FORTEGAVERSO: agosto 2005

miércoles, agosto 31, 2005

LAS HORMIGAS DEL FIN DEL MUNDO

LAS HORMIGAS ASESINAS es una pelicula imaginaria, supuestamente filmada a fines de los 80 por un grupo de amigos. Le fue horrible pero se convirtió en culto, en especial por la música de Gastón Fernández (Luciano Cruz Coke). LAS HORMIGA.. es parte fundamental dentro de SE ARRIENDA, de hecho puede verse como una pelicula dentro de una película. ¿De que se trata? Simple. Del fin del mundo y de gente que lo espera bailando al ritmo de la música del DJ, Paul Kazan.

LAS HORMIGAS ASESINAS fue filmada en blanco y negro y protagonizada por Benjamín Vicuña. La veran por partes dentro de SE ARRIENDA y completa en el DVD. Fue un ejercicio expresionista raro, escrito por Fuguet y yo. Quedó bonita, casi europea. Y la música un tebebroso coqueteo de krautrock a cargo de Hayne y Valdivia (linkeen su blog) resultó un acierto. Este es un extracto del guión original.


Las Hormigas Asesinas

INT. – DEPTO PAUL KAZAN – MAÑANA
Es de un ambiente, tipo Loft pero sin lo fashion de un Loft. Al revés: hay que quererse poco para querer vivir ahí. Son las doce del día, se nota que hace calor. Hay olor a encierro, a transpiración, a coliflor hervida. Hay un colchón de plaza y media con una frazada a rayas, muchos discos de vinilo ordenados como torres apoyadas contra las paredes. También abundan las revistas pornográficas. No hay televisor, si un par de tornamesas con un par de enormes parlantes en cajas de madera. Hay uno de esos bolsos de DJ (es importante que se vea claro). Vemos además ropa tirada, calcetines, pantalones, etc. También hay un computador, un PC grande y viejo –casi un 486- lleno de muchos cables, conectado al teléfono. Se ve anacrónico. Como esa estética retro-futurista de las historias urbanas de ciencia ficción de los setenta. De hecho no debe verse realista, sino con una evidente estética cyberpunk a lo “Exterminio”. Incluso a lo “Matrix”.

PAUL KAZAN tiene unos 25 años, es delgado pero se ve mayor. Sus ojos parecen más viejos. Está demacrado. El día no fuera su ambiente, es casi un vampiro. PAUL no se cuida, está fuera de forma, no lo pasa bien cuando se mira al espejo. PAUL es DJ, PAUL es el héroe de nuestra historia. Viste una polera vieja, con el logo de una banda de rock pesado vieja, tipo Black Sabbath o Iron Butherfly. La usa para dormir. Aparte de la polera lleva solo calzoncillos. Queda claro que recién se ha levantado. Bebe Coca-Cola mientras revisa datos en Internet, a la que se conecta vía módem, del cual salen molestos ruidos. Caemos sobre el monitor del PC.

PPP DE PAGINAS WEB

Esta abierto en la página de noticias de un diario. Leemos muy claramente:
“EVACUACION TOTAL EN LA ARAUCANIA. INTENDENCIA DE TEMUCO PIDE BOMBARDEO INCENDIARIO A LOCALIDADES DE VICTORIA, CURACAUTIN Y LAUTARO”
Abre otra página. Seguimos leyendo:

“A 98 MIL SUBE EL NUMERO DE DESAPARECIDOS EN VALPARAISO”

Otra página:
“SE REQUIERE INTERVENCION DEL EJERCITO”

PAUL deja el computador y va hasta la ventana del departamento.
PPP de lo que ve de Santiago. Mira hacia la ciudad. Se ve vacía, desierta, fantasmal.
CUT TO:

EXT. – CALLE-CIUDAD – MAÑANA
Damos vuelta el plano. Desde la calle vemos el edificio de PAUL. Todas las ventanas están abiertas, como si los departamentos se airearan, pero se ven vacíos, muertos, como tumbas. Es una calle estrecha, como un desfiladero. Todo se ve viejo y gris. Puede ser calle Huelén, en Providencia, o quizas la calle Cruz-Coke en el centro. Lo único con vida que se observa es la figura de PAUL mirando hacia la calle. La cámara se aleja, abandona a PAUL, baja por el pasaje y se abre a Santiago, a una calle importante (Providencia-Alameda). No hay nadie en la calle. El día es luminoso, pero muerto. Repito, muy “Exterminio”. Subimos hacia el cielo. La luz del sol copa el plano hasta quemarlo y fundirlo a negro.
CUT TO:

Fondo negro. Se sobreimprimen créditos en rojo, como pintados a pincelazos, como sangrientos, mucha estética de filme de terror. Dice:

LAS DESPERTARON, NO DEBIERON CAVAR TAN HONDO. AHORA ESTAN POR TODAS PARTES, HAMBRIENTAS DE CARNE, DEVORANDO TODO A SU PASO… SON LAS HORMIGAS… LAS HORMIGAS ASESINAS…

Y esto último queda un rato, dejando más que claro que es el título.
CUT TO:

EXT. - METRO LINEA 5 - TARDE
El negro se abre a un plano del viaducto sobrenivel de la Línea 5 del Metro, el que va encima de Vicuña Mackena. Vemos un ferrocarril que pasa acercándose hacia el centro de la ciudad. En el horizonte se ve el línea de rascacielos de Santiago. Todo solo. Sin autos en la calle.
CUT TO:

INT. – METRO LINEA 5 – TARDE
Entramos a un carro del Metro. Va vacío, muerto, ni una sola alma en su interior, excepto PAUL, que va sentado solo, enchufado a un walkman, con su bolso de DJ repleto de vinilos apoyado contra sus piernas. Escuchamos lo que oye: noticias.

LOCUTOR (OFF)
Continua la salida de Santiaguinos de la Capital. Más de doscientos mil vehículos han abandonado Santiago desde que se decretó estado de emergencia por la plaga de las hormigas. El éxodo también ha afectado otras grandes ciudades del país como Concepción y Valparaíso. El Aeropuerto Internacional Comodorp Arturo Merino Benítez ha sido cerrado, luego de la masacre de anoche en que cientos de personas intentaron abordar un avión de la línea Copa. Todas las líneas comerciales han cancelado sus vuelos al país y, a su vez, han prohibido que aviones de Lan aterricen en sus territorios. Tal como se ha venido anunciando, al gente se dirige a la zona de los lagos en el sur, cuya humedad los protege del avance de las Hormigas. Argentina, Perú y Bolivia mantendrán cerradas sus fronteras con protección militar y se le disparará a cualquier chileno que intente cruzar. El gobierno señaló la reacción de los países vecinos como provocativa, exagerada e inhumana. El gobierno aun espera una respuesta de Estados Unidos, que ya evacuó a su personal diplomático. Chile ha sido aislado. Repito: Chile ha sido aislado. Estamos solos. Tal como lo señaló el Ministro del Interior: tendremos que salir de esta tragedia utilizando nuestro recursos...

El discurso se va a apagando, mientras el Metro ingresa al túnel de la estación Ñuble. Todo cae a oscura. Sólo se escuchan los tambores de Radio Cooperativa.
CUT TO:

EXT. - CALLE GOTICA CENTRO - TARDE.
PAUL camina por una calle, se escucha la música de su walkman. Al doblar, se enfrenta a la calle Madrid. Está vacía excepto por un vieja ambulancia de la Asistencia Pública que parece del año 50. PAUL se saca el walkman: silencio absoluto. ENFERMEROS sacan varios cuerpos envuelto en sábanas. PAUL se fija que, en el parque que está enfrente de las casas, hay varios cuerpos envueltos.

PPP a un ENFERMERO que lo mira con odio.

PPP a PAUL que se asusta.

PAUL se da media vuelta y se aleja, rápido y asustado.
CUT TO:

domingo, agosto 28, 2005

60 KILOMETROS

Hace 12 años escribí una novela inocente, apresurada y llena de errores. La mandé a un concurso y resulté primer finalista. Conclusión: me publicaron. Tenía 18 años y no me di cuenta de mucho. Fueron quince minutos de fama que me costó asumir, pero bueno así pasó. La novela terminó convertida en un pequeño objeto de culto. Hay gente que la ama, otra que la odia, yo le tengo cariño… y también miedo. A veces creo que fue un error publicarla. Otras simplemente me da risa. Este es un extracto del primer capítulo.

60 KILOMETROS fue publicada en Junio de 1993, por Ed. Los Andes.



Kilómetro -1

Páguese –le digo al conductor del taxi colectivo, mientras le entrego un gastado billete de $500. El señor de barba y escaso cabello lo mira, lo olfatea, lo saborea y se pone feliz hasta que de pronto le viene a la memoria que el billete no es todo para él; en ese momento su ceño se frunce, en una actitud que fluctúa entre la rabia y la pena, producto de su regreso a la realidad. Después abre un simpático cajoncito de madera, que está al lado del volante del Chevette, y saca cuatro monedas de 100; me las entrega y con una mal disimulada sonrisa , dice:
-Su güelto, señor.
Lo miro y me da pena. Tengo ganas de decirle que lo entiendo, que todos le tenemos amor al dinero; incluso me dan ganas de regalarle los 500, pero mejor es arrepentirse de tan descabellada idea. Así que agarro firmemente mis cuatrocientos y los meto en la gastada billetera, que cuelga del bolsillo trasero de mis bluejeans. Después acomodo bien mis bolsitos de viaje y me miro en el espejo retrovisor: ando bastante ordinario. Mi aspecto deja bastante que desear, pero, bueno, así es el fútbol y nada puedo hacerle a mi faz; además, estoy tan acostumbrado, que así soy feliz. Eso creo.
“Me voy corazón y no se cuando regresaré”, dice una arcaica canción que alguna vez escuché. Se parece a mi historia, aunque sólo en parte, ya que yo si sé cuando voy a volver.
-¿Va para su casa? –me pregunta el conductor.
-Si –le respondo parcamente. El parece que tiene ganas de conversar, así que vuelve a iniciar la plática:
-Entonces, ¿no es aquí?
-Si, no soy de aquí
-Y, ¿dónde vive?
-Vivo 60 kilómetros hacia el norte, en un pequeño pueblito de nombre glorioso.
-Y, ¿estudia acá?
-Sí, soy un pobre estudiante, víctima de unos monstruosos académicos, de la vergüenza de reprobar un ramo fácil, de la nula asignación de crédito fiscal y de unos pobres compañeros deshumanizados; en resumen, soy una pobre alma en el infierno, una laucha en Gatolandia. Al igual que usted, mi querido hermano, soy una víctima del sistema… Bienvenidos a Metrópolis, mi ciudad, la más fabulosa construida sobre y bajo la tierra… Observe allí la magna construcción, la Nueva Torre de Babel… Nos consume un mal imperio… ¿Verdad?... Necesitamos una fundación… Dónde estás, oh gran Hari Seldon, cuando requerimos de tus servicios… Ve, señor taxista, que somos poca cosa: usted y yo somos unos trocitos de mierda, y… de color verde.

viernes, agosto 26, 2005

VISIONES PELIGROSAS (2ª Parte y final)

Continúa -y termina- el inédito de ayer, una seleccion de arquitectura futurista realizada para Internet 21, que nunca vio la luz.

