ciberespacio. Claro que sin llamarlos así.
Algunos críticos dijeron que tu última novela, Sueños digitales, era la primera novela conectada de Latinoamérica.No lo sé. En todo caso, la novela intenta animarse a una mirada crítica a las nuevas tecnologías. Como autocrítica, creo que mi generación se ha dejado seducir muy fácilmente por las nuevas tecnologías.
¿Qué hacías antes de escribir?Estudié un año ingeniería industrial, más que nada por presión familiar y social. También saqué un bachillerato en ciencias políticas, pero ahí ya me había lanzado de lleno a la escritura. La decisión de dedicarme a esto en forma profesional llegó después, en Buenos Aires. Veía con envidia los que se dedicaban seriamente a la literatura. De puro envidioso y celoso, un día me dije ¿por qué diablos ellos sí, y yo no, si esto es lo que realmenteme gusta?
¿Qué libro o escritor aceleró esta decisión?Quizás el Sábato de Abaddon el exterminador. Yo tenía 18 años y estudiaba ingeniería cuando esa novela cayó en mis manos. El dilema del protagonista, que es físico pero tiene intereses artísticos, era mi dilema. Recuerdo la escena en que el protagonista, haciendo un experimento, se quema la mano porque está distraído pensando en el arte y decide abandonar lafísica. Esa era una escena de mi vida, la ficción simplemente se adelantó un poco.
¿Qué ganaste eligiendo ser escritor?
Una forma de ver el mundo que oscila entre la maravilla y lo cotidiano. Entre lo irónico y lo ingenuo.
¿Qué perdiste?
Algo de espontaneidad. Te conviertes en un testigo que se distancia y toma notas mentales de lo que ocurre... ¿Podemos parar un poco? Empezó Saturday Night Live... sigamos en una hora.
Le respondo OK y desconecto el computador.
Retocando frases
Edmundo Paz Soldán nació en 1967 en Cochabamba. Mientras espero que pase la hora del programa, aprovecho de ordenar el diálogo inicial y de revisar Sueños digitales (Alfaguara, 2000), su novela más reciente. En ella cuenta la historia de Sebastián, un diseñador gráfico que es contratado por el gobierno boliviano para retocar unas fotos comprometedoras del pasado del Presidente. Todo muy high-tech.
Sueños digitales es su cuarta novela. Con anterioridad publicó Alrededor de la torre, Días de Papel y Río fugitivo, además de tres libros de cuentos. Todo en menos de diez años. Y eso sin contar su aparición en un par de antologías, dos premios internacionales y un par de menciones finalistas. Con todo este cóctel a cuestas, ahora dicta clases de literatura hispanoamericana en la prestigiosa Universidad de Cornell, en el estado de Nueva York. Faltan dos minutos para que se cumpla la hora. Escribo la siguiente pregunta y aprieto send.
Eres boliviano y vives en Estados Unidos. ¿Cómo manejas esa dualidad?Con mucha naturalidad, aunque implique cierta esquizofrenia, pues el ir y volver ocurre entre el país más poderoso del mundo y uno de los más pobres de América Latina. Es muy fácil desarraigarse en los Estados Unidos, su cultura es tan fuerte que te abruma. Pero, si bien los años no pasan en vano y este país me va cambiando poco a poco, hay cierta parte de mi ser en el que lo boliviano está muy presente.
La Bolivia de Sueños Digitales parece casi primermundista...
Es una Bolivia muy contradictoria, de múltiples temporalidades históricas, en la quecoexisten mendigos en las calles con chicos que se la pasan descargando MP3 en cafés internet. En la que hay iglesias coloniales al lado de shopping centers que ofrecen Benetton con Prodigy de banda sonora...
En una entrevista dijiste que Sueños Digitales funciona como una especie de 1984. En 1984 se altera la historia a través de documentos textuales. En Sueños digitales existe el mismo mecanismo de alteración de la historia, pero aplicado esta vez a lo visual, a las fotografías.
Abordas un mundo moderno y digital poco tratado en la narrativa latinoamericana: la non science fiction, a lo Neil Stephenson. ¿Por qué estos temas aparecen tan relegados por editores y críticos?
La reflexión sobre las cuestiones tecnológicas se las hemos dejado a los escritores norteamericanos y a los europeos. A nuestra literatura le ha interesado más el obsesivo indagar por la identidad local, nacional y latinoamericana. Creo que a la velocidad que corre este mundo conectado, es muy necesario interpretar la revolución digital desde una mirada latina.
A propósito de lo digital, ¿qué piensas del libro en formato electrónico?
Lo veo más como un complemento que como un sustituto del libro en formato tradicional. Creo que puede ser útil para publicar nouvelles, textos que anden por las 50 páginas. Se me hace difícil la idea de leer En busca del tiempo perdido de Proust en formato electrónico.
¿En qué estás trabajando ahora?
En una novela sobre la generación de los 70, una época por la que sentimos nostalgia sin haberla vivido. Me interesa confrontar el desencanto de mi generación con lo que ocurrió en los 70. Intentando salirme de la idealización, humanizar a quienes vivieron una época más dura que la nuestra. Mostrar que podían fallar y ser tan corruptos como nosotros.
No suena muy digital. Volviendo a K. Dick y sus androides soñadores, ¿crees que los autómatas del futuro podrán amar algún día?
Seguro. Pero para ese entonces habrá otra definición del amor.