UTILIDAD PUBLICA: REGALAMOS EL ULTIMO DE NEAL STEPHENSON
NEAL STEPHENSON
EL PROFETA DEL DIAMANTE
¿Por qué va así de equipado un repartidor de pizzas? Porque la gente depende de él. Es un modelo a imitar. Esto es América. La gente hace lo que le da la puñetera gana, ¿algo que objetar? Porque tienen derecho. Y porque tienen pistola y no hay quien coño pueda pararlos. El resultado es que este país tiene una de las peores economías del mundo.
En resumen, y ahora hablamos de la balanza comercial, que después de haber dejado escapar nuestra tecnología a otros países y que todo se uniformice, haciendo posible fabricar automóviles en Bolivia y microondas en Tayikistán para venderlos aquí; ahora que los buques y los dirigibles gigantes de Hong Kong transportan mercancía entre Dakota del Norte y Nueva Zelanda por una miseria y han conseguido reducir nuestra ventaja en recursos naturales de la nada; una vez que
- Música
- Películas
- Softwares
- Repartir pizzas a alta velocidad
El fragmento pertenece al primer capítulo de Snow Crash (1992), la tercera novela de Neal Stephenson, pero la primera que le dio fama mundial y lo puso en el ojo del huracán como una de las voces más potentes de la literatura de anticipación científica. La gran U (1984) y Zodiac (1988), sus libros anteriores, una novela universitaria y un thriller ecológico, pasaron sin pena ni gloria, algo muy distinto a la fiebre conceptual que desató Snow Crash, considerado por muchos la novela definitiva de la era de Internet, incluso más que la fundacional Neuromante (1984), de William Gibson.
No es casual que Fry, el héroe de Futurama, de Matt Groening, sea un repartidor de pizzas, igual que el personaje central de Snow Crash. Groening lo sostuvo desde el inicio: su idea tras Futurama era convertir la novela de Stephenson en una serie animada. Como los derechos no estaban disponibles, plagió toda la cantidad de “conceptos snow crash” que pudo para darle forma a Futurama, como lo del repartidor de pizzas y el modo en que uno navega en la red siendo un personaje dentro de una especie de dimensión paralela originada por la conciencia unida de todas las computadoras del mundo.
La importancia de Snow Crash va más allá de sus repercusiones literarias en el género de la ciencia-ficción y se extrapolan a la evolución de
A inicios del siglo XXI se decía que 9 de cada 10 programadores del mundo trabajaban con un ejemplar de Snow Crash sobre el escritorio. No sólo eso: se sabe que para trabajar en Apple uno de los requisitos es leer Snow Crash, libro del cual la empresa de Steve Jobs toma incluso exámenes.
Tras el éxito de esta novela, Neil Stephenson se convirtió en el gurú tecnológico favorito de la revista Wired y en nombre obligado a la hora de hablar de las consecuencias sociales proyectadas y originadas en la alta tecnología. Su segundo libro (cuarto en rigor),
La novela se llevó los galardones más importantes del género y constituyó el prólogo obligado a su mayor obra, Criptonomicón (1999), que cuenta la historia de la criptografía en clave de novela de aventuras, constituyendo el año cero para un nuevo subgénero que se ha denominado science non-fiction o ciencia de no-ficción. Y en el caso particular de la carrera del autor, le sirvió de inicio para una serie de novelas, englobadas en el llamado Ciclo Barroco, con las que Stephenson pretende reconstruir en clave de ciencia no-ficción la historia de la tecnología, desde
Criptonomicón (1999): Dividido en tres tomos en su edición en español, El Código Enigma, El Código Pontifex y El Código Artefisa. Mientras por un lado se nos cuentan los esfuerzos de los aliados por romper los códigos secretos del Eje durante la 2ª Guerra Mundial, por el otro se narran los esfuerzos de un grupo de criptógrafos contemporáneos por crear un utópico paraíso infográfico.
Ciclo Barroco Vol. 1: Quicksilver (2003): En español en tres volúmenes: Azogue, El Rey de los Vagabundos y Odalisca. Stephenson inicia su obsesión por relatar la historia de la ciencia moderna, iniciando todo en
Ciclo Barroco Vol. 2:
Ciclo Barroco Vol. 2: El Sistema del Mundo (2004): En español también será publicado en tres libros, el primero de ellos, El Oro de Salomón, acaba de llegar a librerías locales. A éstos les seguirá, durante el año, Moneda y El Sistema del Mundo (Final). Esta trilogía nos lleva de regreso a Londres, pero en el año 1714, cuando secretamente comienza a aparecer una nueva ciencia: la criptografía, conectando todo el universo del Ciclo Barroco con los eventos de El Criptonomicón.
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