México D.F. monstruo condenado

Yo vine al D.F. –vine a las ruinas de lo que alguna vez fue el D.F. y que ahora es Nueva Tenochtitlan del Temblor- porque me dijeron que aquí vivía mi Padre Creador, que aquí vivía Matrax… ¿Y a qué va usted al D.F. si puede saberse?, oí que me preguntaba y anaté en mi carpeta draft que mejor ir cambiando de una vez D.F. por Nueva Tenochtitlan del Temblor. O mejor, N.T.T….Mantrax llegó a Nueva Tenochtitlan del Temblor en una nave de acero y ruido y la estrelló en su justo centro y hubo fuego y explosiones y terror porque junto con Mantrax llegó el terremoto y los dos se quedaron allí…”
En Mantra, de Rodrigo Fresán www.geocities.com/SoHo/Lofts/4229/Fresan.html


Manchester, doblado en ácido de metal

“Desde todas direcciones, las afiladas secciones de cristal de botellas de vino, cerveza y ginebra hechas añicos captaban y magnificaban cada rayo perdido de Manchester. Todo Bottletown, así llamaban al suburbio, la ciudad de cristal, la ciudad de las botellas, desde el centro comercial a los apartamentos-fortaleza, centelleaba como un espejo roto de la estrella más brillante. Así es la belleza, en medio de una ciudad de lágrimas. En Bottletown, hasta nuestras lágrimas chispean como diamantes….
Bottletown existía desde hacía a apenas unos diez años. Era una especie de sueño urbano. Familias enteras abandonaron muy pronto el lugar y empezaron a llegar jóvenes y apáticos, y luego negros, robots costrosos, barbariesombras y estudiantes….”
En Vurt, de Jeff Noon. www.jeffnoon.com


Marruecos, ciudad flotante

“Zona Libre flotaba en medio del océano Atlántico, una ciudad flotante en el eje de las confluencias de la cultura internacional.
Zona Libre estaba anclada a unas cien millas al norte de Sidi Ifni, una somnolienta ciudad de las cosas marroquí… Originalmente Zona Libre había sido otra plataforma más de prospección petrolífera en alta mar, ahora era un lugar de diversión, sin leyes ni banderas, un lugar casi agradable para vivir…”
En Zona Libre, de John Shirley www.darkecho.com/JohnShirley/

New York, New York…

“Los desfiladeros de metal y cristal de Nueva York, esa orgullosa y floreciente unión de las Zonas de Libre Empresa, muestran una docena de matices de frío azul perdiéndose hacia el norte. Las calles que corren con geométrica precisión, como ríos distantes en el fondo de los desfiladeros, se ven con el color rojo de una arteria. De oeste a este, se ven pedazos del río Hudson y del río East, visibles como corrientes de color verde lima. Central Park es un muro de amarillo girasol en medio de la isla…”
En Stone Vive, de Paul Di Filippo www.cambrianpubs.com/difilippo/


Los Angeles al desnudo

“-Bienvenido a Los Angeles, corazón de California Sur –dijo Karen-. Alégrate de no haber tenido que usar el metro, el terremoto lo convirtió en… otra cosa…-. Esa noche cenaron en lo que Karen dijo que era Hollywood, con Aaron Pursley en persona, en un restaurante Tex-Mex de la calle North Flores.
Karen vivía en el enésimo piso del Century City II, alias la Gota, que parecía una teta verde semitransparente y era la tercera entre las construcciones más altas de la cuenca de Los Angeles. Con la luz adecuada casi se podía ver a través de ella, y distinguir los tres gigantescos puntales que sostenían el edificio en pie, cada uno tan grande que habría podido contener un rascacielos normal y aun sobraría espacio...”
En Luz Virtual, de William Gibson, www.antonraubenweiss.com/gibson/gibson.html



San Francisco, California Norte

“Y allí estaba él, en California Norte, desde hacía cuarenta y ocho minutos, tomando café con los de homicidios, sólo que ellos tomaban té. Té caliente… El centro de San Francisco era impresionante. Todo aquello enmarcado por colinas, consttruido en lo alto y al pie de las colinas, le dio a Rydell la impresión de, bueno, no sabía de qué. Quizá parecía demasiado lo contrario a L.A. y por eso producía la sensación de estar a la deriva… con esos edificios viejos tan cerca unos de otros, sin que hubiera nada más moderno que el alto y puntiagudo, coronado con aquella cosa (y sabía que también ése era antiguo)…”
En Luz Virtual, de William Gibson.

jueves, agosto 25, 2005

VISIONES PELIGROSAS (1ª Parte)

Esta es parte de un artículo inédito que debió haber aparecido en el número de Julio de la revista Internet 21, que por razones "comerciales", quedó impresa y corregida en la imprenta, pero sin entrar a máquina. Buenos artículos de buena gente se perdieron entonces. Esta fue una recopilación de Arq-Fiction que nunca vio la luz.

Articuo inédito, que debió aparecer en INTERNET 21 de Julio, 2003.


Shanghai, capital del futuro

“China estaba justo al otro lado, y podías verla si ibas a la playa. La ciudad que estaba allí, la que tenía rascacielos, se llamaba Pudong, y más allá estaba Shanghai www.sh.com. Harv iba en ocasiones allí con sus amigos. Decía que era mayor de lo que podías imaginar, vieja y sucia y llena de gentes y lugares extraños…
Atlantis/Shanghai ocupaba el noventa por ciento más alto del territorio de Nueva Chusan, una meseta interior a un kilómetro por encima del nivel del mar, donde el aire era más freso y limpio. Algunas secciones estaban delimitadas por una hermosa verja de hierrto, pero la verdadera frontera estaba defendida por algo llamado la red de la jauría de perros: un enjambre de aeroestatos semi independientes… Atlantis/Shanghai le había imbuido con la sensación de que todas las viejas ciudades del mundo estaban condenadas, a no ser posiblemente como parques temáticos, y que el futuro estaba en las nuevas ciudades, construidas sobre sus cimientos átomo a átomo, con líneas de Toma tan integradas como los capilares de la carne. Los viejos vecindarios de Shanghai, sin líneas Toma o con las Tomas aéreas sostenidas sobre pilotes de bambú parecían aterradóramente inertes….”
En La Era del Diamante, de Neal Stephenson. www.well.com/user/neal

Tokio siempre nos va a querer

“La habitación de Laney estaba en lo alto de una estrecha torre con paredes de azulejos blancos. En sección transversal era un trapezoides y databa del boom de los ochenta, los años de la Burbuja. El hecho de que hubiera resistido el gran terremoto era una prueba de la destreza de los constructores; el hecho de que hubiera sobrevivido a la reconstrucción era una prueba de la misteriosa situación jurídica y de la lucha incesante entre dos de las organizaciones criminales más antiguas de Tokio www.chijihonbu.metro.tokyo.jp/living/. Yamazaki se lo había explicado en el taxi, mientras volvían de New Golden Street.
-No sabíamos exactamente si le gustaban a usted los edificios nuevos –dijo.
-¿Se refiere usted a los edificios nanotecno? –Laney había estado luchando por mantener los ojos abiertos…
-Si. A Algunas personas les molestan
-No lo sé. Tengo que ver uno.
-Los puede ver desde el hotel, creo.
Y efectivamente pudo. Ya había observado en las maquetas la contraposición brutal de los edificios, pero no había advertido la peculiaridad de las texturas, un organicismo aerodinámico…”
En Idoru, de William Gibson. www.nomaps.com

PENDEJA RICA

Cuando un hombre pasa de los 22 años comienza a fijarse demasiado en los jumpers y en las prohibidas bellezas sub 15. Es parte de la evolución hormonal masculina o como quiera ponérsele a la natural calentura por las pendejas. Lolas eternamente, deliciosas como la homenajeada en esta ya mítica columna en Sobras: la señorita Scarlett Johansson.

Esta columna fue originalmente publicada en agosto del 2003, en Chicas de Ortega, www.sobras.com.


Scarlett Johanson, sueños adolescentes


Ni cagando, se los he repetido como tres mil veces. No voy a escribir sobre Emma Watson, la enana de “Harry Potter” (por cierto debo ser el único Sobras que no encontró tan mala la película del niño mago). Como sea ¿Qué se creen pajeros? La Watson es UNA NIÑA,. Tiene como 13 años y muy bueno pa´la manfinfla seré pero pedófilo jamás. Además, honestamente, no sé que le encuentran tanto. La pendeja es simpática, como toda encantadora y reconozco que lleva una onda chora, pero por favor, mándense a examinar, en verdad están muy cagados de la cabeza. Una cosa es calentarse con pendejas ricas y otra muy distinta es con una niña de 13 años… Eso es enfermedad. Asi que quede notariado, Emma Watson NO SERA chica Sobras, al menos no dentro de los próximos tres años. Cuando pase de los 16 estaremos hablando, antes ni cagando. Otra cosa, bien por los calentones que ubicaban al bombón de Krista Allen. Grandes mails recibí por culpa de esa ensalada de tetas, incluso ofrecieron enviarme discos con escenas de ducha de la amiga, bajadas de una de las tantas partes de la saga “Emmanuelle”. Uff, necesito esos discos ya… requiero pasar una noche mirando como los pechos generosos de Krista son mojados por el agua de una ducha… Hacía tiempo que no me sentía tan orgulloso de mis lectores. Otra cosa, no puedo creer que hayan huevetas que a estas alturas del tiempo me pidan a Eliza Dushku… O sea… la mina no sólo fue una de las primeras féminas en ser elevada al altar de las chicas más importantes para el universo Sobras, sino que es una de mis personales favoritas. La nombro cada vez que puedo, sueño con ella, la amo como sólo he amado a mi mano. LES CUESTA MUCHO VER LA BARRA “OTRAS CHICAS” Y REVISAR SI LA QUE PIDEN YA FUE DESCRITA… Es fácil, tropa de mongólicos onanistas. A este paso me voy a convertir en el nuevo Huevasverdes (QEPD). Otro recadito… Ven huevas con sueño, ven que al final la historia siempre me da la razón. Cuando declaré homenajeada a Kristin Kreuk (la minita de “Smallville”), me llovieron los mails de putah la mina fome, quien cresta es. Claro, entonces no daban “Smallville”, la señorita era más desconocida que la chucha y no les gustó. Un año después es de las más pedidas e incluso comentadas. Bien por ella y por mí… nunca me equivoco, donde pongo la mira, pongo el botón. Debería ser agente de modelos, tengo buen ojos con las perritas.
Scarlett Johansson. A pesar de que para la gran mayoría el nombre no dice nada, la verdad es una vieja conocida entre la geografía Sobras. De hecho hartos pajeros la han pedido, lo que habla muy bien del refinado gusto de algunos de mis lectores. Lo que es a mí. Scarlett me fulminó el corazón en su rol de Rebecca, la perna rica y sobrada de la notable “Ghost World”. López me dijo en la ocasión, esa mina tiene que ser Chica Sobras si o si. Me demoré un poco, pero nunca es tarde. Que más. App, tiene 18 años, está recién salida del colegio, hace poco que dejó de arrastrar la bolsa del pan y sale (dating, como le dicen los gringos) con el maestro Elijah Wood (declarado maestro sólo por que sale en “El Señor de los Anillos”)
Fuera de estar como quiere (miren las fotos), Scarlett, es una de las mejores actrices de su generación. De hecho en un notable reportaje gráfico llamada “Las Elegidas” de la revista Vanity Fair aparece citada como una de las cuatro mejores actrices menores de 20 años. O sea, no por nada los hermanos Coen y ahora Soffia Coppolla pelean su presencia. O sea –redundancia valida- Scarlett, más que una mina rica es una pendeja grosa… pero eso, quienes tenemos a “Ghost World” en un altar, lo sabíamos desde hace harto rato.
Me gustaría ser profesor de una mina como ella. Que esté en 3ª Medio y yo llegar con la ventaja de mis 28 años (¿qué ventaja?) a dictarles las clase de literatura. Los profes de castellano, siempre tienen más onda que los de matemáticas. Scarlett sería mi alumna favorita, la que mejor se ve con uniforme, la que pesca y no pesca, la de las miradas furtivas y coquetas, la que maneja el verdadero poder de la clase. La más inteligente aunque nunca se saque un 7,0. Porque claro. El curso estaría lleno de bien-alimentadas y tetonas minitas de 16 años, pero a la flaca de atrás, la del estilo y la sonrisa torcida. A esa no le ganaría nadie.
La nueva Kirsten Dunst, como le dicen algunos, es de esas minas que lo tienen todo exquisito. Desde la personalidad y la inteligencia, hasta las acogedoras formas que llenan sus sostenes. Claro, la mina no es una ensalada de carne a lo Krista Allen pero es una versión más rica y con más onda del modelo Anna Paquin. O sea una chica para enamorarse, quedarse con ella y pensar que el mundo en verdad es un lugar mejor. Aparte de su cara triste y lejana, de su voz ronca -más sexy de lo que ella misma se da cuenta- y de un cuerpo deliciosamente contorneado, lo mejor de la Johansson va por dentro. De la mente, claro. La mina esta parada justo en ese borde entre lo pedante y lo adorable. O sea, le pones un jumper y es la perrita que te voló la cabeza durante cada año de la enseñanza media. Scarlett es como esa mina secreta, esa que miras y deseas aunque estés pololeando, esa inalcanzable que te mata pero que nunca va a ser tuya, pero tampoco de tu amigo o del bacán del curso, sino de nadie. Porque claro, ella es demasiado inteligente, demasiado todo como para fijarse en un huevetas como tu. Como uno. Su rol es permanecer soltera, intrigante, distante pero cercana, robando corazones con su unión maldita entre capricho y onda. No pescar pescando.
Conozco bien a las de su especie, abundan cada mes en los mares del Señor. Las Scarlett Johansson son esas minas que cuando crecen se vuelven aun más letales. Que pueden hacerte feliz y convertirte en rata humana con un mismo disparo. Las Scarlett Johansson de 25 para arriba están locas pero son adictivas como una droga. Te ponen nervioso, te descolocan. Tanto que si alguna vez la suerte te empuja a llevar a una de ellas a la cama, lo más seguro es que no pase nada. No porque ella no quiera, sino porque los nervios le van a ganar el partido (y el honor masculino) a tu pija. Pasa, me ha pasado, así es la vida. Por eso hay que optar. Entre las Scarlett y las Kristas Allen, la sanidad va por este último modelo. Claro, lo más seguro es que jamás te enamores de las Allen, pero tus necesidades van a ser saciadas. Claro, lo más seguro es que jamás te olvides de las Scarlett, pero al menos vas a seguir vivo y digno. Las Scalett no deberían crecer, quedarse en los 16 o 17, ahí no más, perturbando a los enanos, después sólo complican las cosas.

DIGESTION NARRATIVA

Esta columna, que publiqué en la revista Urbanika, en Mayo del 2004. Estiró la tecla que trate en Revista de Libros, con "Letras para las Masas", que tambien subí en este blog. El tono es pedante, pero uno tiene derecho a serlo. Al menos una vez por año.

Se repite la data, esta columna apareció originalmente en la edición Mayo del 2004, de la desaparecida Revista URBANIKA.


Lo que hay que tener



Hace poco me junté con Gabriel Sandoval, editor de Planeta, para hablar de libros y otras cosas. Sandoval dice tener una misión, un plan para sacudir el mercado editorial criollo. Básicamente hacer que los narradores chilenos se re encuentren con los lectores. ¿Cómo? Por un lado reclutando a una nueva generación de escritores y por otro publicando novelas y colecciones de cuentos con un sabor novedoso, que jueguen con la formalidad de lo escrito, descubran temas y asuman riesgos. Pero por sobre todo que mantengan el espíritu esencial de todo buen libro: contar una historia.
Cree Sandoval –lo que comparto- que tras el boom de la Nueva Narrativa Chilena a principios de los 90, vino un estancamiento y los autores, salvo algunas excepciones, se dedicaron a mirarse el ombligo, contando historias cada vez más alejadas del lector. Insoportablemente intimas y patológicamente dañadas. No es casual que precisamente esta palabra: daño, se haya convertido en la regalona de los novísimos narradores. El daño, como tema terminó –valga la redundancia- dañando a la literatura. Es que de tanto desear levantarse como escritores-artistas, olvidaron lo básico: el érase una vez. En sus pretenciosos anhelos los post-nueva narrativa se cegaron ante la certeza de que las grandes obras literarias no surgieron por su virtud artística, sino que eso vino con el tiempo, por añadidura. Fue el postre al final del menú. Moby Dick de Herman Melville, acaso la cabecera fundamental de la novelística moderna, no es más que un relato de aventuras matizada por una venganza sobrenatural de un capitán loco hacia un descomunal cachalote blanco.
Desde esta perspectiva el fenómeno ocasionado el verano recién pasado por El Código Da Vinci no debe mirarse a la chacota. Es fácil torcer la mirada y argumentar que no se trata más que de un libro de moda, liviano, barato que ya superó sus quince minutos. Lo más probable es que así sea, pero lo interesante del cuento no pasa –ni termina- en la calidad del libro de Dan Brown. Lo relevante es el impacto medial que consiguió. La gente quería leerlo, quería saber de qué se trataba y sobre todo quería comentarlo por la mañana en el trabajo, como si fuera el estelar del canal 13 de la temporada. Y eso es lo importante. El Código Da Vinci superó el margen de ser un libro y se transformó en un fenómeno masivo, que avanzó a través del boca a boca e impulsó a la gente a hurgar en librerías y sobre todo ha descubrir el buen rato que se puede pasar leyendo. Quizás literariamente se trate de uno de las novelas menos logradas del año, pero a nivel popular es una bomba de esas que un editor no puede, ni debe dejar pasar.
¿Por qué no ocurre eso con los autores chilenos? La respuesta parece ser fácil. El desprecio hacia los géneros, hacia el pop de nuestros autores ha encallado la evolución de nuestra narrativa. Es curioso que sea un analista político y no un novelista profesional quien se lleve el trofeo de presentar el primer best seller chileno. Hace poco Raúl Söhr lanzó con bombos y platillos, La Muerte Rosa (Plaza Janes/Random House), una novela acerca de cómo Chile y el mundo se enfrentan ante un desolador futuro sin capa de ozono. No voy a hablar del libro, porque no lo he leído, pero estoy seguro que aunque la crítica lo desprecie, la gente va a comprarlo, va a leerlo y comentarlo, porque Söhr y su editor fueron inteligentes, le dieron al público el plato que este quería comer. Si La Muerte Rosa se transforma en una versión local de El Código Da Vinci es de esperar que en lugar de gatillar comentarios malintencionados entre la comunidad literaria criolla, concrete las bases a un movimiento narrativo renovador, uno que no le tenga miedo a la cultura de supermercados y comida rápida y sepa explorar los límites comerciales de la escritura, aprovechando al máximo esa virtud perdida que es el entretener.
Sandoval tiene razón al preocuparse por el futuro de nuestra literatura. Los tiempos corren rápido, los mundos son digitales y ante esta velocidad de las cosas se requiere de una literatura rápida, una escrita por narradores profesionales con amor al arte de contar una historia y sin temor a samplear cultura basura, géneros bizarros y a firmar novelas de esas que el hijo del vecino devorará en el metro. Tom Wolfe dedicó una de sus mejores obras (Lo que hay que Tener, Anagrama) a lo que debían tener los astronautas del proyecto Mercury de la NASA en la década de los 50. Me atrevo a aplicar pautas parecidas a los escritores chilenos del siglo XXI. Lo que hay que tener son patas, cojones, deseos de contar y entretener por encima del anhelo de convertirse en defensores de la narrativa como arte. Eso no es el fin, es el resultado a largo plazo, mal que mal Cervantes redactó las historias de un superhéroe loco, de un Batman del siglo XVI, no la obra cabecera de la narrativa hispana. Eso vino después, mucho después.

martes, agosto 23, 2005

SUNSET BOULEVARD

Comparar es una de las técnicas periodísticas más sucias y facilistas. Por eso mismo es tan delicioso hacerlo. Además que, y con perdon, igualar la historia de la señora Menen con la obra maestra de Billy Wilder que use de título fue absolutamente maravilloso.

Esta columna fue publicada la primera quincena de Julio de este año en revista CAPITAL


Autoreferencia. Una de mis diez películas favoritas de todos los tiempos es Sunset Boulevard. Obra maestra de Billy Wilder, cita obligada de cualquier cinéfilo. El filme, cuenta la historia de Joe, un guionista venido a menos, quien huyendo de unos cobradores mafiosos se esconde en lo que cree es una gran casa abandonada. Pero la mansión pertenece a una veterana actriz del cine mudo (Gloria Swanson) quien lo secuestra y lo obliga a leer y corregir un guión que ella misma ha redactado y, que en su delirio, significa su inminente regreso a la pantalla grande. Joe acepta, más que nada por la oportunidad que la situación le da para escapar de sus perseguidores. Error. El héroe termina sumiéndose en el cómodo mundo de fantasía que el personaje de la Swanson ha creado en torno suyo. Ese lugar imaginario al que suelen amarrarse los jubilados de la fama, personajes que pululan aquí y en la quebrada del ají y que aprovechan cualquier oportunidad bajo los focos para llorar diciendo que los tiempos de ayer fueron mejores.
El regreso de Cecilia Bolocco a las pantallas de Mega me recuerda Sunset Boulevar. Esa parada de superestrella, de diva eterna, de nueva wonder woman del canal privado no es más que un ancla a un mundo que ya no existe. Que quizás nunca existió. Ok, nadie discute que la Bolocco fue la soberana absoluta de la televisión chilena durante la década de los 90, que sin ella Viva el Lunes no habría tenido ni la mitad del glamour y la clase que tuvo. De facto, que sin ella el Kike no sería lo que es hoy. Pero el tiempo pasa y la velocidad de las cosas es cada vez más acelerada. La televisión chilena del 2005 no es la de 1995. Respiramos en una era de nuevas divas, de nuevos modos. De ritmos que no tienen nada que ver con aquellos que seguía la Bolocco en su golden age. La señora Menen es una actriz muda en un mundo demasiado bullicioso.
Como en Sunset Boulevard, el publicitado retorno de quien fuera llamada la primera dama chileno-argentina puede suceder sólo en la cabeza de Bolocco y acabar creando otro monstruo mediático anquilosado en un planeta cada vez más lejano a nuestro sistema solar. ¿Cómo ser diva en un mundo sin divas, cómo ser primera figura en una continuidad en la que nombres como Andrea Molina y las chicas del team Mekano y los realities son las favoritas de titulares y focos? Cecilia Bolocco como figura televisiva está muerta. Su imagen es la idea de otra época. Antes de firmar con la estación del Sr. Claro debió haber revisado su hábitat. Los años dos mil son tiempos complejos y paradigmáticos, que obligaron a sus ex compañeros a asumir caminos y tareas muy distintas a las que tenían cuando la franqueaban. Alvarito como segundón del más pop de nuestros cantantes y Kike regresando a sus orígenes, como cuico simpático, patrón de un club nocturno con chicas de grandes escotes. Cecilia tiene estampa de reina, de eso no hay duda, pero es lo único que le queda: la fotografía de una continuidad pretérita. En su era dorada, una sola mirada suya era capaz de silenciar a la prensa farandulera. Todos sabían de sus enredos con Kike, pero nadie lo decía. Ahora, eso sería imposible. La pregunta entonces es y será si Mrs. Bolocco está realmente preparada para combatir en el campo de batalla de nuestra actual televisión. La respuesta, como es obvio, queda en suspensivos.
Bolocco de vuelta, Vértigo invitando e incitando a figuras como Juan Antonio Labra a creerse el cuento de que pueden regresar, de que son astros que necesitan una segunda oportunidad. Rojo jugándosela por una competencia de reciclaje de recordadas patrullas juveniles ochentenas. Tiempos verbales de ayer. Y eso es terrible. La TV es por mucho el medio más cruel de todos. Es cosa de recordar el paso de Cecilia Serrano por Vértigo, ajena a cualquier recuerdo de la seria lectora de noticias, convertida en un vestido con voz. O en Paulina Nin, por mucho la enferma más crónica del abandono televisivo. Regresar después de haber sido olvidado por el mismo público es como volver con la polola que más nos dañó. Ok, la nostalgia es válida, pero nunca suficiente en un medio que nos guste o no, está en continua evolución. Muchos dirán que Mekano es la copia de Música Libre. Y puede que así sea, como Radiohead lo es a Pink Floyd, pero no son lo mismo. Hay nuevas caras, nuevos cuerpos y nuevas canciones. El pasado duele, los costalazos son mas altos cuando se tiene más años en el cuerpo.
Joe ve en Sunset Boulevard como la diva de ayer se hunde en sus falsos mundos. “No necesitábamos diálogos, teníamos rostros”, dice en un momento Swanson. Me temo que veremos a Bolocco decir algo así en LUN a medida que su show decaiga. Y eso, como crítico más que pena, me asusta.

lunes, agosto 22, 2005

¿QUIEN VIGILA A LOS VIGILANTES? (1ª Parte)

Si hay un texto que me cambió la vida a la hora de enfrentarme con una página en blanco. fue Watchmen, espléndida miniserie de 12 partes escrita por Alan Moore con dibujos de Dave Gibbons. Esta es la primera parte de uan serie de miniensaños que publiqué al respecto en Sobras.

Esta nota fue publicada originalmente en Junio del 2003 en www.sobras.com



La forma según Watchmen

Hace 17 años la historia del cómic cambió para siempre cuando DC Comics presentó el Nº1 de “Watchmen”, una miniserie escrita y dibujada por los ingleses Alan Moore y Dave Gibbons. “Watchmen” no sólo se elevó a la categoría del “tebeo” clave de los 80, sino que por primera vez el cómic se igualó a la literatura, abriendo debates académicos y universitarios, al mismo tiempo que fanáticos. Una historia de disfraces y poderes comparable a la narrativa de Thomas Pynchon y William Burroughs. Un tratado absoluto de cultura popular, un cómic de superhéroes que marcó un año cero. Damas y caballeros, en Sobras EL MEJOR COMIC DE TODOS LOS TIEMPOS… y no hay más… no puede haber más.

Decir que WATCHMEN es el mejor cómic de todos los tiempos es ya un lugar común. En cuanta encuesta del género que se hace, ahí está, en un inmutable primer lugar. Y basta mencionarlo para conseguir un poco de respeto en la comunidad freak. Puede que jamás hayas hojeado la obra y que no tengas idea de quien chucha es Ozymandias, Alan Moore o el Dr. Manhattan, pero dices WATCHMEN y todo ok. Da categoría, da un nivel superior. De alguna forma similar a decir que viste EL CIUDADANO KANE o leíste ULISES de Joyce, porque claro WATCHMEN es WATCHMEN y hablar de WATCHMEN no es lo mismo que hacerlo de los X-MEN. Mal que mal se trata de un cómic (12 cómics en rigor) del cual se han escrito kilos de ensayos, páginas webs, revistas monográficas, documentales y pajas de todo tipo, desde académicas y universitarias a freakies y neardies. Sé de un estudiante de literatura de la Chile que se graduó con un 6,0 gracias a una tesis sobre este cómic. O mejor dicho, de esta obra. Alguien me dijo que WATCHMEN, más que un cómic, era una obra narrativa con, géneros aparte, validez propia. Salfate, por ejemplo, después de leerlo fue tácito… “no hay más, no puedo leer más cómics en mi vida, esta huevada me superó… las cagó”. Y con sus palabras expresó las de muchos que se han metido en esta novela gráfica (o miniserie) escrita por el intocable Alan Moore (From Hell) y dibujada por Dave Gibbons. Como Cancino, que la terminó hace un par de semanas y sólo fue capaz de definir lo que había leído en una palabra: “impresionante”.

Más lugares comunes, WATCHMEN es el cómic que hace que quien odia a los cómics diga… chucha. WATCHMEN es el cómic que mató para siempre el género de los superhéroes, porque lo hecho después no vale, la vara quedó muy alta. WATCHMEN es el cómic que puede convertir a cualquier tipo en un coleccionista empedernido de historietas. WATCHMEN es capaz de transformar al Otaku más dogmático en adorador de DC y Marvel. WATCHMEN es el cómic que puedes pasarle a tu profesor de literatura comparada y dejarlo marcando ocupado. WATCHMEN es el cómic que me dejó claro que los superhéroes (más que Tolkien y Star Wars) son la mitología popular más importante del siglo XX.

Y seamos honestos, WATCHMEN también puede llegar a aburrirte soberanamente con su ambición, diálogos difíciles y complejidad, porque hay que reconocerlo, no es una lectura fácil, requiere de repasadas y revisiones raras (como leerla al revés) para cachar bien de que cresta me está hablando Alan Moore. Además, mal que mal, son casi 400 páginas y eso no es poco. WATCHMEN, de alguna forma, es como el rock progresivo, si este estilo basó su forma en la negación absoluta de toda la inocencia e inmediatez del rock´n roll, WATCHMEN lo hizo en la negación del más superficial de los géneros historietísticos, el de los superhéroes.

Etiquetas:

viernes, agosto 19, 2005

PUNK FLOYD

Los artículos gratuitos no suelen ser brillantes, pero permiten ciertas libertades, como la de escribir de alguna de tus pasiones. En octubre pasado daban un recital de David Bowie y otro de Radiohead en Film&Arts, así que de la nada improvisé una nota a una de mis eternas pasiones: Pink Floyd.

Esto apareció publicado en la revista RTV (antes VIVE!) de Octubre del 2004.


Pink Floyd, otro ladrillo en el cable

Curiosa la relación de Pink Floyd con el público chileno. Como ninguna otra de las grandes bandas, la devoción que despierta el grupo, fundado en Londres, Inglaterra, 1965 por Roger “Syd” Barret y su tocayo Roger Waters, roza lo fundamentalista. Ni siquiera los Beatles y los Rolling Stone levantan una pasión similar. Waters, en su visita en solitario (Marzo, 2002) llenó el Nacional y agotó entradas más rápido que los Stones y McCartney, a pesar de que su carrera solista dista mucho de lo alcanzado con su mítica agrupación. Pero claro, era la oportunidad única para 60 mil fanáticos de este lado del planeta de ver y oír en directo lo más parecido a Pink Floyd que hemos tenido a nuestro alcance.
¿Qué tiene Pink Floyd que no tengan otros clásicos del rock? Quizás a los chilenos simplemente nos llegan más los sonidos vanguardistas y espaciales que los arrebatos mods de, por ejemplo, The Who . Quizás porque Los Jaivas, nuestra mayor leyenda rockera, se parecen más a Floyd de lo que ellos mismos están dispuestos a reconocer. Quizás porque por casi tres décadas hemos crecido con la esperanza de que se haga verdad ese mito urbano de Pink Floyd tocando “Echoes” en el valle de la luna.
Dentro de la historia del rock, Pink Floyd más que un grupo es un género en sí mismo. Sin el virtuosismo de contemporáneos suyos, como Yes, o la actitud estrella de Zeppelín o Queen, los Floyd supieron construirse como una concreta alternativa musical. En 1968 Paul McCartney sostenía que ningún otro grupo del mundo sonaba como Pink Floyd, reconociendo que mucha de la etapa experimental de los Beatles se debió a la experiencia de haber estado presente en las sesiones de grabación de The Piper and the Gates of Dawn, primer LP del grupo de Waters.
Vanguardistas hasta lo insoportable. Su forma de hacer música, poblada de matices, largos viajes instrumentales, letras de ciencia ficción y experimentaciones tecnológicas no tardaron en hacer de Pink Floyd cabecera de un movimiento avant-garde que evolucionaría hacia la electrónica, el space rock, la sicodelia, el progresivo y el llamado art rock. Precursores del uso de luces y proyecciones en los conciertos, al contrario que sus contemporáneos, la banda evitó basar su carrera en la imagen de sus integrantes, optando por centrarse en su arte. Partiendo por el trabajo fotográfico de las carátulas de sus discos, siguiendo en innovaciones a la hora de grabar y terminando en sus espectaculares puestas en escena, donde luces, videos, efectos especiales y sonido cuadrafónico los convirtieron en un espectáculo hasta ahora inimitable.
La historia de Floyd está llena de misterios y mitos. La enajenación de su primer líder, Syd Barret, a fines de los 60. Los arrebatos fóbicos de Roger Waters, que culminaron en la gestación de The Wall (1979), emblemático disco conceptual que marcó a toda una generación. Las disputas de teleserie entre Waters y David Gilmour por el derecho de uso del nombre y otros conceptos relacionados con la banda, como los cerdos inflables y la clásica pantalla circular rodeada de luces llamada Mr. Screen. Pero entre escándalos y peleas, Pink Floyd supo hacer escuela en el rock. Cátedra que alcanzó la perfección en 1973, con la publicación de Dark Side of the Moon (1973), influyente disco que en poco más de cuarenta minutos se paseó por el pop, el jazz, la electrónica, el blues, el rock y la vanguardia con una libertad deslumbrante. Uno de las placas básicas en cualquier colección musical que se precie de tal, Dark Side no sólo fue un logro creativo mayúsculo sino también comercial. Con el inigualable record de 12 años seguidos rankeando en las listas del Billboard, la placa ya tiene asegurado su lugar como el disco mejor vendido de todos los tiempos, tanto así que en Alemania, EMI tiene una planta entera destinada a fabricar sólo “lados oscuros de la luna”. Con todo no es casual que la clásica cubierta negra con el prisma y el arcoíris se convirtiera en uno de los íconos más reconocibles de la música moderna.

Gilmour y Radiohead en Film&Arts

Acompañado de una chelista, sección de coros, una lujosa banda de cesionistas y la dirección orquestal y el piano del fallecido Michael Kamen, David Gilmour, vocalista y guitarrista de Pink Floyd (y líder de la banda, tras la salida de Roger Waters en 1985) realizó una serie de conciertos electroacústicos en Inglaterra y Francia a principios del 2003. Restando toda la parafernalia de efectos especiales que han sido sello de su banda, Gilmour se atrevió a recrear en clave acústica clásicos como “Shine on you crazy diamond”, “Fat old sun” y “Wish you were here”, consiguiendo un intimismo musical lleno de la más simple de las bellezas, donde cuerdas y vientos tomaron el lugar de los clásicos colchones de sintetizadores y teclados. Aplaudido unánimemente por la crítica, los conciertos de Gilmour fueron definidos como rock de cámara y el próximo viernes 22 en Film&Arts podrán ser disfrutados por todos los floydadictos y seguidores de la buena música.
Tras la edición del premiado Ok Computer (1997), los británicos Radiohead no sólo consolidaron su estatus de cabeceras del pop inteligente y futurista, sino que además debieron aceptar el apelativo de ser considerados los nuevos Pink Floyd. Johnny Greenwood, guitarrista de la banda, se tomó con humor el calificativo, reconociendo el legado Floyd en la composición de Ok Computer, fundamentalmente del disco Meddle (1971). Los también llamados “Punk Floyd” (como fueron bautizados or la revista NME), cerrarán los ciclos musicales de Film&Arts el Viernes 29 con un documental que los muestra en gira, donde interpretaran clásicos como “Creep” y “Paranoid Android”. Imperdible.

MÚSICA PARA CARACOLES

El proximo jueves 25 se re-estrena en el Cine Arte Alameda uno de los mejores cortos chilenos que he visto en mucho tiempo. Conozco y sé la calidad de la gente que lo hizo, por lo mismo, para hacer continente cine chileno, posteo acá la crítica que entonces le hice a esta espléndida película en formato chico.

Esta crítica fue publicada originalmente en Octubra del 2004 en suplemento Wiken, El Mercurio.


El Tesoro de los Caracoles

4 estrellas

Por una cuestión de tamaño, el cortometraje suele tener el mismo desafío que el cuento, ganar por knock out, como decía Cortázar. Por lo mismo es tan común encontrarse en las obras primerizas de jóvenes realizadores y cuentistas con una completa confusión entre el acto de contar una historia y quedarse en la anécdota. Y la claridad respecto de esta diferencia es algo que destaca a “El Tesoro de los Caracoles” de otros cortometrajes recientemente estrenados. El filme dirigido por Cristián Jiménez es con ventaja el trabajo en formato breve más redondo, maduro y bellamente facturado visto en mucho tiempo. Un verdadero acierto para un género fílmico al que le sobran cultores en este lado del mundo.
Uno de los puntos más fuertes de esta película de quince minutos es la forma en que nos cuenta su historia. La narración de lo que le sucede a Quique (Roberto Farías), un inocente retardado, desde que roba el tesoro de unos caracoles hasta que ve llover berlines se estructura como un cuento oral, recuperando con pericia esa picardía e inocencia de los relatos típicos chilenos, en la línea de Pedro Urdemales y similares. Así, “El Tesoro de los Caracoles” es un acierto por donde se le mire. Jiménez no sólo demuestra oficio a nivel técnico, sino que tiene un punto de vista para contarnos su cine. Ojo con la fotografía de Inti Briones, pocas veces en un filme, el sur se ha visto tan sureño como en esta breve pieza.

miércoles, agosto 17, 2005

SE ARRIENDA. Primer Draft

Falta un mes para el estreno de SA, la película de Fuguet de la cual -y a mucha honra- soy co-guionista y "surinam" (tengo un 2% de participación como productor asociado). Esta es una escena que no verán en la película. El personaje de Miranda ya no existe, se dividió en dos Cordelia (Ignacia Allamand) -la mujer del ayer- y Elisa (Francisca Lewin) -la mujer del ahora-. Igual es una buena idea de lo que pudo ser. Y el ejercicio de hacerlo público hasta funciona.

Secuencia de precréditos

EXT. – SANTIAGO INVERNAL – TARDE/NOCHE
Es una serie de instantáneas en la que vemos la ciudad en la tarde noche de invierno. Como fotos de un lugar perfecto. Empezamos por un lugar bien reconocible y al mismo tiempo no obvio, la torre del reloj de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Durante todo este trayecto de viñetas seguimos la voz en off de GASTON y MIRANDA, los protagonistas de esta primera parte de la historia. La Secuencia es guiada por música de piano y mucho ruido urbano, pitazos, voces, motores. Todos los PLANOS tienen punto de vista y altura de un peatón.

MIRANDA (off)
¿Qué es lo peor de Santiago?

GASTON (off)
No se que pueda ser lo peor de Santiago

Vemos una calle llena de luces que bajan, puede ser la Costanera Andrés Bello a la altura del puente Condell

MIRANDA (off)
Los Mimos

Pasamos a una esquina, en el paseo Ahumada, en la que un Mimo esta actuando, molestando a la gente, haciéndose el simpático

GASTON (off)
¿Qué te han hecho los mimos?

MIRANDA (off)
Nada, a mi nada, sólo me molestan.

GASTON (off)
Es arte

MIRANDA (off)
Molestar no es arte

En la imagen, el Mimo se detiene delante de un tipo que va muy apurado y choreado. El lo empuja. El mimo cae.

GASTON (off)
No te conocía tu lado intolerante

MIRANDA (off)
Con los mimos soy intolerante. Si tuviera plata formaría una organización para cazarlos, le he pensado hasta en el nombre: extermimo…

GASTON (off)
(se ríe) Miranda, tu tienes plata

MIRANDA (en off)
Mi papá tiene plata, que es muy distinto.

Vemos el anochecer sobre Santiago, una postal típica. La Alameda frente a la torre de la Iglesia de San Francisco, con la Torre Entel de fondo… La música empieza a cambiar, ahora es claramente la 4ª sinfonía de Schubert, la trágica.

MIRANDA (off)
Que vamos a escuchar…

GASTON (off)
Schubbert, la cuarta

Y pasamos a un exterior del Teatro Municipal. Está anocheciendo, es invierno, llueve y hay esa perfecta humedad en las luces. El Municipal se ve casi de Paris. NOTA: todo este prólogo será filmada con cámara en mano, estilo nueva ola, y la imagen tendrá grano.

MIRANDA (off)
La cuarta me recuerda a ti

GASTON (off)
Será por lo trágica

MIRANDA (off)
Tonto.


CUT TO:
INT. – ESCALERAS DEL TEATRO MUNICIPAL – TARDE/NOCHE
Vemos a GASTON y MIRANDA. El tiene 24 años y aspecto de artista trasnochado, pero se ve bien. Ella es casi un sueño, preciosa, con un look de matea, media intelectual. Una estudiante de derecho con demasiada onda. Se ven mojados pero contentos. Sin mucha plata pero felices. Suben y suben las escaleras de madera que los llevan a los balcones más altos del teatro. La cámara va con ellos, tanto por detrás, como por delante (los adelanta). La escalera es, de verdad, eterna. Toda la conversación es en movimiento y al pasar. La atmósfera es oscura, como si esto fuera un campanario. No hay nadie más que
ellos. La música del concierto sigue escuchándose clara: es la 4° Sinfonía Trágica de Schubert. MIRANDA capta lo que están tocando


MIRANDA
Odio esta escalera, parece que no terminara nunca.

GASTON
Hablé con Balbo.

MIRANDA
¿Entró en razones?

GASTON
No se trata de entrar o no entrar en razones, Miranda. Es mucho más
importante que eso. Es saber donde poner tus limites.

MIRANDA
No te enojes.

GASTON
Si no me enojo.

MIRANDA
Deberías saber donde poner tus límites.

GASTON sonríe. Suben los últimos escalones, la música se escucha con
más y más volumen

CUT TO:
INT. -GALERIA-TRIBUNA DEL TEATRO MUNICIPAL - NOCHE.
GASTON se adelanta y abre una puerta al final de la escalera. Es un
balcón en lo más alto de las tribunas del teatro. Abajo, en el escenario, una orquesta interpreta música. Hay poca gente, todos jóvenes con pinta de bohemios, más bien tipos solos. GASTON se acerca al borde de la baranda y se sujeta para mirar mejor. MIRANDA viene por detrás, mete su mano por debajo del sweater y comienza a acariciarle la espalda. MIRANDA le besa el cuello por detrás. GASTON se deja querer. Están a punto de besarse pero capta que los están mirando. La orquesta toca, la música llena el Teatro. MIRANDA le gira la cabeza hacia ella y lo besa, sin vergüenza, sin importar que los miren.
CUT TO:

viernes, agosto 12, 2005

K.DICKLOGIA (Apéndices)

Por una cuestión de espacio, estos dos recuadros quedaron fuera del reportaje dedicado a PKD. Así que de alguna forma, este posteo es de lo poco inédito que verán en mi blog. Es parte de la religión.


Philip K. Dick, 5 esenciales

  • Minority Report y otras historias (Ediciones B): Antología de 9 relatos de la primera etapa del autor. Incluye el que inspiró la película homónima de Steven Spielberg y dos joyas de la corona: “La Fe de Nuestros Padres” y “Segunda Variedad”.
  • Ubik (Planeta/Martínez Roca): Un viaje de negocios a la luna, una esposa en estado de si muerte, una conspiración síquica y un tipo común y corriente que al regreso a la Tierra empieza a dudar si esta parado en un mundo real o todo es una especie de inmensa realidad virtual.
  • El Hombre en el Castillo (Ediciones Minotauro): Estados Unidos perdió la 2º Guerra Mundial y sus habitantes viven bajo el dominio de Alemania y Japón, eso hasta que el Libro de los Cambios empieza a hablar de un mundo donde sucedió todo lo contrario.
  • Los tres estigmas de Palmer Eldricht (Ediciones Minotauro): En un futuro lejano, los colonos espaciales dependen de drogas alucinógenas que los ayudan a evadirse a otras realidades. Eso hasta que una especie de otro mundo empieza a traer un nuevo tipo de sustancia, que promete mejores resultados.
  • Valis (Ediciones Minotauro): Un detective privado y su búsqueda de Dios. Dios como entidad paranoica y responsable del crimen definitivo. Dios como producto de supermercado. Teología y extraterrestres. Una obra maestra.

Ciberpunk, 5 esenciales

  • Neuromante, de William Gibson (Ediciones Minotauro): La novela que incorporó conceptos como ciberspacio, consolas, implantes biónicos, hacker y matrix al imaginario colectivo. Un ex vaquero informático es contratado por multinacionales para crackear la inteligencia artificial de un conglomerado rival.
  • Mirrorshades. Una antología Ciberpunk, de Bruce Sterling (Siruela): Doce relatos de distintos autores, clave para entender la filosofía de este movimiento y su deuda kdickiana.
  • Snow Crash, de Neal Stephenson (Ediciones Gigamesh): Un repartidor de Pizzas del futuro lleva una doble vida como Samurai en una realidad paralela llamada metaverso. Su vida se complica con el ataque de un neovirus lingüistico que afecta a máquinas y usuarios.
  • Mantra, de Rodrigo Fresán (Mondadori): Aunque no es una novela abiertamente ciberpunk, si lo es su estructura, su juego intertextual, sus narradores robot y sus devaríos futuristas acerca del porvenir de México D.F. Fresán, fan declarado de K.Dick, consigue acá su mejor homenaje al maestro y una notable pieza de ciencia no-ficción.
  • Todas las fiestas de mañana, de William Gibson (Ediciones Minotauro): En un futuro cercano, en las ruinas del puente Golden Gate, tras el megaterremoto que asoló california y las calles de neón de Tokio, dos tipos rastrean las aperturas de puntos nodales, aleph borgianos donde confluye cada cien años toda la información del planeta.

K.DICKLOGIA 2ª Parte

Lo prometido ayer, la conclusión del reportaje.

Publicado originalmente el viernes 24 de Octubre del 2004 en Revista de Libros, El Mercurio.

Philip K. Dick:
Días del futuro pasado (2ª Parte)


Philip K. Dick no fue un estilista literario, jamás le interesó serlo y eso se nota en lo ruda de su prosa y sobre todo en lo manifiesto que a ratos se hace la velocidad con la que escribía (llego a producir seis libros en un año). Tampoco le interesó inventar conceptos nuevos, tan propios a la ciencia ficción, ni detallar las reglas morales y técnicas de un futuro posible. Lo de K. Dick fueron los personajes y esa es la gran diferencia que lo destaca entre sus contemporáneos y seguidores. Tras su muerte, los llamados ciberpunks se autoproclamaron herederos de su ideología literaria y aunque algunos (Gibson, Egan, Stephenson) lo lograron, lo cierto es que la gran mayoría nunca entendió que es lo que hacía diferente al autor de “Lotería Solar” (1955) de otros cultores de la ciencia ficción: personas en lugar de conceptos. Los habitantes del universo kdickiano no son héroes, ni heroínas, sino seres comunes y corrientes, ciudadanos como cualquier vecino, con sus mismos problemas económicos, emocionales, laborales, sexuales etc, con la salvedad de vivir en el futuro.
El creador de los mutantes precognitivos de “Minority Report: Sentencia Previa” (1958) supo llenar de sentido del humor su literatura, riéndose de la absurda seriedad del género. En un relato suyo un personaje que no paga sus impuestos no es enjuiciado por las autoridades, sino que simplemente se ve enfrentado por horas ante la puerta inteligente de su casa que se niega a dejarlo entrar hasta que cancele sus deudas. Como muchos autores, K. Dick escribió de lo que sabía, aunque en su caso disfrazándolo con futurismo. Su interés por la filosofía y la religión son omnipresentes a su obra, tanto como su vida personal. Se caso cinco veces, durmió en la calle, experimentó con drogas y pasó tanta hambre que vivió un tiempo alimentándose con comida para perros. Personaje-escritor, mientras otros autores de anticipación usaban la ciencia para ver el porvenir, él tuvo el tino para usar a la vida como oráculo y disfrazar con futurismo, una ácida mirada a su presente. La mencionada “Los Tres Estigmas de Palmer Eldricht”, por ejemplo, no es una novela sobre el futuro, sino sobre los Estados Unidos de la década de los 60, en pleno despertar de las flores, los alucinógenos y el inicio de las invasiones de inmigrantes de oriente; que en el libro estos vengan de Alfa Centauro es un detalle conceptual.
Es verdad, en las esferas kdickianas hay corporaciones gigantescas, viajes al espacio y colonias marcianas pero estos elementos no pasan de ser escenarios ante lo verdaderamente importante que es el individuo enfrentado a su realidad, la que a menudo resulta ser parte de una inmensa falsificación. Misma premisa que haría nata en el llamado ciberpunk durante las dos décadas finales del siglo veinte, desde “Neuromante” en lo impreso a “Matrix” en lo visual. Philip K. Dick ya estaba bajo tierra, pero vaya que su fantasma penó con fuerza en los locos años 80 y 90.

Crónicas ciberespaciales

William Gibson, el mismo que se deprimió ante la experiencia de ver como “Blade Runner” adelantaba lo que el escribía en su novela “Neuromante”, es considerado la piedra angular del ciberpunk. Neologismo que sirvió para englobar a una serie de autores surgidos a mediados de los 80 que ambientaron sus ideas narrativas en un mundo dominado por la tecnología (ciber) y caos sociales de todo tipo (punk). Un subgénero donde K.Dick resultó santo patrono, seguido de cerca por gente como Thomas Pynchon y William Burroughs, bajo ellos los ciberpunkies empezaron a delinear el futuro. Pero el futuro terminó alcanzándolos. Es verdad, novelas como “Mona Lisa Acelerada” (1988) con sus pandillas de adictos, aventuras en barrios exóticos del D.F. Mexicano y Tokio resultaron una sana renovación para un género ya agotado de naves espaciales e invasiones extraterrestres, pero con el tiempo la temática resultó tan rebuscada y autocomplaciente que las novelas del género publicadas a fines de los ochenta no resultaron más que reflejos y nuevas versiones de “Neuromante”. Curioso. Si Gibson se sintió mal ante la obviedad de que su primera novela pudiera ser vista como una cita a la obra de kdickiana, a fines de la penúltima década del siglo veinte se vio él mismo parado en el sitial del maestro. Quien sería clonado hasta el hartazgo, hasta que el ciberpunk finalmente muriera bajo sus propios exceso. Mientras K. Dick logró lo imposible, que sus obras se percibieran futuristas aún en el 2004, sus hijos literarios plagados de gafas de realidades virtuales no consiguieron pasar de la década de los noventa. Su error, el de la mayoría de los cultores de la ficción científica, querer ser proféticos. El dilema es que lo profético se logra con personas, no con máquinas y conceptos.
Por lo anterior destaca tanto la obra de Neal Stephenson, quizás el alumno más aventajado de Philip K. Dick. En 1992, mientras el ciberpunk luchaba por respirar, Stephenson publicó “Snow Crash”, una novela que perfectamente podía haber sido escrita por el autor de “El Hombre en el Castillo”. Como en “Neuromante”, “Snow Crash” se sitúa en un futuro donde las multinacionales han reemplazado a los países, pero el dato no deja de ser anecdótico y sirve de marco para lo verdaderamente importante, la triste existencia de Hiro Protagonist (nombre absolutamente kdickiano) un repartidor de pizzas que lleva una doble vida como samurai en el metaverso, una realidad paralela formada por la conciencia unida de todas las computadoras del mundo. Más que una moderna epopeya, “Snow Crash” es una comedia de anticipación, poblada de seres curiosos que no entienden su lugar en el mundo y donde el avance de la tecnología ha originado por encima de todo, inmensos basurales de computadores y robots viejos. Lástima que los buenos augurios de su debut en el género se esfumaran en su siguiente novela, “La Edad del Diamante” (1997), un pretencioso remake de “Historia de Dos Ciudades” en clave ciberpunk. Su siguiente paso, una pretenciosa saga iniciada con “Criptonomicón” (1999) y continuada con “Quicksilver” (2003) si bien lo alejó de la ciencia ficción tradicional, lo trajo de regreso a una moral tecno paranoica en la que supo amalgar los legados literarios de K.Dick con los de Thomas Pynchon, otro maestro a la hora de escribir sobre el desafío del individuo parado ante las nuevas realidades de la tecnología.
Pero por sobre la literatura ha sido el cine y la televisión quienes más han exprimido los futuros de K.Dick. Con todas sus falencias formales, “Matrix” (la primera parte) –más que “Blade Runner” y “Minority Reporrt: Sentencia Previa”, ambas directas adaptaciones de la obra del autor- conforma la primera mitad de la mejor herencia narrativa kdickiana en formato audiovisual. La otra mitad –y la mejor- es “Futurama”, comedia futurista de Matt Groening, creador de “Los Simpson”. Si alguien quiere iniciarse en la exploración de los territorios de Philip K. Dick una buena forma es viendo esta serie. El robot Bender es la encarnación perfecta de ese empate que K.Dick logró en los sesenta, con los próximos siglos. Porque a medida que corre el siglo veintiuno, que avanza esta sensación de futuro que es vivir en los años 2 mil, queda en evidencia que la más descabellada de las pesadillas de Philip Kendred Dick está a la vuelta de la esquina.

K.DICKLOGIA 1ª Parte

Esta es la primera parte de un reportaje que publiquér en Revista de Libros, dedicada a la obra de unos de mis escritores fetiches. Fue tan gratuito, tan extenso y tan latero que no se como me pescaron. Pero pasó. Y eso es bueno. Mañana va la segunda parte.

Publicado originalmente el viernes 24 de Octubre del 2004 en Revista de Libros, El Mercurio.

Philip K. Dick:
Días del futuro pasado (1ª Parte)


William Gibson se deprimió. La anécdota es cierta. 1982 y el entonces joven escritor canadiense, que llevaba un tiempo firmando relatos en antologías y revistas, hizo un alto en la novela que estaba escribiendo para ir al cine. La película era “Blade Runner”, pieza futurista dirigida por Ridley Scott, basada en la novela corta “Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas” (1964) de Philip K. Dick, autor de ciencia ficción muerto pocos meses antes. El canadiense tenía razones para bajarse, llevaba años trabajando en “Neuromante” (1984), una historia de anticipación, en clave novela negra, ambientado en un futuro cercano dominado por mega corporaciones y ciudades eternas, calcadas a la visión de Los Angeles del año 2019 de “Blade Runner”. Gibson sintió como si Scott se hubiera metido en su mente y sacado de su imaginación los elementos visuales necesarios para darle forma a la cinta. Años después, el escritor declararía que al ver “Blade Runner” tuvo deseos de tirar al basurero el manuscrito inicial de “Neuromante” y dedicarse a otra cosa. No lo hizo. Y aunque se entiende la desolación del autor, no es menos perceptible un descaro en su actitud. Es verdad, puede que la película se pareciera a los ambientes que llevaba meses ideando, pero no es menos cierto que su libro se inspiraba directamente en conceptos e ideas de futurismo delineados por Philip K.Dick, responsable del relato en que se basaba el filme y por lejos la pluma más paradigmática de la ciencia ficción del siglo veinte. ¿El huevo o la gallina? Para redondear el cuento, Gibson no demoró en olvidar su trauma post “Blade Runner” y terminar su novela. Publicada en 1984, “Neuromante” arrasó con todos los premios otorgados por la ciencia ficción a sus cultores, creó una legión de admiradores e imitadores y dio la largada para el movimiento más importante en la literatura de anticipación de fines de la centuria pasada: el ciberpunk. Término y corriente interesante en su inicio -y final-, pero que en su edad de oro (1985-88) no sirvió más que para enmascarar a una legión de plagiadores de las ideas K. Dick, su evidente guía espiritual.

El pastor eléctrico

Philip Kendred Dick decía que hablaba con Dios. Sostenía también que el gobierno (estadounidense) estaba controlado por un gran caja inteligente y aseguraba no recordar ninguna de las historias que había escrito por haberlo hecho mientras era poseído por una entidad extraterrestre. Como tantos, Dick experimentó en vida el lugar común del rechazo de su literatura, considerada menor por los críticos, de supermercado por los “escritores serios”, condenada a los estantes de “publicaciones de género” por los dueños de las librerías. Eso hasta que en 1982, el éxito “intelectual” de “Blade Runner” lo puso en la atención pública. Lastima que Dick muriera poco antes, sin oportunidad de aprovechar su tardío reconocimiento . Dos décadas después, con su obra estirada gracias al ciberpunk y su figura levantada a nivel de genio por autores como Don Delillo, David Foster Wallace, Rodrigo Fresán y Roberto Bolaño –quien diría que Dick era bueno hasta cuando era malo- , la deuda hacia su literatura parece saldada. Al menos en la superficie.
Nacido en 1928, amigo de las jovencitas, los gatos siameses, del jazz, la cultura popular, las conspiraciones y toda clase de alucinógenos, K. Dick supo escribir hace medio siglo sobre los delirios y desafíos del mundo actual. Y esto no tiene nada que ver con un posible don profético en su obra, sino con una lúcida capacidad a la hora de interpretar las formas y estímulos de su presente para aventurar las del futuro. El autor de “Valis” (1962) no se anticipó al futuro, empató con él que es muy distinto. Y en esta perspectiva –la del empate- no hay nada más injusto que catalogarlo como escritor de ciencia ficción, sobre todo por lo peyorativo que aún suena lo de “ciencia ficción”. A lo largo de su carrera su gran tema no fue ni el avance de la humanidad, ni la exploración de territorios desconocidos. Ni mucho menos si en el 2004 íbamos a estar plagados de autos voladores (lo que sus imitadores-continuadores jamás entendieron) sino el desafío de enfrentarse a lo que llamamos realidad. ¿Qué es real y que es lo real? Su motivo-pregunta lo asocia derechamente más con Borges y Cortázar que con Arthur C. Clarke o Isaac Asimov.
Mucho antes de que “Matrix” popularizara –injusta e inexplicablemente sin darle crédito- sus ideas, K. Dick recreó el mundo de posguerra con “El Hombre en el Castillo” (1962), una ucronía donde los Aliados perdían la 2ª Guerra Mundial y los Estados Unidos pasaban a ser territorio administrado por el Alemania y el Imperio Nipón. Eso hasta que en esa continuidad paralela un grupo de personas empezaban a preguntarse si su mundo era el real o habitan una especie de reflejo de un universo descrito por un misterioso libro que contaba como el Eje había sido derrotado en 1945 y Estados Unidos lideraba Occidente. El dilema no era el chiste de que los habitantes del universo de “El Hombre del Castillo” quisieran escapar hacia nuestro “mundo real”, sino precisamente que tan “real” podía ser nuestro mundo, tomando en cuenta que alguien lo había escrito. Nuevamente el huevo o la gallina, esta vez dentro (y fuera) de la mente de K. Dick y sin necesidad de pastillas de colores o efectos generados por computador.
K. Dick es adictivo y peligroso. Un tipo que declaraba haber matado a un gato con el poder de su mente y que se atrevió a denunciar formalmente al Gobierno de intentar eliminarlo enviándole paquetes con mini bombas atómicas por correo, no necesitaba escribir para serlo. Pero él lo hizo y lo hizo bien. Desde 1955 hasta poco antes de su muerte en 1982, supo usar sus obsesiones y rarezas para construir una contundente y variada bibliografía: cinco libros de relatos y treintaiseis novelas. La realidad fue su tema; Dios, los miedos, el desafío del individuo ante el progreso y la experimentación mental algunos de sus vehículos. Coctelero fulminante, supo desarmar la presencia de Dios a veces como una entidad imposible y amoralmente perversa (“La Fe de Nuestros Padres”, 1967) y otras como un producto enlatado fácil de conseguir en supermercados (“Ubik”, 1964). Receta alucinógena, su empate con el futuro lo llevo al espacio en viajes más mentales que físicos (“Los Tres estigmas de Palmer Eldricht”, 1965), sátiras políticas (“Simulacra”, 1964) y devaríos sin lógica, como los del protagonista de “Una Mirada a la Oscuridad” (1977) contratado por una multinacional para perseguirse a si mismo. Otra vez el huevo o la gallina.

EL EVANGELIO SEGUN SCORSESE

De todas las críticas que publiqué en WIKEN, durante mis dos años de servicio bajo la administración Sepúlveda, esta fue una de las que me dejó más satisfecho. Nada más que agregar, sólo lean.

Publicada originalmente el Viernes 15 de Marzo del 2004 en WIKEN de El Mercurio.


La Ultima Tentación de Cristo
4 Estrellas

Es complicado escribir de una película de la cual se ha opinado tanto, desde juicios estéticos hasta morales y valóricos. “La Ultima Tentación de Cristo” se estrena en Chile, 14 años después de su debut en las salas del resto del planeta y lo hace envuelta en una polémica extra cinematográfica que para lo único que ha servido es para dejar el valor filmico de esta obra en un injusto segundo lugar. Uno hasta cierto punto entiende que el estreno de esta película sea una suerte de bandera de lucha tanto para grupos que abogan por el libre derecho de elección y expresión como para los que se auto imponen la defensa de valores familiares y tradicionales, pero eso es materia aparte y aunque es necesario citarlo, no nos corresponde ahondar más en el tema. Lo mejor, y para terminar, de la llegada de este film (aunque sea al reducido circuito del cine arte) es que servirá para que los mismos que se han llenado la boca con lo que representa esta adaptación de la novela de Nikos Kazantzakis lo hagan con verdaderos argumentos, los que salen tras la experiencia de ver el filme en pantalla ancha, que no es lo mismo que haberlo echo antes en video o DVD.
“La Ultima Tentación de Cristo” es una película con suficiente poder como para defenderse sola en cualquier esfera de la apreciación cinematográfica. Desde la preciosista fotografía de Michael Ballhaus hasta la brillante partitura musical a cargo de Peter Gabriel. Entre medio se suman casi todos los elementos de la obsesión católica que han hecho marca en la filmografía de Martin Scorsese y de su guionista fetiche, Paul Schrader. Si, porque aunque a muchos les moleste, “La Ultima Tentación” es una de las películas más católicas que se han realizado en las últimas dos décadas. En ella el director de “Taxy Driver” teoriza sobre la redención, la fe y sobre todo la culpa. A Scorcese le interesan estos valores. Criado en las barridas italianas y católicas de Nueva York toda su filmografía esta recorrida por elementos e iconografías del cristianismo. Hay entre “La Ultima Tentación de Cristo” y la reciente “Pandillas de Nueva York” mucho más elementos en común de lo que parece a primera vista. Ambos son las historias de un huérfano y su misión por encontrar el motor de su existencia, ambos son el retrato de la pasión de un Cristo. Entre la redención y la venganza no hay mucha diferencia.
Pero hay más en la película. A diferencia de la novela de Kazantzakis, que a través de una relectura al dogma esencial del cristianismo construyó una metáfora acerca de la personalidad concreta de la fe, la película de Scorsese funciona bajo su superficie además como una historia de amistad. “La Ultima Tentación de Cristo” es el recorrido a través de la relación entre dos hombres y como uno fue construyendo al otro. Jesús (Willem Dafoe) y Judas (Harvey Kaitel), el evangelio armado al ritmo de un firme apretón de manos. La escena en que Jesús le pide a Judas, el único de sus apóstoles con voluntad propia, el único en quien confía y a quien más ama, que le ayude a dar el paso más importante de su ministerio vale por si sola, es mayúsculamente hermosa.
Estructurada como una misión y un viaje de aprendizaje, “La Ultima Tentación de Cristo” se ubica en la misma línea de “2001” o “Apocalipsis Ahora”, historias que mediante el desplazamiento físico e interior de sus protagonistas van respondiendo a las dudas existenciales de los mismos. El Cristo de Scorsese es un Cristo humano, lleno de temores y culpas. No sabe quién es y donde está parado hasta que decide embarcarse en un recorrido iniciático al corazón del desierto, lugar donde encontrará las primeras respuestas que lo impulsarán primeramente hacia un mesianismo más político que religioso (en la película) y finalmente a enfrentar la más dura de las tentaciones, la que da nombre al filme. La cruz en Scorsese tiene una función de meta similar al del monolito espacial hacia el cual viajan los astronautas de Kubrick en “2001” o si se prefiere el anillo que Frodo debe llevar a Mordor en “El Señor de los Anillos”. Dentro de su criticada humanidad, el Jesucristo de “La Ultima Tentación” acaba finalmente levantado en la más cristiana de las divinidades.
Una película cuyo estreno es una muestra de sanidad., no solo por lo que representa sino porque permite apreciar uno de los momentos más interesantes e iluminados de la filmografía de Martin Scorsese, la de su propia pasión.

CON NOMBRE, APELLIDO Y AMOR

Nada que decir. A veces uno escribe pensando en el nombre de otra persona. Esto salió casual. Llevaba un mes saliendo con la chica más maravillosa que pisa este planeta. Estaba -y estoy- en el aire. Se me ocurrió hablar conmigo mismo, inventar un amigo como extensión del yo. Y bueno. No es que me quiera casar mañana o pasado, pero si estar con ella. Y eso es lo que importa. Y tu lo sabes V. Un beso.

Esta columna es la introducción a un reportaje más extenso publicado en Revista T Propongo, edición Julio del 2005.


Quien no ama compra

La frase es de una canción. Y una generación entera ha crecido bajo esa máxima. Pero lo cierto es que las canciones, por muy buenas que sean, al final sólo son canciones. Quien no ama compra, pero quien ama compra por dos. E incluso mejor.



Uno de mis mejores amigos se enamoró. Calló perdidamente rendido a los pies de una chica que de la nada se cruzó en su camino. Así son los grandes y buenos amores. Una mirada desde la esquina menos esperada, una sonrisa secreta y un gesto tan simple como decir hola. Una vez leí a que el amor, el juego de parejas, era como una ecuación. Mentira, es como una suma. Dos más dos y punto. Pura simpleza, esa es su gracia. En fin. El cuento es que mi amigo se enamoró y ahora anda diciendo que quiere casarse. Lo estuve calmando un poco: “baja las revoluciones del motor, llevas poco más de un mes. Estás en la etapa más ideal de todas, cuando todo es color cítrico (no pienso decir rosado) y el sol brilla como en esos comerciales ochenteros de leche Soprole”. Pero él anda embobado, con una gigantesca y envidiable sonrisa en el rostro. Está enamorado hasta la médula. Y digan lo que diga, se pase bien o mal, esa es una de las mejores sensaciones de este planeta que llamamos Tierra.
-Desde que estoy con-, nombró a su novia, -me he comprado más ropa que nunca en mi vida. Ella no sólo me esta cambiando la vida, también el ropero.
-Que raro, no se supone que cuando uno más compra es cuando no ama.
-¿De donde sacaste eso?
-La canción de Cerati, del disco “Amor Amarillo”…-, intenté tararear el tema, pronunciando solo lo de “quien no ama compra”. No lo logré, tengo pésimo oído.
-Las canciones son sólo canciones-, pronunció mi amigo, con una cara más radiante que sol en pintura mexicana. -Es verdad que uno compra harto cuando esta solo, pero cuando ama lo hace incluso más. Mal que mal lo haces por dos. Aunque te compres algo para ti, lo estas haciendo con los ojos puestos en la otra persona. No sólo compras más, sino que mejor. ¿Y tú?
-Yo qué.
-¿Amas?
-No, pero compro.
-¿Por qué estás solo?
-No, porque soy un consumista. La vida me consume.
Pensé en lo último que he comprado en mi vida. Un teclado externo para mi iBook, el último disco de Coldplay, una colección de libros de Robert E. Howard, el DVD de El Aviador y El Hombre que Amaba a las Mujeres, pantalones, dos camisas y tres chalecos. Si, es harto, pero puedo hacerlo. Soy un desastre. Necesito amar.
Mi amigo se rió. Miró la hora y me dijo que tenía que irse a buscar a su novia. Pensé en como el amor podía cambiar la vida de una persona. Hace un mes me habría propuesto ir a saquear una disquería. O ir a emborracharnos a algun bar de Providencia. Pero las prioridades cambian, como el clima en Julio. A veces para mejor. Pensé en lo de saquear una disquería. Yo si podía hacerlo, tenía toda la libertad y el tiempo para hacerlo. “Quien no ama compra”, pensé tratando de acordarme de cual era la canción exacta de Gustavo Cerati. Era un buen punto para partir. O terminar.

LA GRANJA VIP

Ayer se acabó LA GRANJA VIP, menos mal. Soy fan de los reality, me gustan harto, pero nunca soporté la versión V.I.P de este show. Y eso quedó claro en esta columna publicada en Capital, hace un par de meses

La columna fue publicada originalmente en Capital enla edición del Viernes 24 de Junio del 2005.


Feas actitudes

Cuando uno pensaba que el 13 no podía hundirse más en el peor reality que han producido, suman un error/horror imperdonable: no hacerle caso al público. “La Granja VIP” no sólo ha sabido convertirse en el programa más insufrible de nuestra tele, sino que de postre se ha convertido en metáfora de uno de los peores males de nuestra pantalla.


Hace dos columnas lo dije. La Granja VIP era el reality que el 13 jamás debió hacer. Las razones las repito. Los programas de este tipo son básicamente un coliseo para que un grupo de anónimos vendan a su madre ante las cámaras buscando por un lado el premio en dinero y por otro la fama que todo hijo de buen vecino desea. Esa es la gracia y la moral de un reality: el voyerismo de la gente común y corriente viéndose a si mismos en la pantalla chica. Por eso, si la idea de Nicolás Quesille y compañía era repetir el formato con famosos, debieron por un lado escoger a gente VIP de verdad y por otro fomentar el lado escandaloso de las cosas. Un amigo me decía:
-Yo no quería ver a Pamela Díaz conspirando dentro de conspiraciones, quería verla agarrándose a Hernán Hevia, poniéndole el gorro a Neira ante los ojos de todo Chile.
Y aunque su argumento tenía mucho de facilismo, no dejaba de tener razón. Si uno quiere ver famosos encerrados en televisión, la idea es que estos famosos se suelten las trenzas como nunca los hemos visto, porque para ser sinceros -y sin el ánimo de pormenorizar a los colegas de otras revistas- la nueva producción del team Quesille no ha pasado de ser una versión tridimensional y en movimiento de las copuchas de TV Grama y TVy Novelas.
Pero el mal ya estaba hecho. La Granja VIP nació en regresiva. Aburrida. Lejana a todos los logros que la estación católica venía logrando en el género. Entonces a algún cerebro se le ocurrió sumar escándalos a la tontera. Descontando el chiste de Sandra O’ Ryan, vino el asunto de la pastilla que terminó con la expulsión de Black, uno de los pocos personajes realmente carismáticos que pasaron por el fundo-estudio en su versión very important people. Mala decisión. Pero nada comparado con lo que vino después. La apresurada decisión de permitir el reingreso de participantes eliminados (vuelve uno cada quince días. ¿…?), seguida por el ventilado retorno de algún granjero original dejaba claro no sólo que el 13 estaba desesperado por reflotar su leviatán, sino que derechamente no tenían idea de lo que estaban haciendo. Y la demostración concreta fue el escándalo de la semana pasada. Mientras el público votó -con altísimo porcentaje- por la vuelta de Alex Gerhard a la granja-estudio, Quesille y su equipo –vayan a saber por qué, dicen que por la negativa de los “internos”- optaron por meter a Vicky. La decisión no sólo es una falta de respeto hacia la gente, sino una traición del canal a toda su propuesta. A toda su moral. Si La Granja VIP venía muerta, acabó por sepultarse. Pasar por alto lo que la gente pide en un programa popular, del cual se grita a viento y marea que depende de sus fantáticos y espectadores, es una descomunal falta de respeto, frente a la cual La Granja VIP no se diferencia en nada de Refugio Mekano y Tocando las Estrellas, los peores shows de esta fauna. Sobre Gran Hermano del Pacífico prefiero no opinar, puede que no sea una maravilla, pero al menos da risa, no pena como ocurre con el espectáculo conducido por Sergio Lagos.
Pero como dicen los futbolistas, la fea actitud del Canal 13 para con su público, por sobre lo mal que deja al programa, es además una muestra de uno de los peores males de nuestra televisión. Dejar que los egos predominen sobre la calidad. Actitud que ha generado monstruos mediáticos como Paulina Nin de Cardona, las hermanas Campos, Emeterio Ureta, Raquel Argandoña y una larga lista de especímenes que han terminado convirtiéndose en caricaturas del mal gusto. Destino que me atrevo a decir se estirará a partir de La Granja VIP a cuanto reality futuro haga el 13, la gente ya no les va a creer. Claro, porque han confundido su carácter de figuras con pasarse de listos con quienes están al otro lado de la pantalla. No hay nada peor que una persona fome que se cree simpática y con ellos, sucede algo similar. Paulina Nin de Cardona, diciendo en Primer Plano que lo que el público espera de ella es honestidad demuestra que la ex dueña de la perra Cosita vive en un mundo de fantasía. Al público no le interesa la honestidad, sino pasarla bien y que no le miren la cara de idiota. El cambiar las reglas de La Granja VIP, en el caso de Alex Gerhard, demostró de un modo patético que no hay mucha diferencia entre los responsables de los realities del 13 y actitudes como las de Nin de Cardona. Puede que los modos y situaciones hayan sido distintos, pero en ambos ejemplos a nadie le importó quien estaba más allá de la pantalla, con el control remoto en la mano, que al final de los finales debe –y es- ser el factor más importante para quien desea hacer televisión.

miércoles, agosto 10, 2005

MIA KIRSHNER

Una señorita bellísima que se ha especializado en hacer de mala. También de perversa y perdida. Me acordé de ella al ver el capítulo final de 24, donde reapareció como la terrorista por excelencia del notable drama del tío Kiefer. Dos episodios por temporada, son sus apariciones. Se que a muchos les basta. Y si quieren ver más de ella, harto más en verdad... sintonicen Warner los domingo y chequeen "The L. Word"

Esta chica Sobras fue escrita en marzo del 2003, en www.sobras.com.


Maldita Mía


Lo he dicho en esta columna, las perras que más me calientan son las malas, las que son capaces de romperte el corazón con una mirada y las bolas de una patada... mal verso, pero filo. No sé, puedo ser pendejo -lo soy- pero mi fijación con el cuero, los tacones y las mordidas ya me es patológico. Veo "ALIAS", no sólo porque Jennifer Garner me encanta y la serie es buena, sino porque quiero que la socia me golpee. Amo a Eliza Dushku por su forma de enterrar la estaca, ¿bueeehhh?.... Y para sumar, creo que "Jay & Silent Bob Strikes Back" salva más de lo debido por culpa de las cuatro ladronas más perreables del último tiempo... a propósito, la INCREIBLE Ali Larter pasará a la historia como la responsable del pedo más sexy de la historia del cine...Pero en fin, como les decía, las mujeres que más me han marcado en la vida son las que me más me han cagado. Son las reglas de mi continuidad supongo... Me acordé de una tal Carola que conocí hace un tiempo, pálida y bella como la belleza misma... en fin, me da pena recordarla pero así es mi camino, enredado, lleno de piedras y penoso. Fuck, odio cuando me baja el sentimentalismo pajero, pero se me pasa rápido y eso es sano... creo... humano por lo menos.Y hablando de lo humano, les presento a la chica de esta semana, la señorita Mia Kirshner a quien conozco y sigo desde hace harto tiempo, cuando a sus trece años hacía de linda adolescente europea en "Drácula, la serie", una de las peores cosas que se ha visto en la pantalla chica. Pero ha pasado (menos mal) harto tiempo desde entonces y Mía tiene ahora 25 años, un par de preciosos ojos verdes, otro par de notables melones, piel blanca y lisa, un hoyito encantador en la pera (o mentón), piernas tan letales como las de una mantis religiosa y una dulce perversidad, casi salida de una letra de Martín L. Gore... "Sweetest Perfection" es la primera canción que se me viene encima al ver sus fotos, bueno también la discografía entera de The Smashing Pumpkins, pero ese es otro rollo y tiene que ver con que el ex grupo de Corgan es la banda favorita de la señorita Kirshner. Antes de seguir un paréntesis, hablando de música, notable el recital de Waters la semana pasada, de lo más top que he visto en mi vida... Martillos marchando, chanchos volando y gente emocionada, confieso casi haber llegado a las lágrimas con "Confortably Numb" y haber saltado con los brazos cruzados en "In The Flesh". Pero Cancino ya habló de eso y lo hizo bien. Sólo quiero agregar (y destacar) el notable material femenino que se paseaba por la cancha del Nacional hace una semana. Las "groupies" de Waters eran filete de primera, algo raro para un huevón de 58 años con cara de indio del alto Bio Bio.... buenas perras y buena música, que más se puede pedir en la vida.... App, un buen porrito, pero esa es otra historia... Ha sido buen año el 2002. Buenas mujeres, buena comida, buenas películas y buenos recitales. Algunos botones de muestra, Leonor Varela en "Maxim" es casi mérito de Sobras, aunque aun no se ha confirmado nada, pero nuestra chica nacional la lleva harto... El trailer de Episodio II me hizo recuperar la fe en la lejana galaxia, pura acción, pura guerra. Ojalá Lucas haya aprendido de sus errores y nos regale un segundo "Imperio Contraataca", sino Peter Jackson volverá a hacerlo añicos con el poder del anillo único. Grande "El Señor de los Anillos", estoy leyéndolo de nuevo y la verdad no me gusta tanto como hace casi diez años, de hecho encuentro que Tolkien es harto pajero y que si yo hubiera sido su editor le quito por lo menos 150 páginas a cada libro... Chao a Tom Bombadil y a las cancioncillas de elfos....Puedo apostar a que algún freak me va a enviar un mail puteándome por lo anterior. Que divertido, amo las reacciones freaks de los freaks. La señorita Isabel Brink me acaba de decir que soy un raro por ponerme a coquetear con una mina que me ofrece una cuenta corriente, más que raro ando medio puto por la vida... necesito una mujerzuela, en serio, muy en serio.... Así que chicas, ya saben donde ubicarme. Mándenme mails y lo que quieran, fotos también... prometo mostrarles que debajo de la grasa tengo un gran corazón y tratarlas como reinas. Fidelidad no, porque ya no creo en esas cosas. En verdad creo cada vez menos en hartas cosas, en los Ovnis por ejemplo... hace como diez años, leía a J.J.Benitez y veía marcianos por todas partes, ahora me dan lo mismo, prefiero a los vampiros... Y no lo digo por "Sangre Eterna".Buehh, y como decía Jack, el Destripador (a propósito, buena película "From Hell", digna adaptación del maestro Alan Moore), lo mejor de las personas va por dentro, así que vamos al interior de Mia Kirshner, aunque en rigor lo que feliz recorrería sería su exterior. Pendeja rica... pero no rica fácil, sino complicada, difícil, mejor... Ella es como la hermana exquisita de tu mejor amigo, la que ves -haciendote el huevón- con su jumper y su sonrisa perfecta cuando vas a la casa de tu amigo. La tentación prohibida, la que te coquetea sin tomarse la sopa, el sueño absoluto y prohibido.... la que un día, por esas cosas raras de la vida según Ortega, te la encuentras bailando en pelotas en un cabaret. Tu no puedes creer lo que ves, es la hermana de tu amigo, casi tu hermana... pero da lo mismo, porque antes de que le digas hola, ella salta encima de tuyo y sin darte tiempo para que le toques una teta, te viola hasta dejarte seco... Uff, quiero tocar las tetas de Mia Kirshner y quiero también que me deje seco...No es tanto pedir, otros piden un millón de dólares.Lo mejor que tiene esta chica, (recientemente elegida por E! como una de las top 5 del 2002) es que es pura oscuridad, una especie de barbie gótica. Es guapísima, si, más que hartas otras Chicas Sobras, pero araña, tiene uñas largas y dientes aserrados. Mia puede estar de señorita matea en un cuadro, con lentes y cara de perna, y de dominatrix salvaje en otro. Mia es esquizofrénicamente rica. Ella no necesita enfundarse en latex negro para ser gatúbela (ojo Aranovski, la Kirshner es la Catwoman perfecta), menos cazar vampiros en Sunnydale, claro porque de seguro ella sería una vampira, la única que le volaría el culo a Buffy y a Faith juntas y revueltas. Es que Mia es perfecta insanidad, no tuvo reparos en empelotarse a los 20 años, para hacer de lolita letal en "Exótica", mientras al mismo tiempo hacía de la asistente ultra señorita de Dustin Hoffman en "Mad City". Pura enfermedad, pero de la buena, de la mejor... Entre obras de teatro sofisticadas, estudios de literatura rusa, portadas para "Esquire", "Maxim" y "Stuff", películas eróticas de cine arte, series y medianos éxitos de taquilla, Mia Kirshner se ha hecho de un sequito de culto entre los pajeros gringos. Hablar de ella no es lo mismo que hacerlo sobre Shannon Elizabeth o Alissa Milano (otra deuda de esta columna), hablar de Mia es saber de lo que se está hablando, es sonreír de lado y morderse los labios hasta sangrar. Mia es pura maldad, pero de la maldad más bonita del universo. De Lucifer en cuerpo presente... Por ello no puede estar más perfecta para el rol de la perra más cruel del high scholl en "Not Another Teen Movie", mismo papel que repite en el video "Tainted Love" de Marilyn Manson, donde invade la casa del capitán del equipo de football de la secundaria, acompañada de la manga de vampiros de Manson. Mia es la golfa que vestida de colegiala cuica invita al cantante de "Beautiful People"desde el segundo piso de la casa invadida y le enseña los pecados de la escuela,... Mía es el pecado mismo, que a nadie le quede duda....Por todo no resultó extraño verla en "24", como Mandy, la sofisticada terrorista que vuela un 747 en el capítulo piloto de la serie y que se da el lujo de mostrar las tetas en horario para todo público y de aparecer en pelotas, de espaldad, en medio de la nada, achinando sus ojos verdes y mirándote con cara de ser capaz de matarte con su entrepierna.... Yo feliz muero en su interior... Con una chica como Mia, me declaro emperador de las comarcas placenteras, marques de pubis, señor de la humedad. Oh... Mía... muérdeme perra, muérdeme fuerte... Con perdón.

lunes, agosto 08, 2005

NIP/TUCK

Mañana se estrena por canal Fox, lasegunda temporada de una de las mejores series de todos los tiempos. Esto es lo que escribí en Capital para el debut de esta dramedia protagonizada por el GRAN Dr. Troy.

Esta columna apareció originalmente en Agosto del 2004, en Revista Capital.


Cirugía plástica

Con dos capítulos al aire, “Nip/Tuck” se ha convertido en la nueva sensación de los cableadictos. ¿Por qué? Fácil, la serie es condenadamente buena y se atreve a llegar donde “Six Feet Under”, su referente más cercano, sólo ha coqueteado.



-¿Ortega?-, apareció una amiga hace exactamente quince días en mi lista de MSN (Messenger), -Te equivocaste en Capital. La nueva teleserie del 13 se llama Tentación, no Pasiones. Pasiones es el nombre del programa de TVN de Camiroaga con la Bárbara Rebolledo.
-…
Error, fe de erratas. Es humano reconocerlo. Pasa. Además que entre Tentación y Pasiones no hay mucha diferencia, ambos son nombres malos, que prometen mucho y dicen poco. Condenados a vérselas duras a la hora de cumplir con las expectativas. Si en Tentación no hay una real tentación de por medio, uno debería pedir que le devuelvan el dinero. Pido disculpas al 13. Y si algo en mi defensa puedo decir, es que el párrafo en cuestión se refería a los spots de ambas teleseries y no a éstas. La falla no es tan terrible, hay peores.
-¿Vas a ver Nip/Tuck, me preguntó después mi amiga?
-El próximo martes de mi agenda, esta tachado con Nip/Tuck, canal Fox. Cero vida social.
-Ortega, tu tienes cero vida social.
-Veo tele. Vida social y televisión no son compatibles.
Una semana después mi amiga volvió a aparecer en MSN: “¡Y viste Nip/Tuck!” fue su primer comentario, para de inmediato –antes de que le contestara- autodeclararse fan de la serie.
-¿Cómo puedes, sólo has visto un episodio?-, le dije.
-Me bastó-, fue su corta respuesta.
No fue la única a la que le bastó. De lunes a viernes trabajo editando una revista de TV Cable, mi equipo y yo vemos mucha televisión, de hecho tenemos una Panasonic de 25 pulgadas en el lugar más alto de la oficina prendida todo el día con la excusa de revisar la programación. Conozco de bastante cerca a gente pegada con series.
Nip/Tuck (Canal Fox, martes, 22:00) fue un tiro directo al corazón de los fanáticos, como no se veía desde el post primer capítulo de Six Feet Under, hace ya tres año. El mail de mi trabajo se llenó de cartas de incondicionales automáticos, con comentarios de todo tipo: amor y odio, pero cero indiferencia. Y es obvio que así pasara, Nip/Tuck es una serie morbosa, cruda, desagradable, sexy, dramáticamente notable y con par de protagonistas que saben robar cámara en cada aparición. Ojo con el personaje del Dr. Christian Troy (Julian McMahon, de Charmed), destinado a marcar pauta en lo que ha creación de personajes televisivos se refiere. El tipo es detestable, pero vaya que sabe caer bien.
Drama y comedia en la licuadora. El lado oscuro de la normalidad, misma cancha en que la nombrada Six Feet Under ha sabido dar clases, es superada por Nip/Tuck. Es que la serie de Fox se atreve a llegar donde la de HBO sólo coquetea. Acá hay mala onda de verdad, humor negrísimo y drama cebolla, casi a la usanza venezolana/brasileña, pero con ese ingrediente cool que los gringos saben darle a las buenas series.
Desde su estreno -hace un año en EE.UU-, Nip/Tuck se ha convertido en tema obligado de revistas y comentaristas de televisión. La serie es políticamente incorrecta por donde se le mire, no sólo en lo referente al uso y abuso de la cirugía plástica en nuestra cultura, sino por el modo en que enlaza este plot con temas tabúes de aquí a la quebrada del ají. Abuso infantil, sexo adolescente, superficialidad, el desorden de las familias, la banalidad hecha arte. En un mundo donde cada quince días nos proponen la serie (filme o libro o disco) más polémico de la temporada, Nip/Tuck corre con absoluta y merecida ventaja. Sencillamente porque no se queda en las palabras. Te golpea en lo visual, te molesta argumentalmente y no sólo gracias al cinismo de sus personajes y situaciones. Mostrar a un mafioso pedófilo coqueteando con una niña de 6 años es una cosa, reventar una liposucción escurriendo la pantalla de grasa humana es otra muy distinta. Y Nip/Tuck hace ambas. Te pega una patada llena de morbo y asco en el rostro. En Nip/Tuck la cirugía plástica es completa, un cambio total en la cara de nuestra continuidad televisiva. Un trabajo sucio que alguien tiene que ver.